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Maribel Verdú y Leonor Watling presentarán unos premios Goya para celebrar la cultura y no hablar de política

Las actrices adelantan las bases del tono de la ceremonia que se celebrará el próximo 8 de febrero en Granada
Marta Moleón
  • Periodista. Amante de muchas cosas. Experta oficial de ninguna. Admiradora tardía de Kiarostami y Rohmer. Hablo alto, llego tarde y escribo en La Razón

Madrid Creada:

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En el hipotético establecimiento de un panorama ideal, es decir, igualitario y adulto, no debería asumirse como extraño algo que en realidad, resulta natural. Tan natural como que este año sean dos actrices y dos mujeres guionistas las encargadas de armar el esqueleto festivo y narrativo de la gala más importante de nuestra cinematografía: los Goya. Por desgracia ese panorama anhelado de momento parece que no existe o al menos no en su plenitud y por eso el hecho de que esto ocurra se asume como subrayable. "Cuando leo que esto es excepcional, espero algo muy loco, como si fueran, no sé, dos ratones, pero son dos actrices y dos guionistas, no es algo tan fuera de lo normal", ha señalado Leonor Watling esta mañana en la sede de la Academia de Cine en un intento de dotar de normalidad al anuncio de que junto a Maribel Verdú, ambas serán las presentadoras de la ceremonia en este 2025. Mientras que Laura Márquez y Paloma Rando (que repite este año) se ocuparán del guion. 
Rodeadas por un velo de misterio momentáneamente inquebrantable y sin proporcionar apenas información sobre el armazón estético y temático de la gala, las intérpretes, acompañadas por el presidente de la Academia Fernando Méndez Leite y las correspondientes guionistas ya mencionadas, han transmitido involuntariamente durante el encuentro mantenido con la Prensa una complicidad evidente y una sintonía humorística compartida (en la que Verdú se presenta como una cabeza más metódica y estajanovista y Watling añade el contrapunto caótico y tiernamente desordenado) que sirve para vaticinar al menos el tono que adquirirá el encuentro que tendrá lugar el próximo 8 de febrero en la ciudad de Granada.  
Preguntadas por la calidad de las películas nominadas y por la cosecha audiovisual de 2024, ambas han coincidido en destacar el carácter "fructífero" de una temporada en la que han optado nada menos que 335 películas a las nominaciones. "No recuerdo ahora mismo un año tan beneficioso para el cine español. 335 películas son muchas. Y a mí este año me ha llamado mucho la atención que haya habido bastantes de las que tanto me han gustado, que tratasen la cuestión de cómo morir dignamente o simplemente de morir como uno desea hacerlo. Es raro que de repente en un año coincidan tantas sobre ese tema", ha apuntado Verdú.  
"Para criticar bien la gala y poder cabrearse con enjundia, invitaría a la gente a que fuera a ver todas las películas y así tener conocimiento de lo que critica, como pasa con los partidos de fútbol", apostillaba Watling adelantándose a los futuros comentarios negativos o ventajistas que probablemente recibirá la celebración e incluso algunas de las obras ganadoras para rellenar la cuota de frustración colectiva de los críticos de salón correspondiente de todos los años. 
Sobre ese vaticinio de las críticas, pero en este caso las personales hacia su función como presentadoras, también han querido indicar su consciencia las actrices. "Como no estamos hablando de desembarcos militares ni de presupuestos nacionales, esto es un honor, un regalazo, y me parece muy bonito ser de las personas que van a estar cuidando a los nominados y las nominadas, que son los que en verdad estarán nerviosos", ha defendido Watling después de que Maribel reconociese prudente: "Sabes que es presentar los Goya y que te caigan por todos lados, esto hay que tenerlo asumido. Yo lo haré con todo el amor y todo el respeto, así que sobre todo lo que voy a hacer es disfrutar".
Acostumbrados desde los inicios de la historia del certamen a un componente político significativo, con mayor o menor intensidad, pero en cualquier caso siempre presente el día de la gala, Watling, que carece de experiencia como conductora al contrario que Verdú, quien ha aprovechado para recordar que hace 20 años ya presentó la gala junto Montserrat Caballé y Antonio Resines, ha recalcado que no esperan un cargamento de dardos ideológicos a pesar del contexto social y político que atraviesa en estos momentos el mundo, el cual ha destacado la actriz que es "para llorar". 
"Creo que los Goya son un momento para celebrar el cine. En cada obra presentada ya hay un posicionamiento"Leonor Watling
"Creo que los Goya son un momento para celebrar el cine. Un cine que ya a través de cada película tiene un discurso y tiene una opinión. Creo que en este sentido no hace falta comentarlo también en la gala porque ya están los creadores ahí para contar lo que han querido contar y en cada obra presentada hay un posicionamiento, las películas nominadas ya tienen un mensaje político. La Academia creo que está para celebrar esas películas, para mostrarlas, para auparnos y abrazarnos y por supuesto que los premiados tendrán su momento para decir lo que quieran si creen que es necesario. Pero desde la Academia estamos para celebrar el cine. Hay tan poquito hueco en los periódicos para hablar de cultura, ¿que encima lo vamos a llenar de política? No hombre, vamos a hablar de cultura", ha completado. 
Hace dos años en una entrevista Leonor Watling confesó que uno de sus anhelos y deseos profesionales más inmediatos era trabajar con Maribel Verdú. Ahora, el deseo ha pasado del terreno de lo soñado a la agradecida superficie de lo sucedido y estas dos mujeres carismáticas y talentosas que saben "cuáles son las auténticas cosas malas de la vida" van a poder practicar juntas una de sus aficiones más recurrentes con la Alhambra de fondo: el disfrute. "Nos gusta mucho divertirnos, la broma y queremos usar ese sentido del humor que tenemos. Afrontamos la vida desde un lugar muy parecido y vamos a tirar de ahí para pasárnoslo bien presentando esta gala", ha rematado Verdú, ganadora de dos Goyas y una de las intérpretes más reconocidas, respetadas y celebradas de nuestro cine.