El instrumento que prohibieron Hitler y Stalin por hacer “música degenerada”
Adolphe Sax inventó esta herramienta que ha sido esencial para el desarrollo del Jazz en todo el mundo
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Cuesta imaginar un concierto de Jazz sin un Saxofón. Este, se ha convertido en algo esencial para muchos tipos de música ofreciendo un sonido único e inigualable. Aun así, aunque el consenso acerca de su importancia es prácticamente unánime, hubo largos periodos de tiempo en que este fue perseguido.
Aun así, la historia de su nacimiento tiene su origen en una idea radical. Su padre, Adolphe Sax en 1841, quiso poner la caña de un instrumento de viento de madera dentro de un cuerpo de latón.
Esto ocurrió tras el auge que en aquel momento de la trompeta junto a la sutileza de la flauta que llevo a Max a realizar esta invención. Aunque en un primer momento este nuevo instrumento encantó a las bandas militares obtuvo un rechazo enorme por parte de los fabricantes.
Sax, incluso, llegó a recibir amenazas de muerte por parte de estos cuando se mudó a vivir a Francia un año después de inventarlo. Desde ese momento, la vida del creador del saxofón fue un autentico tormento llegando a la bancarrota en dos ocasiones.
Deberían pasar más de 50 años hasta que el nuevo instrumento fuese fuertemente aceptado en las bandas de baile donde llegó a ser una estrella de estas. El saxofón fue, así, uno de los instrumentos de moda durante el siglo XX aunque pasaría épocas vetado por los regímenes autoritarios.
Ahora, más de un siglo y medio después de su creación se conmemora el aniversario del nacimiento de su inventor. El 6 de noviembre se celebra el Día Internacional del Saxofón, instrumento que ha ofrecido largas horas de emoción y diversión.
Prohibiciones
Tras su aumento de popularidad desde principios del siglo XX este provocó el rechazo de muchos. Símbolo de la música Jazz y la diversión afroamericana que esta solía provocar, en la Alemania Nazi este instrumento se persiguió sin cuartel.
En 1933, con la llegada de los nazis al poder, este fue catalogado como “Entartete Kunst” algo así como arte degenerado, lo que provoco su persecución para evitar la música Jazz. Cinco sos después, incluso, aparecían carteles que representaban este tipo de música como un mono con una Estrella de David tocando el saxofón.
Su persecución fue tal que, incluso se volvió peligroso tocar el saxofón en aquella Alemania. Distintos informes de las SS relataban como se habían llegado a sacar instrumentos de la misma boca de los músicos.
Pero los Nazis no fueron los únicos que vieron en el saxo una amenaza. Durante la década de los años 30, Stalin y la Unión Soviética también persiguieron al instrumento y aquellos que lo tocaban.
Debido a que este era altamente popular en los Estados Unidos, los soviéticos decidieron prohibirlo tajantemente para evitar su influencia. Todo ello complicó uno de los activos más importantes que tenía Stalin, las bandas militares.
La importancia de estas era vital para levantar el ánimo de los soldados en las contiendas y se vieron obligadas a improvisar tras la ausencia de saxofones.
Como en la Alemania Nazi, todos aquellos que disponían de uno se vieron obligados a entregarlo a las autoridades bajo amenaza de ser detenidos si no lo hacían. El exilio llegó a ser, incluso, una de las condenas por tener un saxofón.