Entrevista

Víctor Manuel: «Todo en la vida está hecho para desposeer a los autores de la propiedad intelectual»

Celebra toda una vida entre canciones a través de una gira que culminará el 17 de diciembre en el Wizink Center de Madrid

Víctor Manuel representa el equilibrio perfecto entre la sonrisa amable y la palabra incisiva. Entre la coherencia y la protesta. Tiene 76 años, y su vida se ha forjado con la música y la palabra, dos herramientas que le sirven de aliento inacabable. La suya es una existencia entre canciones, y por ello, porque la música le acompaña desde que llegó al mundo, se encuentra celebrando su 75 aniversario en este universo, a través de una gira por todo el país. Un recorrido que culminará el 17 de diciembre en el Wizink Center de Madrid, y con el que subraya que no hay mayor impronta en su arte que la de exprimir las infinitas posibilidades de las ocho notas.

¿Por qué sigue cantando?

¿Y qué otra cosa puedo hacer? Hace muchos años que descubrí que esta era la profesión más hermosa. No hay otra en la que te aplaudan cada 3 minutos. Por tanto, no hay ningún motivo para cambiar. La cosa es que físicamente no puedas, o diferentes circunstancias.

¿Cómo mantiene el físico?

Aprendes. La vida puede hacerte más hábil, un poquito más sabio y saber dosificar tus energías. Cuidarte mínimamente. Lo peor para la voz es dormir mal o hablar a gritos en los bares o en las discos. Eso hace años que no lo hago.

¿Y mentalmente?

No he tenido nunca ningún problema en ese sentido, no ha sido un padecimiento subir a un escenario. Al contrario, para mí es más fácil estar en el escenario que en la vida común. Estar en una reunión con gente que no conozco es más difícil que estar ante 5.000 personas.

Entrevista a Victor Manuel
Entrevista a Victor ManuelEduardo ParraEuropa Press

¿Ha pensado en retirarse?

No, ni en los peores momentos de trabajo, nunca se me ha pasado por la cabeza.

¿Recomienda, entonces, una vida entre canciones?

Es lo mejor que le puede pasar a cualquiera. No hay nada mejor que la música, en el sentido comunicacional, de interconexión cerebral, de las cosas que puedes hacer a través de ella, los recuerdos que puedes hacer aflorar. No hay nada más poderoso. Cuentan que a la gente con Alzhéimer lo último que se les borra de la memoria es la música, y eso lo experimenté con mi madre. Estuvo en los últimos años en una residencia y les ponían, a un montón de hombres y mujeres devastados como ella, a escuchar pasodobles , y se acordaban de «Suspiros de España».

Para mí estar en una reunión con desconocidos es más difícil que actuar ante 5.000 personas

Víctor Manuel

De haber crecido en una época como la actual, ¿cómo sería?

No me imagino, porque yo provengo de un mundo más artesanal, en el que tenías pocos medios y valerte con pocas cosas para hacer tu música. Vengo de la precariedad, no sé cómo sería yo con un estudio en mi casa.

¿No es más difícil inventar cuando hay más posibilidades para crear y producir y, por tanto, más gente haciéndolo?

Si, pero de todas maneras esas ocho notas dan para mucho, y la combinación que puedes establecer con ellas es infinita y por eso hace que todavía sigamos escuchando música, que es original y que no está hecha antes. Hay otra música que es muy repetitiva, pero siempre la ha habido, gente que copia de otras copias, pero otra gente que inventa canciones y canciones muy estimables.

¿Qué opina de la IA?

Ceo que os va a quitar muchísimo trabajo a los periodistas. Seguramente a los músicos también, pero no me imagino a una IA escribiendo una canción de Sting o de Paul McCartney. Trabaja con residuos, y de ahí a la creatividad está un salto considerable que me parece difícil de dar.

Hay quienes la ven como una amenaza en cuanto a propiedad intelectual y derechos de autor.

Todo en esta vida está hecho para desposeer de la propiedad intelectual a los creadores. Hace muchos años ya escuché decir que había un cerebro ahí detrás, Bill Gates, que quería quitárnoslo todo. Y poco a poco lo van consiguiendo. Cuando empezaron las primeras «piraterías» en internet la gente miraba para otro sitio. El primer afectado fue la música, después el cine, pero yo siempre decía lo mismo: ya os tocará, aquí hay para todos.

¿Se ha avanzado en términos de cuidado hacia el creador?

No. Ha habido avances en lo que es la producción, el espectáculo... Pero todo ha contribuido a desposeer al músico de sus derechos. Si se queja Beyoncé, ¿cómo no me voy a quejar yo?

El cantautor y productor musical Victor Manuel. David Jar
El cantautor y productor musical Victor Manuel. David JarDavid JarFotógrafos

Le definen las canciones protesta, ¿la música debe incomodar?

No tiene por qué, hay gente que se acomoda muy fácil con la realidad y no tiene necesidad de tocar los huevos a nadie. Son elecciones muy personales, pero sigue habiendo gente que piensa que debe contar lo que pasa a su alrededor.

¿Le incomoda algo?

Sí, me incomoda lo que no puedo controlar. Me incomoda que me bombardeen a través de redes con cosas que las leo y me parecen tonterías. Yo soy capaz de pensar que son tonterías y analizarlas así, pero hay mucha gente que no se da cuenta para nada de eso. Y por tanto, obra políticamente en función de esos mensajes que recibe.

En el pasado ha sido censurado y cancelado, ¿y aún así le molesta lo que ocurre en X?

No me conformo nunca ni me he quejado tampoco. Seguramente nunca me habrás oído quejarme de los cientos y cientos de lugares en los que no he podido cantar porque hay gente que no está de acuerdo con lo que hago. Como he elegido yo ese camino, no me lo ha enseñado nadie, me hace más libre y por tanto no me quejo, porque ya me va bien. Es decir, hay otra gente que con tantos méritos como yo no le ha ido tan bien en la vida y tiene más derecho a quejarse que yo.

¿Qué ocurre cuando se politiza la música?

Si la música es liberadora, está politizada ya. Hay gente que quiere que la música sea meramente funcional y que sea como un mueble más en este salón, y hay gente que no quiere eso. Es una lección de vida y de música, no es obligatorio emprender un camino que muchas veces te provoca problemas, entonces tú lo eliges y con ello apechugas.

¿Se siente orgulloso de su camino vital y profesional?

Yo elegí el de hacer lo que me daba la gana hace ya muchos años, y lo he conseguido a trancas y barrancas, a veces con éxito, a veces con ostracismo, a veces con fracaso. Estoy muy contento de haber estado tantos años en escena dependiendo de mis canciones en esta profesión en la que nadie te regala nada. Cuando dependes nada más del gusto del público, de que te elija, te sientes libre.

Ha hecho lo que le ha dado la gana, ¿teniendo a su público en cuenta?

No, y muchas veces he fracasado. Está claro que no he tenido en cuenta mi público, me he tenido en cuenta a mí, lo que yo quería hacer en cada momento, por eso a veces no es que aciertes, es que te equivocas completamente de lo que tienes que hacer o lo de que el público espera de ti.

¿No hay presiones para Víctor Manuel?

No, y tampoco las acepto. El daño justo es la discrepancia, aunque eso es aceptable. Lo más importante para un músico es descubrir muy pronto que no puedes gustar a todo el mundo. Eso duele mucho, pero asumirlo es la mejor medicina.

"La IA trabaja con residuos, y de ahí a la creatividad hay un salto que me parece difícil de dar"

Víctor Manuel

En las redes sociales se intenta, precisamente, gustar a todos.

Las redes sociales provocan destrozos innumerables, ya no solo a gente que se dedica al arte, sino también a la de la calle, que se mata por un "like". Es muy jodido todo eso, vivir en ese escaparate es demoledor para la cabeza.

¿Qué le apetece hacer a partir de ahora?

Me apetece escribir canciones, yo canto porque escribo canciones y ese es el motivo, ese es mi bagaje intelectual. He hecho unas canciones y me subo a un escenario y la gente parece que sigue queriendo escucharlas, pues ya está. O sea, no me muevo de ahí, ni un centímetro. Por tanto, quiero escribir canciones más pronto que tarde para hacer un trabajo nuevo.

¿Dónde o cómo busca la inspiración?

Continuamente tengo bombardeos que me inspiran. Todo vale. Si entras en mi teléfono verás que hay notas por un tubo de cosas que pueden ser canciones en algún momento, y a lo mejor de 200 de esas notas sacas una canción. Pero ahí está el germen de todo. Es algo tan imposible transmitir, quiero decir, yo tengo una idea mínima, pequeñita, y empiezo a estirar y a estirar, y a veces sale una canción. Y, cuando sale, Jesús, eso es tocar el cielo.

¿Me pone algún ejemplo?

Hay muchas, desde hace muchos años, siempre trabajo con notas. Antes andaba siempre con un casetillo grabando cosas, ahora con el teléfono es mucho más fácil. A mí me vienen muchas cosas cuando camino por la calle, y de cosas que veo de cosas que escucho inmediatamente grabas esa pequeña nota de voz y ahí siempre hay algo.