El último misterio de Juan Sebastián Elcano
El novelista Tony Gratacós, que se ha convertido en una revelación con «Nadie lo sabe», un libro sobre navegante, reivindica nuestro pasado y asegura que «no cultivamos nuestra historia»
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Todo nació de una duda y hoy su novela es una de las novedades literarias más vendidas de Amazon. Tony Gratacós se preguntó por qué Juan Sebastián Elcano pidió protección para entrar en la villa Valladolid cuando era una figura distinguida y uno principales héroes de los reinos hispánicos de su época. La búsqueda de esa respuesta dio pie a un libro de intensa lectura y clara amenidad, que no obvia los hechos reales y se ciñe en todo momento a la historia: «Nadie lo sabe», una aventura que rescata una de las mayores gestas españolas del siglo XVI. Un éxito arrollados que le ha puesto en contacto con docenas de lectores que le han animado a que escriba una continuación. Un desafío que él ha aceptado sin dudarlo. En su próxima obra quiere viajar con Hernán Cortés a tierras de México. «Cuando vi que se cumplía el aniversario de la primera circunnavegación, me dije que sería una buena serie llevar la primera vuelta al mundo a la pantalla. Como no tengo una productora y es un proyecto caro, discurrí qué podía hacer. El resultado es esta novela».
Tony Gratacós, que ha partido de una amplia documentación para escribir esta novela, y la próxima, se lamenta de la escasa atención que los españoles dedicamos a nuestra historia, justo lo contrario que los americanos, que no dudan en adaptar al cine o en una serie cualquier capítulo de su pasado. «Ahora mismo Estados Unidos domina el mundo audiovisual. Ellos tienen poca historia, pero la trabajan bien. Si nosotros no cultivamos nuestra historia, los americanos no van a venir a hacerlo. Ahora, con las plataformas se han abierto una serie de oportunidades nuevas. Pero siempre existe el temor a que nuestra historia no se entienda en el mundo anglosajón, pero, sí les interesa «Juego de tronos», ¿por qué no una historia que es real y que es tan interesante como la nuestra?
Extrañas coincidencias
Hubo tres aspectos de la historia de Juan Sebastián Elcano que me llamaban la atención de Tony Gratacós, que es un autor atento a los detalles. La primera, que pidió permiso para entrar armado en Valladolid y hacerlo, además acompañado de guardaespaldas, «cuando él era nuestro superhéroe, el primer hombre en dar la vuelta del mundo». El segundo dato, que, como indica, lo menciona Stefan Zweig en su biografía sobre Magallanes, «es que Antonio Pigafetta, uno de los dieciocho hombres que regresaron a Sevilla y el autor de la única crónica de esta hazaña, “Relación del primer viaje alrededor del mundo”, no lo menciona ni una vez en su libro. Y es extraño porque si volvió vivo a Sevilla fue gracias a Elcano». La tercera es que cuando Elcano pidió ser capitán general de una nueva flota para explorar el océano, no se le concedió. Fue solo como segundo. «¿Por qué?», se pregunto con interés el escritor, que cuando se le hace la misma pregunta a él, solo ríe.
Gratacós, un apasionado de la historia y, por lo visto, de manera concreta, del siglo XVI, asegura que «una novela histórica debe cautivar, entretener, que te haga pensar y cuestionarte lo que hemos sido. Todos queremos conocer cómo fueron nuestros padres para entendernos a nosotros mismos. Como país, sucede igual. Quiero contar una historia que entretenga pero que ayude a la gente a redescubrir lo que hicimos hace quinientos». Un aspecto interesante sobre todo cuando se piensa en las tensiones que España tiene sobre su pasado. «Todos los grandes hombres de este país, Colón, Elcano o los conquistadores fueron ninguneados. Ellos engrandecieron las fronteras de nuestro país, pero no se lo agradecimos. Hablamos mal de nuestra historia». Gratacós no puede evitar una mención sobre su siguiente trabajo y asegura que «en mi siguiente novela, uno de los personajes sigue a Cortés. Lo que me llama la atención de Cortés es la imagen de genocida que tiene en la actualidad entre personas que no son sospechosas de nada, que no son ni de derechas ni de izquierdas. Voy a escribir sobre Cortés ahora y, cuando leo sobre él, hay que reconocer que fue un tipo sobresaliente. El desconocimiento que existe sobre él resulta increíble. No hemos sabido defender su figura. Los anglosajones le dedicaban libros y lo comparaban con Alejandro magno, y en unos cien años hemos pasado a denostarlo. Es por falta de conocimiento. Cortés no era un santo, pero estaba a favor del mestizaje y creó el primer hospital en América, que sigue funcionando». Cuando se le anima a hablar sobre qué podemos hacer para recuperar los acontecimientos de nuestra historia, Gratacós, ni lo duda: «La única manera de redimir a nuestra historia es a través del conocimiento. Es la única manera. A la historia hay que ponerla en perspectiva, también. No se puede hacer como ahora, que se la juzga desde los parámetros de hoy en día».