Un lugar de leyendas

Las Hurdes, una región de “salvajes sin pan” y de reyes

Lope de Vega se dejó llevar por las leyendas, Luis Buñuel retrató la región cacereña en un documental y hasta en seis ocasiones la monarquía ha pisado sus tierras en los últimos cien años

El Rey Felipe VI y la Reina Letizia, saludan a su llegada a la comarca cacereña de Las Hurdes
El Rey Felipe VI y la Reina Letizia, saludan a su llegada a la comarca cacereña de Las HurdesEmilio FraileEuropa Press

Don Lope de Vega, Fénix de los Ingenios, no le hizo un favor a Las Hurdes con sus Batuecas del duque de Alba. Sin grandes evidencias arqueológicas, las leyendas se apoderaron de la historia del lugar y el dramaturgo supo poner los sentidos para trasladar las habladurías al papel. La pieza habla de “grupos humanos aislados descendientes de los godos de finales del siglo XVIII”. Pero más allá de estas elucubraciones, los primeros testimonios escritos sobre algunas alquerías se remontan a finales del XII: Riomalo, Batuecas, Mestas y Ovejuela.

El valle de las Batuecas se convertía en la víctima de una leyenda negra que aseguraba que, con la invasión árabe, esta zona, colindante con la comarca extremeña de Las Hurdes, quedó despoblada. Corría la rumorología sobre unos cazadores o unos amantes fugados (depende de la versión) que habrían llegado a este valle y se habrían encontrado con un pueblo aislado, cuyos habitantes hablaban una lengua desconocida y vivían desnudos, asilvestrados.

Fotografías que recuerdan la visita que el rey Alfonso XIII a Las Hurdes en junio de 1922
Fotografías que recuerdan la visita que el rey Alfonso XIII a Las Hurdes en junio de 1922EDUARDO PALOMOAgencia EFE

Entre otros, Lope había contribuido a hacer grande la bola del “salvajismo” de Las Hurdes y, en Verdadera relación y manifiesto apologético de la antigüedad de Las batuecas y su descubrimiento (1693), Tomás González de Manuel −presbítero de La Alberca− arremetía indignado contra los bulos. Especialmente, contra Alfonso Sánchez, como recordaba en un artículo el escritor y crítico literario Juan Manuel Rozas: “Estas, y otras cosas semejantes dize este autor, que más parecen ficciones poéticas que otra cosa, firmaba González.

Pero, como señaló el crítico, “hay que concluir que fue Lope de Vega el que le dio forma definitiva, sin duda sobre la base de algunas opiniones orales, pasando después la historia a autores eruditos y graves como el Padre Nieremberg y el citado Sánchez (...) el codificador de la leyenda y su primer ‘historiador’, ante un estado de opinión oral, sin duda fantaseado hasta la saciedad en torno al palacio ducal de Alba”.

Vista de las casas tradicionales de Las Hurdes.
Vista de las casas tradicionales de Las Hurdes.Alfonso Masoliver

Y con esta base firme, como suele ser norma en las leyendas negras, fue cómo Las Hurdes han terminado llegando casi hasta nuestros días, donde hoy resuenan por la visita de los actuales Reyes de España en conmemoración al mismo viaje que hizo el bisabuelo Alfonso (XIII) hace cien años −aunque aquel fue un paso mucho más calamitoso, a pesar del pedigrí. Eso sí, igual o más sonado−. Como escribía Blanco y Negro en 1922: “Supo el Rey que en Las Jurdes la vida es agonía y la muerte descanso apetecible; que allí el hambre y el paludismo, a favor de la pobreza del suelo y de la carencia de higiene, vienen degenerando los organismos y engendrando seres desmembrados”. Sin embargo, esta región cacereña se ha introducido en las generaciones presentes no por visitas regias, sino por el buen hacer de un cineasta, de Luis Buñuel. Su retrato documental de la zona como “tierra sin pan” puso en relieve lo que hoy llamamos “España vaciada” (con sus problemas/ventajas), aunque entonces se definiría como “España negra”.

Pero Buñuel no puso el dedo en el mapa al azar para contar una realidad, sino que se basó en un estudio de antropología de Maurice Legendre, que había estudiado Las Hurdes durante casi dos décadas en Las Jurdes : étude de géographie humaine (1927). Curioso es el giro que de el realizador en su obra con esta cinta, donde se olvida del surrealismo de otros títulos para acercarse a propuestas más sociales: 33 minutos de documental en los que propone un recorrido por la comarca y por los habitantes de Las Hurdes. Rodaje, por cierto, que abordó en 2018 Buñuel en el laberinto de las tortugas, un filme de animación −Premio Goya de Salvador− Simó.

"Buñuel en el laberinto de las tortugas", de Salvador Simó
"Buñuel en el laberinto de las tortugas", de Salvador SimóLa Razón