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Objetos universales

Liras y flautas para acallar a las Moiras

Ambos están considerados los instrumentos musicales más antiguos de la historia sin que se conozcan exactamente sus funciones sociales en la prehistoria

Una representación de Auletris de Osuna en el Museo Arqueológico Nacional
Una representación de Auletris de Osuna en el Museo Arqueológico Nacional Archivo

Los instrumentos musicales han acompañado al hombre desde la prehistoria mucho antes del nacimiento de la escritura, siendo los más comunes flautas y cuernos. Los instrumentos musicales más antiguos se han encontrado en el yacimiento de, Geissenklösterle en Alemania, un sitio arqueológico del Paleolítico Superior, descubiertos en 1996 por el arqueólogo Joachim Hahn. Se trata de una flauta de hueso de cisne tallada con tres agujeros datada originalmente en el 37.000 a.C. Se encontraron posteriormente los restos de una flauta tallada en marfil de mamut, y otra en hueso de buitre datándose de nuevo todo el conjunto en el 2012 por termoluminiscencia aportando una cronología anterior alrededor del 43.000 a.C.

La fecha de estas flautas es coherente con las innovaciones técnicas existentes en Europa central entre el 45.000 y el 40.000 a.C. y sugiere la instalación del Homo Sapiens en la región del alto Danubio antes de fase climática fría del 40.000-39.000 a.C. Otro tipo de instrumentos antiguos son los silbatos como el de la cueva de Auriñac descubierto por Édouart Lartet en 1860, realizado en una falange de reno y que permite sonidos de diferentes intensidades y variadas modulaciones. La Venus de Laussel, descubierta en el año 1909 por el doctor Lalanne en la localidad de Marquay, Dordoña, sujeta un cuerno en una de sus manos interpretado como un instrumento idiófono, es decir que producen vibración con su propio cuerpo.

Canto funerario

La función de la música en este periodo se analiza normalmente por analogía con poblaciones actuales de cazadores recolectores, donde la música y la danza se asocian a ceremoniales y actividades sociales de la comunidad. Aunque la capacidad artística y simbólica se ha atribuido tradicionalmente al Homo Sapiens por los investigadores algunos hallazgos ponen de manifiesto que esta capacidad existía previamente en otros homínidos como el Homo neardenthalensis a partir del hallazgo de una flauta realizada en un hueso de oso de las cavernas con una cronología alrededor del 43.000 a.C. en el yacimiento de Divje Babe en 1995 siendo una interpretación discutida. Tanto en las culturas del creciente fértil como en la Grecia clásica la música se caracterizaba por ser monofónica, es decir compuesta por una sola melodía sin armonía ni contrapunto, existiendo instrumentos comunes como la lira o la flauta de doble tubo.

La lira se consideraba instrumento nacional sumerio encontrándose en las tumbas reales de Ur, adornadas con oro, plata y placas de concha existiendo dos modalidades lira de pie y lira de mano siendo su representación más antigua de la época babilónica alrededor de 1800 a.C. El arpa fue popular en época sumeria pudiendo se sostenida en forma vertical u horizontal según el modelo. Fue también muy utilizado el laúd denominado en sumerio pantur, pequeño arco musical y también instrumentos de viento como la flauta, la chirimía formada por dos tubos de plata de igual longitud y sin boquilla con varios orificios. La Biblia por ejemplo describe la orquesta de Nabucodonosor II con trompetas o trompas, flautas u oboes dobles, liras y arpas que sonaban en forma individual al principio y luego conjuntamente.

Para los griegos la música era vista literalmente como un regalo de los dioses, de hecho fueron determinadas deidades las inventoras de instrumentos específicos según la Mitología. Hermes inventó la lira a partir de un caparazón de tortuga, Pan la siringa, y Atenea el aulós, una especie de flauta de doble tubo, contando Píndaro en las Píticas que el instrumento imitaba el canto funerario de las dos Gorgonas ante la muerte de su hermana Medusa. La lira y el aulós fueron los instrumentos que aprendían a tocar los jóvenes atenienses hasta el siglo V a.C. Alcibiades se negó a aprender a tocarlo ya que deformaba la cara por el esfuerzo y en la política, Aristóteles eliminó el aprendizaje del aulós en la formación de los jóvenes. En Atenas el aulós pasó a ser tocado por profesionales en banquetes, funerales, en los sacrificios religiosos y para marcar el ritmo a los soldados y a los remeros de los buques de guerra la cadencia de las palas.

Muchos de estos instrumentos se extendieron por el Mediterráneo antiguo, así en la cultura Ibérica las mujeres tocaban el aulós, instrumento llegado a la península Ibérica por el contacto con la cultura griega y fenicio-púnica tal y como se representa en los restos de los relieves de un monumento funerario de la ciudad de Urso (Osuna). En la Roma antigua, la música era habitual en los funerales y festividades. Según escribe Horacio, Lucio fue el primero que en el año 510 a. C. inventó en Roma una comedia que solo consistía en recitar versos acompañados de tocadores de flauta y después por otros de cuerda, con Lucio Emilio Paulo alrededor del 219 a.c, la música era habitual en festines y con Augusto acompañaba a las ceremonias oficiales encargando a Horacio al composición del Carmen saeculare cantado por un coro de niños con flautas en los juegos Seculares del 17 a.C. para complacer a las Moiras.