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cultura
Gene Hackman. El misterio de su muerte y la de su mujer: monóxido de carbono y pastillas
La oficina del Sheriff de Santa Fe, Nuevo México, investiga la «sospechosa» muerte del actor de leyenda y su esposa, que llevaban varios días sin vida en su casa

A cuatro días de que se celebre la entrega de los Oscar, la policía ha encontrado los cuerpos sin vida del actor Gene Hackman (95) y su esposa, la pianista Betsy Arakawa (64), en su vivienda ubicada en el barrio Hyde Park de Santa Fe, en Nuevo México. «No se sospecha de ningún crimen en las muertes», dijo a primera hora del jueves la Oficina del Sheriff, «pero no se ha determinado la causa exacta de la muerte». Tres horas más tarde, el mensaje era otro, y las autoridades apuntaban a que la muerte estaba siendo investigada como «sospechosa», adelantaba el medio de comunicación «TMZ», porque la puerta de la casa donde vivía la pareja «no estaba con seguro y se encontraba abierta».
Los agentes se personaron en la vivienda del actor y su pareja el miércoles a la 13:45 hora local, después de que un vecino pidiera un «control de bienestar», según autoridades policiales. Fue entonces cuando se encontraron los cadáveres de Hackman y Arakawa junto al perro de ambos, que también yacía muerto en el interior de la vivienda. «TZM» asegura que ha hablado con la hija del actor, Elizabeth Jean Hackman, y la familia cree que «podría tratarse de una intoxicación por monóxido de carbono, ya que las autoridades dijeron que la pareja y su perro murieron al menos un día antes de que se encontraran los cuerpos», escribe el medio. Aunque es cierto que después de que se hallaran los cadáveres la policía solicitó una orden al Departamento de Bomberos y a la compañía de gas New Mexico Gas Co para que hicieran una revisión y se aseguraran de que era seguro registrar la casa a fondo, según el primer informe policial no había «ninguna señal obvia de una fuga de gas». Además, los otros dos perros del matrimonio estaban vivos, y eso hace sospechar.
Investigación exhaustiva
El levantamiento de los cadáveres se produjo en la casa en la que ambos vivían y que la pareja había ido construyendo poco a poco a su gusto, con pinturas y esculturas hechas por el propio actor, que además también había hecho del espacio su lugar de inspiración para escribir guiones de ficción histórica. Los cuerpos no fueron identificados hasta la madrugada del jueves y el forense ya ha dicho que el informe de la autopsia con las causas de la muerte podría demorarse al menos dos semanas. La información es todavía bastante limitada porque se trata de «una investigación en curso», ha dicho la oficina del Sheriff, aunque reconocen que de «naturaleza suficientemente sospechosa como para requerir una búsqueda e investigación exhaustivas», porque durante el registro los agentes también encontraron pastillas esparcidas por la habitación donde se encontraban los cadáveres de la pianista Arakawa y su perro. Al más puro estilo del «pacto de suicidio» de Zweig y su esposa. Además, el cuerpo del actor yacía en otra habitación.
Hackman y Arakawa se casaron en 1991, después de que el actor se divorciara de su primera mujer, Filippa Maltese, con la que tuvo tres hijos. Para entonces el actor ya era una de las grandes estrellas de Hollywood, con una larga e impresionante carrera que comenzó en la década de los 60. Hackman casi siempre se había centrado en papeles de villanos, héroes y antihéroes, en todo tipo de cine, desde comedias y dramas a películas de acción. «Los villanos son siempre los mejores papeles», dijo en una entrevista con el «Washington Post» en 1996, «es el mejor tipo de actuación». Fue uno de los actores más reconocidos de su generación, con trabajos que le lanzaron a la fama, como «Bonnie and Clyde» (1967), «La Aventura de Poseidón», o «Superman», además de obras maestras de las que disfrutaron millones de personas. Hackman fue nominado al Oscar cinco veces y premiado en dos ocasiones con la famosa estatuilla. Una en 1972 por su interpretación de agente de la ley corrupto en «The French Connection» y otra, dos décadas después por la película «Sin perdón».
Su prolífica carrera terminó en el 2004 con 74 años interpretando un papel junto a Ray Romano en «Bienvenido a Mooseport». Ese mismo año confesaba a «Empire» que sus problemas cardíacos eran una preocupación a la hora de actuar y le habían llevado a replantearse su carrera. «La gota que colmó el vaso fue una prueba de estrés que hice en Nueva York», dijo entonces, «el médico me dijo que mi corazón no estaba para que lo sometiera a mucho estrés». Para el actor no fue fácil decir adiós, porque amaba lo que hacía. «Nunca quise ser otra cosa que actor», dijo en su discurso de los Globos de Oro de 2003 donde recibió un premio por su contribución al mundo del entretenimiento.
Las muestras de cariño al actor han llegado de todo el mundo y sobre todo del cine. El director Francis Ford Coppola, que dirigió al actor en la película «La conversación» de 1974 ha dicho que «la pérdida de un gran artista es siempre un motivo de luto: Gene Hackman, un gran actor, inspirador y magnífico en su trabajo y complejidad». «Un día muy triste para la familia del cine», ha publicado el actor Antonio Banderas en su cuenta de la red social X, «mi más sentido pésame a amigos, familiares y amantes del cine». Las redes sociales se han llenado de imágenes y pequeños fragmentos de las muchas grandes producciones en las que participó el actor, un legado que siempre estará vivo.
Betsy Arakawa, un amor de gimnasio
Hace un año desde que se les tomó su última foto juntos (a la derecha). Un irreconocible Gene Hackman se mostraba, una vez más, inseparable de su querida Betsy Arakawa. Nacida en Hawai, tenía 32 años menos que el actor. Su gran pasión era la música: era pianista. Pero no se conocieron en ningún concierto, sino en el gimnasio donde ella trabajaba, a principios de los noventa. Entonces Hackman estaba casado, y aseguró que «no abandoné a mi esposa por una mujer más joven. Simplemente nos distanciamos». Pero de Arakawa nunca se separó.
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