Sam Goldwyn, el león que reinó en Hollywood
Se cumplen 50 años del fallecimiento de una de las figuras más icónicas de la historia cinematográfica
Madrid Creada:
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El sueño americano bien pudo consolidarse con Samuel Goldwyn. Nacido como Szmuel Gelbfisz en Varsovia (1879), pasó de ser un joven de origen judío, de familia pudiente y definición textual de un "buscavidas", a uno de los magnates más influyentes de la historia de Hollywood. Ya desde pequeño mostró el talento e inventiva que le llevó a lo más alto de la industria cinematográfica, pero no sin antes pasar por sus correspondientes dificultades. Tras morir su padre, que era vendedor ambulante, residió unos años con conocidos de su familia en Hamburgo, hasta que decidió cruzar el charco, con la esperanza y ambición de un joven fabricante de guantes que tenía mucho más que ofrecer. (Aquellos guantes largos y negros que con elegancia vistió Rita Hayworth en "Gilda", por ejemplo, no fueron casualidad).
Al llegar a Nueva York, en 1988, encontró trabajo en Gloversville, un negocio de guantes que le convertirían, gracias a sus habilidades, su imaginación y su capacidad de venta, en un influyente hombre de negocios. Continuó aprendiendo, creciendo en lo laboral, haciéndose un nombre en el competitivo mundo estadounidense, hasta que 1913 comenzó a dar pasos en el mundo del cine. Quizá ahí residiera su verdadera vocación: en producir películas y, por tanto, en regalar sueños y deseos a los espectadores, de la misma manera que él los había sentido en su propia piel.
En 1916, nació Goldwyn Pictures, empresa cinematográfica que fundaría junto a Edgar y Archibald Selwyn. A partir de este momento, Goldwyn comenzó a madurar y a perfilar su identidad, presentándose ya como el alter ego del icónico animal que hoy precede a la mayoría de las películas que vemos: Goldwyn ya comenzaba a ser el león de Hollywood. Apenas una década después, su empresa fue adquirida por Marcus Loew, y se fusionó con Metro Pictures Corporation: nació la icónica Metro-Goldywn-Mayer, y el resto es historia del cine.
Bajo el mando de Goldwyn, nacieron películas tan icónicas como "Cumbres borrascosas" (1939), "Calle sin salida" (1937), "Los mejores años de nuestras vidas" (1946), "La loba" (1941), "Bola de fuego" (1941), "Desengaño" (1936) o "El huracán" (1937). Asimismo, fue descubridor de numerosos talentos, tanto de actores como directores, como fue el caso de Cecil B. DeMille, Gary Cooper, Lili Dinamita o Eddie Cantor.
Goldwyn no fue un hombre fácil: su carisma, carácter y ambición le conferían de una identidad compleja e inabarcable, así como por ello se le concebía como un genio de la industria cinematográfica. Un pionero, por tanto, de Hollywood y de la evolución del cine hasta lo que hoy conocemos. En febrero de 1960 inauguró su propia estrella del Paseo de la Fama de Hollywood, y falleció en 1974 a los 94 años, fecha de la que ahora se cumplen 50 años.