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El Senado devuelve su sitio a la Tauromaquia
El diestro Roca Rey, que arropó a Albert Serra y a la RUCTL, desafió a Urtasun: «Aquí estamos, no necesitamos su permiso»

Este lunes 3 de marzo, el antiguo Salón de Sesiones del Senado se convirtió en el epicentro de la cultura taurina con la entrega del Premio Nacional de Tauromaquia, recuperado tras su supresión por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun. Lo que debía ser un intento de borrar el galardón se convirtió en una reivindicación que lo hizo más fuerte que nunca. La Cámara Alta, junto a nueve comunidades autónomas (Andalucía, Cantabria, Murcia, Valencia, Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid y Castilla y León) y la Fundación Toro de Lidia, asumió el desafío y otorgó el premio ex aequo al cineasta Albert Serra y a la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia (RUCTL).
Serra fue reconocido por su película “Tardes de soledad”, mientras que la RUCTL recibió el galardón en su 120 aniversario por su papel en la preservación del toro bravo. El acto contó con la presencia de Andrés Roca Rey, protagonista del filme, y quien después de dejar pasar varias oportunidades para significarse al respecto, aprovechó para arropar a los premiados y lanzar un mensaje directo al ministro Urtasun: “Aquí estamos, no necesitamos su permiso”. Sus palabras desataron una ovación cerrada. “La tauromaquia sigue adelante con la fuerza de quienes la defienden y llenan las plazas. La cultura no se impone desde un despacho, se mantiene viva en la sociedad”.
El presidente de la Fundación Toro de Lidia, Victorino Martín, subrayó la importancia del premio: “Es el galardón de la libertad frente a la censura. Celebramos la cultura en libertad, pese a los intentos de silenciarla”. Por su parte, el presidente del Senado, Pedro Rollán, remarcó que la tauromaquia “mientras más se ataca, más revitalizada sale” y defendió su impacto cultural, social y económico. “La tauromaquia sostiene a miles de familias y dinamiza la economía. Es sostenibilidad, biodiversidad y protección del campo. Sus enemigos deberían informarse antes de atacarla”.
En su turno, Albert Serra agradeció la concesión de este reconocimiento y explicó su motivación para filmar una película como “Tardes de soledad”: “Los artistas tienen la obligación de hacer lo contrario a lo que se espera de ellos. El cine revela lo que no se puede ver de otra manera”. Como prueba del impacto del filme, relató una anécdota tras el estreno del filme en Nueva York: “Una espectadora vegana me dijo: ‘La película me ha encantado, me ha hecho cambiar todas las ideas que tenía. Usted me ha corrompido’. Es una metáfora del poder del cine”.
Finalmente, Antonio Bañuelos, presidente de la RUCTL, recogió el premio en nombre de los 346 ganaderos que integran la asociación. “Somos la organización ganadera más antigua de España. Llevamos siglos conservando la raza autóctona más emblemática del país”, señaló. “El toro bravo es marca España en cualquier parte del planeta. Una joya cultural y ambiental que todos tenemos la responsabilidad de proteger”. También recordó que la Constitución obliga a los poderes públicos a preservar las manifestaciones culturales, algo que muchos parecen olvidar.
La entrega reunió a numerosas figuras del mundo del toro. Entre los toreros, destacaron Enrique Ponce, Curro Vázquez, Ortega Cano, Cayetano, Emilio de Justo, Tomás Rufo y David Galván. También asistieron ganaderos como los hermanos Miura, Juan Pedro Domecq y Ricardo del Río, entre otros profesionales. El acto fue un mensaje de unidad y determinación de un sector que no está dispuesto a ceder terreno.
El cierre de la ceremonia estuvo a cargo de Pedro Rollán, quien lanzó un mensaje claro: “Ojalá este sea el único Premio Nacional de Tauromaquia que tenga que convocar el Senado y que todo vuelva a su sitio. Pero, si no es así, desde ya podemos empezar a trabajar en la siguiente edición”.
Con esta entrega, la tauromaquia ha recuperado el lugar que nunca debió perder. Como sentenció Roca Rey: “Lo que importa es el toro, y el toro ha ganado”.
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