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Exposición

Unas divas universales y multidisciplinares

Iconos como Norma, Carmen, Aída y Tosca son protagonistas de una exposición de arte acompañada de performance y música

El artista Manuel Caravaca, trabajando, en su estudio
El artista Manuel Caravaca, trabajando, en su estudioArchivo

A partir de la nueva propuesta pictórica del artista Miguel Caravaca, el espacio Garaje Lola de Madrid se trasforma en un viaje artístico que toma como protagonistas a personajes femeninos icónicos tanto del cine clásico como de la trepidante historia lírica. Mujeres poderosas y también desgarradas de la historia de la ópera como Norma, Carmen, Aída, Tosca o Sour Angelica, que aparecen retratadas en los cuadros de Caravaca y, además, cobraran vida y voz en la figura de la aclamada soprano Maite Alberola con el acompañamiento musical del maestro Miquel Ortega. La propuesta cultural del rebautizado garaje de Tetuán sigue creciendo con una performance, que tendrá lugar el próximo 19 de abril, en la que se podrá disfrutar a la vez de varios universos creativos: los de un artista plástico, una cantante y un músico, para sumergirse de una manera diferente en el mundo del arte contemporáneo.

Heroínas punk

Las «musas» del artista plástico Miguel Caravaca rescatadas de obras maestras del romanticismo musical del XIX aparecen reinterpretadas en su particular imaginario pictórico. Caravaca define su punto de vista creativo como «valiente y sin límites» y mezcla sin pudor diversas influencias estéticas: urbanas, cubistas y pop al servicio de la ópera y sus «heroínas» más icónicas. En paralelo, añadiendo sentimientos y colores no visuales, el espectáculo se completa con la música de Bellini, Bizet, Verdi y Puccini. Famosas arias y composiciones que sonarán con gracias al magisterio en el piano del maestro Miquel Ortega, en la asombrosa expresión de la soprano Maite Alberola y con una moderna propuesta escénica de Emiliano Suarez.

Se trata, según anuncian sus promotores, de un torrente de emociones de vanguardia en donde aparecerá, también, la música electrónica, el punk, Hollywood y el teatro del absurdo. Al igual que en las influencias de Caravaca como pintor caben diversos registros, también lo hacen los distintos paisajes sonoros, que conviven en contraste, desde los registros más clásicos y sentimentales a los más modernos, rabiosos y telúricos. Tal y como explican los organizadores del evento, «encontramos la belleza en el desorden y la diversidad, en el exceso y también el respeto por lo clásico y atemporal». Caravaca aproxima las pinturas de culto eclesiástico con Hollywood, pasa del punk a la tragedia griega o del goticismo al teatro del absurdo. En su mundo da la impresión de que cualquier cosa puede aparecer.

El bello desorden, el asesinato del «menos es más», una oda al exceso, convencido de que el arte tiene que ser más radical que la realidad. Por su parte, Emiliano Suarez apuesta por la fuerza «de la validez de la música clásica descontextualizada con conocimiento y criterio». Ambas visiones se unen, así, para rendir un homenaje al que consideran el mayor espectáculo de entre todos los posibles: la ópera. Y todo mediante la búsqueda de sensaciones en las cabezas de los espectadores. Miguel Caravaca (Madrid) es un artista plástico que trabaja habitualmente el acrílico sobre lienzo con diversas técnicas y que está influenciado por el arte del siglo XX, el pop art o el expresionismo, pero sin quitar la mirada a la pintura clásica. En sus últimas piezas introduce referencias al collage y muestra una especial atención a la tipografía. Su pintura apela al gran formato y a la importancia del color, como buena parte de sus referentes estéticos: el informalismo, con la importancia del color y la línea. En su formación artística también están las calles de Madrid, de su ciudad, donde creció utilizando materiales como el aerosol y los rotuladores, consiguiendo una estética no académica en sus pinturas.