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Arte

El supuesto Caravaggio perteneció a la colección Real desde Felipe IV

Según publica Ars Magazine, la obra fue un regalo del conde de Castrillo al monarca y figura en los inventarios de Carlos II y Carlos III

"Ecce homo" retirado de la subasta de la Casa Ansorena de Madrido ante la hipótesis de que se trate de un verdadero Caravaggio, según informó el diario italiano "La Repubblica". EFE/ Ansorena
"Ecce homo" retirado de la subasta de la Casa Ansorena de Madrido ante la hipótesis de que se trate de un verdadero Caravaggio, según informó el diario italiano "La Repubblica". EFE/ AnsorenaANSORENAEFE/ Ansorena

El misterioso y supuesto Caravaggio no hace más que dar sorpresas. Es un libro abierto en cuanto a detalles que numerosas investigaciones van sacando poco a poco a la luz. Y la última pieza añadida a este puzle es la que ha añadido la revista especializada Ars Magazine:el cuadro procede de la colección Real. Según la publicación, este “Ecce Homo” aparece mencionado en el inventario del palacete de la Casa de Campo, realizado entre 1701 y 1703 tras la muerte de Carlos II. Además, años más tarde, la obra vuelve a a aparecer en un inventario de Carlos III.

“Vara y medio de alta y cinco cuartas escasa de ancho. Un Ecceomo con dos figuras más, en dos mil reales. Estilo de Carbajio”. Con estas palabras se describe al cuadro en el inventario de este último monarca, publicado por Fernando Fernández Miranda bajo el título “Inventarios reales: Carlos III. Tomo II”. Asimismo, la obra también figura en la Testamentaria de Carlos II, donde se habla de “otra pintura de un eccehomo de vara y media de alto” situada en la “alcoba de su majestad”.

De esta manera, el cuadro, que pertenece a la familia madrileña Pérez de Castro y que en abril estuvo a punto de subastarse -antes de que saltaran las alarmas por la posibilidad de que fuera un original de Caravaggio-, llegó a España de la mano del II conde de Castrillo, virrey de Nápoles. Éste lo trajo a nuestro país entre 1657 y 1659, pasando a formar parte de las colecciones reales y, de ahí, a la Real Academia de San Fernando, que lo cambió por una obra de Alonso Cano en 1823 al político Evaristo Pérez de Castro.

Así, se podría concluir que el virrey de Nápoles no solo regaló a Felipe IV la “Salomé con la cabeza del Bautista”, que actualmente es Patrimonio Nacional y que sí es considerado un original de Caravaggio, sino que también le concedió esta obra. No obstante, si el conde de Castrillo se lo regaló al monarca, la conexión que no cuadra aún es cómo pasó a formar parte posteriormente a la Real Academia de San Fernando. Según publica “Ars Magazine”, la hipótesis más plausible podría ser por José Bonaparte, quien vivió en ocasiones en la Casa de Campo y quien trasladó algunas obras de arte a otros lugares.

El misterio del “Ecce Homo”, por tanto, continúa desvelándose. Según publica “Ars Magazine”, la obra estuvo colgada en los aposentos de Carlos III, de la misma manera que este Palacio de la Casa de Campo estuvo decorado con una gran colección de obras de arte, como varias de El Bosco. Con esto, lo que aún no se ha confirmado completamente es que la autoría de la obra sea de Caravaggio. Si bien expertos en arte de la Real Academia, del ministerio de Cultura y del Museo del Prado ya avanzan que lo más seguro es que lo sea, este estudio conlleva meses de minucioso trabajo.

Fue el pasado 8 de abril cuando el mundo del arte y la cultura fijaba la mirada en esta obra. El óleo, de 111x86 centímetros, figuraba en un lote de subastas de la Casa Ansorena de Madrid bajo el nombre “La coronación de espinas”, y se atribuía al círculo de José de Ribera. Por tanto, de no haberse dado cuenta algunos especialistas, la obra se podría haber vendido por 200.000 euros, en lugar de por entre 100 y 150 millones de euros.