Penélope Cruz se alza con el Premio Nacional de Cinematografía: “Vayan a las salas, por favor”

Cuatro veces candidata al Oscar (la última hace cuatro meses con la película “Madres paralelas”, aunque lo ganó en 2009 con “Vicky Cristina Barcelona”), un César de Honor francés, tres premios Goya y trece nominaciones, el Donostia del Festival de San Sebastián, el Bafta británico, un premio de interpretación en Cannes junto al resto de compañeras de “Volver”, un David di Donatello italiano y primera actriz española en ganar la Copa Volpi en Venecia. No podemos decir que a Penélope Cruz le falten los reconocimientos, pero esta mañana, en el marco de la edición número 70 del Festival de San Sebastián y de la mano del ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, la actriz madrileña añadía uno más a la lista recibiendo, en el interior de Tabakalera Centro Internacional de Cultura Contemporánea, el Premio Nacional de Cinematografía.

Dotado con 30.000 euros, la intérprete anunció que “un tercio de este dinero irá destinado a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, una asociación que lleva más de una década luchando por aquellos que sufren en sus carnes el drama de los desahucios y que es uno de los temas principales de la película “En los márgenes” que estrenamos ayer en este Festival”, declaraba en alusión a la primera incursión en el largo de Juan Diego Botto donde participa. Además, otro tercio irá a parar a la Unidad CRIS contra el Cáncer de Terapias Avanzadas del Hospital Universitario La Paz de Madrid, un proyecto liderado por el doctor Antonio Pérez y por último, “la otra parte irá destinada al Fondo Asistencial creado por Pilar Bardem que busca dar amparo a compañeros y compañeras de profesión que están pasando dificultades”.

Desde Alcobendas a Hollywood

La premiada ha mentado a Kavafis y se ha remontado los comienzos de su viaje a Itaca, por las calles de su barrio madrileño de Alcobendas que se convirtieron para ella, “en decorados de historias increíbles”, para mostrar su agradecimiento a sus padres por “la generosidad inmensa” de apoyarla en un camino “que les era tan ajeno”. “Gracias papá, donde estés, habrías disfrutado mucho desde este momento. Gracias mamá, sigues siendo un modelo, una referencia para mí”, destacó. “El cine ha sido y es mi pasión desde niña, cuando soñaba desde el salón de mis padres con mundos por explorar más allá de mi barrio”.

Durante su intervención, el ministro de Cultura y Deportes señaló esa distancia geográfica: “desde Alcobendas a Hollywood hay 9.359 kilómetros y Penélope Cruz, la primera actriz española en recibir un premio Óscar, llegó aupada en su talento descomunal, el mismo talento que la ha hecho merecedora del Premio Nacional de Cinematografía que hoy le entregamos”. Y también recordó que el pasado año este galardón fue concedido al actor José Sacristán: “el mejor ejemplo de una generación que entendió la actuación como un arte ligado al pueblo. Siguiendo el camino abierto por él y otros, Penélope también ha construido su carrera sin perder nunca de vista el respeto por su oficio y por el público”. Asimismo, el ministro subrayó que Penélope “es una actriz magnética de aire inocente que ya es historia del cine español y buena parte del internacional. Ha dejado su huella como actriz de una enorme lista de películas que forman parte de nuestro patrimonio compartido, de nuestra memoria como espectadores”.

Arropada por el elogio profesional y personal de dos amigos además de compañeros como Goya Toledo y Luis Tosar, (encargados de presentarla) y de su madre Encarna, Cruz, ha dedicado emocionada el premio a su marido, Javier Bardem, a sus hijos y a tres de los cineastas que la han dirigido; los primeros, Bigas Luna y Fernando Trueba, por abrirle las puertas de un mundo por el que siente “pasión” y “por supuesto”, Pedro Almodóvar, el director con el que más ha trabajado y con el que espera seguir haciéndolo ya que, tal y como ella misma afirma “es quien mejor ha relatado nuestro país y es una figura para entender el cine en general, con tal nivel de exigencia que con él siempre aprendo algo nuevo sobre mí misma”.

“A la madre, a la hermana, a la hija, a la compañera, a la amiga, a todas las Penélopes”, señaló Tosar tener el privilegio de reconocer antes de afirmar que “sin todas ellas, no se puede entender a la que hoy reciba el premio probablemente más importante con el que se puede galardonar a una cineasta en nuestro país. Todas ellas sois poderosas, firmes, entusiastas, solidarias, empáticas, simpáticas, revolucionarias, comprometidas, firmes, cariñosas, graciosas y todas ellas sois la misma y la única”.

“Cuando se tiene la oportunidad de compartir vivencias con una persona que se ha esforzado tanto por cumplir sus sueños y los de los demás no te queda más que agradecer poder estar a su lado y verla brillar”, ha rematado poco antes de que la actriz aprovechara para pedir al público durante su intervención que “vayan a las salas por favor” y a las instituciones, que “nunca dejen de proteger y cuidar nuestro cine porque es una seña de nuestra identidad y una parte importante de lo que nos hace reconocernos y entendernos”. Una mañana sin duda, cargada de emoción, distinciones y cariño en donde vuelve a constatarse una vez más, como señalaba el ministro, que “Penélope vuela lejos, pero siempre anida en casa”.