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Confesiones de verano

Norma Duval: "Una vez tuve un Rubiales y rodaron dos tortas"

Fue musa del destape y ahora es una celebridad por la que no pasan los años: un rostro imprescindible de nuestra televisión

La actriz Norma Duval durante el photocall de los premios de teatro Valle Inclán 2018 en Madrid.
La actriz Norma Duval durante el photocall de los premios de teatro Valle Inclán 2018 en Madrid.GtresGtres

Pasear con ella por Madrid es hacerlo con una súper star. A Norma Duval (Barcelona, 1956), que alumbró a este negocio como Miss Madrid en 1973, le piden fotos y besos hombres, mujeres y medio pensionistas. Niños también. Estos últimos desconocen que su nombre real es Purificación García y que fue musa del destape. La han descubierto en «Masterchef», el penúltimo de sus desafíos. Los mayores sí recuerdan que conquistó París como primera figura del Folies Bergére –el cabaré más famoso de la capital francesa en los 80– y que desde entonces siempre ha sido chica de revista. Mientras la prensa rosa se ocupaba de sus dimes y diretes, la Duval se hizo empresaria y rostro imprescindible en la televisión. Ha sacado adelante tres hijos, fruto de su matrimonio con Marc Ostarcevic, y dos sobrinas, hijas de su hermana fallecida. En ello sigue. «El espíritu militar me ha marcado mucho. Mi padre nunca me puso la mano encima, pero con una mirada...», nos confiesa desde el mercadillo mallorquín de Ampuria, donde apura su primer verano de casada junto a Matthias Kühn.

-Creció en una colonia militar y es hija de comandante. ¿Es usted de ordeno y mando o de las que da cuartelillo?

-Una mezcla. Mando cuando es necesario y cuartelillo cuando toca.

-La norma que rige su carrera desde puso un pie -y en pie- el Folies Bergère...

-La disciplina militar y que cada uno puede conseguir lo que se propone si tiene facultades.

-Madre numerosa y generosa, empresaria de éxito y vedette estelar. ¿De qué condecoración se siente más orgullosa?

-De haber creado una familia, porque al final el trabajo es muy bonito, pero la realidad está en tu casa, y es lo que he creado: mis hijos, mis niñas, mi nieto, mi hermano, mi hermana...En mi casa soy una madre más. Los galones los dejo en el felpudo.

-¿Cuál ha sido la escalera más difícil de subir y de la que más rápido se ha querido bajar?

-Bajarlas es más complicado...Por ejemplo, cuando te bajas de una relación hay que hacerlo con mucha cabeza, para no romperte la crisma. El tierra trágame tierra lo hemos vivido todos.

-¿A quién le lanzaría el zapato si se pusiera a tiro?

-Ya se lo lancé hace muchos años. Fue una anécdota divertida y Jimmy Giménez-Arnau dijo que mis zapatos olían muy bien.

-¿Cuántos Rubiales han intentando darle un «piquito» y cómo les ha parado los pies?

-Una vez tuve un tema, lo paré rapidísimo y hasta hoy. He sido empresaria y no he tenido que pasar por ciertas situaciones. Una vez sí hubo un Rubiales y rodaron dos tortas bien dadas. Fue en TVE.

-El hijo de la baronesa Thyssen se ha comprado una casa en Suiza al lado de la suya. ¿Cree que se acercará a pedir sal o allí todo es muy frío?

-Ni harina ni sal ni nada. Le deseo lo mejor a él y a su madre, a la que conozco hace 43 años. Conmigo siempre ha sido encantadora.

-Tras un tiempo apartada de la televisión, ahora tan pronto le plantean un desafío como le colocan un delantal. ¿Algún proyecto confesable por el que vaya a tener que cruzar los Pirineos este otoño?

-Tengo un programa registrado y lo estoy empezando a mover.

-Se ha tenido que casar tres veces para darse cuenta de que....

-La vida no sabes lo que te depara. Ha sido larga y me ha dado más oportunidades de vivir tres vidas, opuestas una a la otra. Yo soy muy clásica y lo que me gusta es tener un marido. Ni ligues ni picoteo.

-Han cancelado varios conciertos de José Manuel Soto por un tuit muy desafortunado. ¿Libertad de expresión o libertad sin ira?

-No tiene defensa, cada uno tiene sus ideas políticas, por eso vivimos en un país democrático, pero sin insultar. Me sabe mal porque es un tipo que me cae bien.

-¿Sara Montiel o Carmen Sevilla?

-Amaba a las dos. Carmen era como mi hermana y Sara, fuimos muy amigas. De hecho vivo en la casa de Sara cuando estoy en Mallorca.

-Siempre ha sido una mujer rebelde y muy valiente. Echando la vista atrás, ¿en qué tenían razón sus padres?

-Que tengo el carácter de mi abuelo segoviano, castellana, disciplinada y creo en la gente hasta que me demuestren lo contrario. Me gusta mucho ayudar y también me han ayudado. Mi gran fortuna son mis amigos, que enriquecen mi existencia.