Historia

Arqueólogos encuentran las tumbas del padre y del hijo de Alejandro Magno

Los enterramientos, de más de 2.300 años de antigüedad, ya habían sido hallados en 1970 pero las identidades de los restos estaban en cuestión

Alejandro Magno, entre la gloria y la pasión
Alejandro Magno, entre la gloria y la pasiónlarazon

Arqueólogos aseguran haber encontrado las tumbas del padre, el hijo y el medio hermano de Alejandro Magno en unas tumbas descubiertas en el norte de Grecia. Según los hallazgos, publicados en el “Journal of Archaeological Science: Reports”, se trata de uno de los enterramientos “históricamente más importantes de Europa”, y han sido calificados de “el gran túmulo” real del reino de Macedonia. Hasta cuatro enterramientos de diferentes épocas con más de 2.300 años de antigüedad que albergarían restos de personalidades relevantes de la época, entre ellos, Filipo II de Macedonia, su padre.

Entre ellos, destacarían los parientes de Alejandro Magno, gobernante del antiguo reino griego de Macedonia entre el 336 a.C. y su muerte en el 323 a.C. Durante el reinado de Alejandro, el líder militar desarrolló algunas de las campañas militares más impresionantes de la Antigüedad, llegando a construir un imperio de enormes dimensiones que se extendió desde Grecia hasta el noroeste de la India. Invicto en el campo de batalla, se le considera uno de los comandantes militares más exitosos de la historia.

La necrópolis de Aegae, ubicada en Vergina, en el norte de Grecia, constaba de enterramientos protegidos por montículos de tierra y piedra levantados sobre las propias tumbas. En Aegae se encontraba la primera capital del reino de Macedonia y, aunque entre los investigadores han mantenido un largo debate sobre la identidad de los restos humanos, después de diversas pruebas han constatado la relevancia de los hallazgos. Se cree que todas pertenecen al siglo IV a. C. y que pertenecen a la propia familia real. "Este es un caso único en la arqueología griega de tumbas que pueden estar asociadas con personajes históricos importantes", afirman los arqueólogos, que trabajaron sobre un terreno ya explorado en la década de 1970.

Sus conclusiones apuntan a que quienes allí encontraron descanso eterno están el padre de Alejandro Magno (Filipo II), su hijo (Alejandro IV) y su medio hermano (Filipo III), cada uno, en su propia tumba. La mayoría de los estudiosos coinciden en que la Tumba III pertenece a Alejandro IV, el hijo adolescente de Alejandro Magno. Pero el intenso debate sobre las otras dos tumbas no había sido cerrado hasta ahora.

Un equipo de investigadores de Grecia, España y Estados Unidos estudió los restos esqueléticos, además de revisar los datos arqueológicos e históricos disponibles y concluyeron que los restos masculinos de la Tumba I pertenecen a Filipo II. La tumba también contiene los restos de una mujer y un bebé muy pequeño, que los investigadores concluyeron que eran su esposa Cleopatra Eurídice y su hijo recién nacido, lo que encajaría con el relato histórico según el cual Filipo fue asesinado junto a su mujer y su hijo recién nacido. Los investigadores apuntan a que la pierna del esqueleto masculino presenta una rotura y posterior cicatrización que se ajusta a las descripciones de la cojera de Filipo. La muerte de su hijo neonato es la única que se conoce entre la familia real macedonia. En último lugar, la edad aproximada de la mujer, de unos 18 años, también encaja con el relato histórico, que cuenta que Cleopatra Eurídice fue asesinada cuando apenas era una niña.

Según sus conclusiones, la denominada Tumba II pertenecería al rey Arrideo (Filipo III) y su esposa Adea Eurídice, al encontrarse en su interior objetos que habrían pertenecido al propio Alejandro Magno. Por último, los investigadores respaldan la opinión ampliamente aceptada de que la Tumba III pertenece a Alejandro IV.