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NFT

“Moool”: la democratización del arte no tangible

Guiomar Roglán, CEO de Moool, intenta acercar los NFT a todo el mundo, de la mano de artistas como Alejandro Sanz

Uno de los NFT de Cobi creados por Javier Mariscal, junto a Guiomar Roglán, CEO de Moool
Uno de los NFT de Cobi creados por Javier Mariscal, junto a Guiomar Roglán, CEO de MooolMOOO

No son tiempos fáciles para el arte digital, para el que no es tangible y para todo lo que esté relacionado con la tecnología blockchain y se pueda medir en NFT’s. Crisis como la de la empresa de intercambio de criptomonedas FTX, cuyo fundador Sam Bankman-Fried acaba de ser detenido por presunto desvío y blanqueo de capitales han puesto en la diana mediática a cualquier disciplina que se atreva a conjugarse con lo «cripto».

«Tenemos que dejar claro, siempre, que solo tenemos en común con ese comercio de monedas la tecnología, el blockchain y la descentralización como principio básico», explica meridiana Guiomar Roglán, CEO de Moool, una «startup» de arte no tangible que pretende democratizar su expansión, ofreciendo obras exclusivas bajo propiedad desde 100€. «Nosotros, de hecho, vendemos todas nuestras obras en formatos parecidos al de la tarjeta de crédito, como si compraras un jerséi en Zara o cualquier cosa en Amazon. Y hemos rechazado tratos con casas de criptomonedas por lo mismo, porque no nos interesa relacionarnos con un mundo que, de momento, es demasiado especulativo», añade Roglán.

¿Y cómo se pone en pie una plataforma capaz de atraer a Alejandro Sanz o Javier Mariscal, el creador de la mascota Cobi? La también periodista de LaSexta responde: «Fui madre, y me di cuenta de lo saturada que estaba de la política y la economía de mi trabajo. Eso se sumó a mi legado, porque mi madre era coleccionista de arte. Ella falleció en 2014 y esto, en cierto modo, era una manera de hacerle un homenaje. Seguir democratizando el arte, acercándolo a todo el mundo y haciéndolo popular, romper con esa distancia y rechazo, casi miedo, que producen las galerías físicas», completa Roglán.

Y así, el catálogo de Moool se ha ido completando con artistas a los que les llama la atención el modelo de negocio y «voces emergentes», según explica su CEO, «que ven en nuestra plataforma una alternativa», añade. Por ello, en su página web, uno de los puntos más importantes es el de las preguntas frecuentes, donde Moool se encarga de disipar esa sombra de duda que la especulación, por desgracia, ha ido erosionando en la tecnología blockchain: «Creo que decidir con qué empresa íbamos a dar el salto tecnológico a la descentralización fue lo más difícil que he hecho. Queríamos que todo fuera transparente, fácil de entender. Ante todo, somos una empresa con valores».

Un latido infinito

En esa gama de artistas que ya trabajan con Moool, además del célebre Abe The Ape, el propio Mariscal –que abandonó la caótica OpenSea porque estaba teniendo que soportar venderse al lado de falsificaciones de su propio trabajo– o Jordi Català, destaca el cantante Alejandro Sanz. Con la ayuda del cardiólogo Jorge Solis Martín, la empresa de Roglán conectó con el corazón del compositor para leer sus pulsaciones a medida que avanzaba uno de sus últimos conciertos, en el Estadio Metropolitano. El resultado, a través de 15 de sus canciones más reconocidas, se ha transformado en «Latidos»: «Siempre quisimos que fueran artistas con algo distinto que aportar. Hay artistas, como Shakira, que ya habían lanzado NFTs de fotos, por ejemplo, pero yo quería algo realmente único. Y ahí fue cuando se nos ocurrió trasladar esos latidos del corazón al arte. Los cardiogramas resultantes, de hecho, nos decía Alejandro que le sonaban de memoria, podría saber qué canción estaba cantando en cada momento y por qué se emocionaba», recuerda orgullosa Roglán.