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No somos nadie (y lo sabes)

“La cresta de la ola”, de José Troncoso, es uno de los estrenos más esperados del Festival de Otoño, donde La Estampida hablará del ansia por el éxito en tiempos de postureo

José Troncoso estrena "La cresta de la ola" en La Abadía
José Troncoso estrena "La cresta de la ola" en La AbadíaJosé TroncosoLa Estampida

Con el recién ganado Premio Ojo Crítico debajo del brazo, La Estampida se presenta en la sala noble de La Abadía con “La cresta de la ola” (del 19 al 22 de noviembre), y es que ellos mismos están en la cresta de la ola por méritos propios. Por ese saber hacer despacito y con buena letra. Sin los agobios ni las prisas correspondientes de los tiempos, ellos y ellas son lentos en el proceso de creación. “Muuuy lentos”, dice un José Troncoso que se reconoce más en un cocido al “chup chup” que en un guiso rápido de olla exprés. Así, a fuego lento, se ha forjado este trabajo que llega coproducido por el Festival de Otoño.

Presenta Alberto Conejero, responsable de la muestra teatral, a La Estampida como un valor seguro por su “talento” ligado a las “nuevas poéticas y los nuevos lenguajes”. Una compañía “capaz de conectar la vanguardia escénica con una raíz propia muy marcada”. Con esas, el grupo estrena una pieza que define como un “thriller apocalíptico” que nos hablará sobre la idea del éxito y la propia identidad.

En el centro de la trama, la compañía sitúa a Victoria, que cada vez está más acomplejada por el sueño inalcanzable de llegar ser “alguien”, y, además, se encuentra al límite de un presente repleto de “fango y servidumbre”, exponen. La protagonista de la función desea una cosa por encima de todo: la vida de los demás y, en concreto, la vida de Stella. De esta forma, nos trasladamos al día de la fiesta contra el hambre de los niños en el mundo y mientras Victoria sirve, Stella baila. Pero es el momento de que una “mágica oportunidad” haga que sus vidas cambien para siempre, convirtiendo a la una en la otra, y a la otra en la una, aunque “no siempre es oro todo lo que reluce”.

Aprovecha la situación Troncoso, autor y director de la pieza, para abordar cómo vemos a aquellos a los que nos queremos parecer: “Cuando queremos ser como alguien nos estamos haciendo daño a nosotros mismos. El colmo es que ya ni siquiera buscamos eso. La gente cuando va a operarse ahora no lleva la foto de un famoso, sino su propia foto con filtros. Y ahí entramos nosotros, en esa locura de ‘querer ser’ otra persona”, comenta el responsable de un elenco en el que se encuentran José Bustos, Belén Ponce de León, Alicia Rodríguez y Ana Turpin.

Intercambiadas sus vidas, Victoria vivirá desenfrenada en la cresta de la ola, mientras a Stella le tocará probar las mieles del desencanto junto a un marido que no conoce y de quien no entiende sus ínfulas de grandeza en una casa que se le cae encima. Victoria, por su parte, se adentra en la trastienda del éxito más absoluto y no permitirá que nada ni nadie le arrebate lo que ya es suyo. Y a partir de ahí, nada más importa.

Así, hay un tsunami, una gran ola, se acerca y hará que tomen conciencia quienes la tengan y que la pierdan del todo quienes nunca la tuvieron. Un golpe de realidad que llegará para hundir lo absurdo de nuestros comportamientos y sacar a flote la gran y única verdad: “No somos nadie”, afirma Troncoso de una historia de “personajes que reaccionan y no accionan, que actúan según les miran los otros”.

Dónde: Teatro de la Abadía (Sala Juan de la Cruz), Madrid.
Cuándo: del 19 al 22 de noviembre.
Cuánto: entradas agotadas.