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Quique González, las canciones de la furgoneta

El músico publica “Sur en el Valle”, compuesto, con la ilusión del movimiento, dentro de una furgoneta aparcada

Quique González publica "Sur en el valle"
Quique González publica "Sur en el valle"Juan Perez-Fajardo

Lo compara a permanecer en un barco anclado en el muelle. Estás dentro del casco, sin ver el exterior, y sientes cómo se mece. Parece que estuvieras navegando a miles de kilómetros, pero en realidad no has salido del puerto. Quique González escribió su nuevo disco, “Sur en el Valle”, dentro de una furgoneta aparcada, “una antigua GMC, como la del Equipo A, que con el tiempo fui equipando por dentro y está súper chula”, explica el músico madrileño. Una furgoneta que en otros tiempos más normales, le habría llevado por toda la Península para dar conciertos a diestro y siniestro, pero que, durante el último año y medio, ha sido más un trampantojo, una nave varada, la ilusión del movimiento. Y si Bob Dylan y The Band tienen las cintas del sótano, Quique González puede tener las sesiones de la furgoneta.

Lo hizo así por necesidad: “Tengo un estudio en casa, con las guitarras y el piano y eso, pero tengo una niña de tres años, pero necesitaba trabajar en algún lugar fuera de la casa para estar solo y donde no molestase por las noches”, explica el músico, que asegura que, haberlo escrito parado “alimenta el aire más pausado y contemplativo de las canciones. Tiene más importancia el paisaje”. González vive en un pueblo aislado de Cantabria desde hace algunos años, donde estar parado no equivale a estar confinado. “Claro, porque siempre tienes algo de verde que mirar alrededor y en un entorno rural los animales tienen que comer y los cultivos tienen que seguir atendiéndose”. De ese paisaje aparece el título: “El viento sur, cuando sopla en la cornisa cantábrica, hace cambiar el paisaje y afecta a la cabeza de la gente. Condiciona el comportamiento como puede hacerlo la tramuntana en el Mediterráneo, por ejemplo. Ya sabes, dicen que sube el número de suicidios y pasan cosas extrañas. Y en el disco hay un diálogo entre lo que sucede antes y después de que sople el viento sur”. Porque muchas veces necesitamos a ese viento que nos empuje, aunque pueda tener efectos impredecibles. “Creo que hay canciones que invocan al viento, que piden que llegue fuego, que es una palabra que aparece tres o cuatro veces en el disco y es el símbolo de la ambición y de la pasión. Hay elementos que fui descubriendo luego, porque escribo más vomitando que predestinando. Pero esas dos energías, la del orden y el cambio, están presentes”. Por ese aspecto contemplativo, el disco esta construido con una instrumentación minimalista, armada sobre un contrabajo real y no uno eléctrico. “Los espacios y los silencios de las canciones son importantes también para contar la historia y a veces un silencio es tan importante como una nota. Yo creo en eso. No se trata de llenar todas las pistas disponibles, sino que suenen los instrumentos necesarios y esos son los que, si los quitas, no puedes vivir sin ellos”.

Un cambio de ciclo

Los últimos versos del álbum dicen que “los amigos se van y tú te vas también”. “Hay que mantener un mínimo de contacto con tu pasado, es algo muy sano, porque esa gente te dicen la verdad de las cosas. Hasta yo mantengo mi cuadrilla de siempre, pero por esto o lo otro, la vida te separa. Y tiene que ver con una idea de estar a punto de despedirte de un espacio físico o de una etapa, de estar con un pie en el futuro y otro en el pasado. Hay una mirada y una incertidumbre y el disco habla de esto”. Porque, en el fondo, Quique González se enfrenta al cambio: “Ya no tengo que pensar solo en mi lugar en el mundo, sino en un lugar que lo sea de los tres, de mi familia. Siempre voy a mantener mi casa allí, es el sitio donde he vivido los años más importantes de mi vida. Pero voy a cumplir 48 años y te planteas si es lo más práctico y lo mejor para todos. Igual es mejor estar más cerca de Madrid, un poco más de sur. Y esas preguntas condicionan el disco. La paternidad es el gran tsunami de tu vida”, cuenta el músico.