Todos los números que nos dejó la Feria de San Isidro

Ahora sí, San Isidro 2024 ha terminado. Es cierto que el abono concluyó el sábado 8 de junio con el fiasco ganadero de Román Sorando, que vino a representar perfectamente lo que fue la feria madrileña, frustrante en cuanto a la ausencia de bravura, salvo excepciones de toros puntuales, con lo que se puede decir esa que fue una de las grandes culpables de que el ciclo isidril no fuera todo lo exitoso que habríamos querido, al menos en el apartado artístico.

Pero hablar de una Feria de Madrid sin la Corrida de Beneficencia y la, instaurada el año anterior, Corrida “In Memoriam”, suena incompleto. Por esa razón, para todos los efectos del análisis estadístico y de resultados que presentamos en este reportaje, entendemos San Isidro al completo, con un total de 28 festejos: los 26 del abono y los 2 fuera del mismo.

Es verdad que lo que queda en la memoria es lo que realmente nos ha emocionado, detalles de calidad de los toreros, triunfos rotundos, un toro bravo y encastado e, incluso, algún momento de épica heroicidad, que cada aficionado valorará en mayor o menor medida, pero para entender de forma más pragmática lo sucedido en Las Ventas durante este mes de toros, nada mejor que los datos.

Los toros sí interesan

Y el más importante de todos los que arrojó la pasada feria lo encontramos en la taquilla, pues muy a pesar de lo que dicen los contrarios a la tauromaquia con la boca llena, aquello de que «los toros no interesan», lo que quedó claro es que es todo lo contrario. Un total de 587.317 espectadores poblaron los incómodos tendidos de la plaza de toros de Las Ventas en los 28 festejos del ciclo. O lo que es lo mismo, cada tarde de toros tuvo una media de 20.976 asistentes, lo que corresponde al 91.3% del aforo total (22.964 localidades). De hecho, en 14 festejos, la mitad del serial, se colgó el cartel de «No hay billetes», lo que convierte la feria en todo un éxito de convocatoria. Algo que, sin duda, habría sido aún mejor si en la arena se hubiesen cosechado más éxitos.

Por ponerlo en perspectiva, sólo ocho festejos bajaron del 90% del aforo, siendo la peor entrada la del domingo 12 de mayo, cuando se lidiaron los toros de Baltasar Ibán, con Calita, Francisco de Manuel y Álvaro Alarcón en el cartel, y asistieron a la plaza 15.111 aficionados (65.8%). En promedio, las corridas de toros (incluida la mixta) tuvieron un aforo de 92.3%, mientras que las de rejones el 98.2% y las novilladas alcanzaron un 79.3%.

Más curioso resulta ver el comportamiento del público según qué día de la semana, pues es precisamente esa estructura la que analiza la empresa para buscar una mayor rentabilidad. Así, los martes, el día reservado para las tres novilladas y la corrida de José Escolar, tuvieron una media de 78.1% de asistencia. Los miércoles, que acogieron cuatro corridas de toros, llegaron al 91.2%, mientras que los jueves se convirtieron en el segundo mejor día, con un promedio de 95.9% en las cuatro corridas celebradas. El día estrella fue el viernes, pues las cinco corridas programadas colgaron el «No hay billetes», mientras que los sábados, reservado para las dos de rejones y otras tres corridas de toros, alcanzaron el 95.4% del aforo. Finalmente, el domingo, día en que se agendaron hasta seis corridas de toros, obtuvo una asistencia promedio del 86.6%

En la arena

Un total de 59 toreros de siete nacionalidades distintas (España, Francia, Portugal, México, Perú, Colombia y Venezuela) actuaron en Las Ventas, divididos entre 44 matadores de toros (5 de ellos confirmaron alternativa), 9 novilleros (con 5 presentaciones) y 6 rejoneadores, entre ellos la única mujer, Léa Vicens. Y aunque en los carteles anunciados sólo se presentaron dos bajas, la de José María Manzanares el jueves 30 de mayo, y la de Morante de la Puebla el domingo 16 de junio, sólo se dio una sustitución: la de David Galván por Manzanares, pues la Corrida «In Memoriam» en la que actuaba el sevillano se quedó en mano a mano. Así, no entró ningún torero diferente a los anunciados en San Isidro, mientras que todos los acartelados, sí que hicieron el paseíllo en Madrid.

Entre ellos se repartieron las 22 orejas que se cortaron en todo el ciclo, las mismas que propiciaron hasta cinco Puertas Grandes, las conseguidas por los matadores Borja Jiménez, Fernando Adrián, los rejoneadores Guillermo Hermoso de Mendoza, Diego Ventura y el novillero Jarocho. De ellos, sólo los jinetes y el novel torero burgalés salieron a hombros tras una faena premiada con las dos orejas, mientras que los matadores lo hicieron cortando oreja y oreja. Incluso, el sevillano, que se alzó como triunfador del ciclo, fue también el más premiado, pues obtuvo un total del tres orejas. Alejando Talavante igualó al madrileño Fernando Adrián con dos apéndices, mientas que otros nueve toreros obtuvieron un trofeo cada uno, son ellos: Román, Tomás Rufo, David Galván, Isaac Fonseca, Paco Ureña, los rejoneadores Pablo Hermoso de Mendoza, Sergio Galán y los novilleros Alejandro Peñaranda e Ismael Martín.

Hubo también otras diez faenas que merecieron el reconocimiento de la vuelta al ruedo, realizadas por Diego Urdiales, Román, Miguel Ángel Perera, Emilio de Justo, David Galván, Paco Ureña, Manuel Escribano, Samuel Navalón, Jarocho y Alejandro Chicharro. Aquí también podríamos mencionar la faena de Borja Jiménez a «Dulce», de Victoriano del Río (toro para el que, por cierto, se le pidió insistentemente la vuelta al ruedo y le fue negada), que con una oreja se vio obligado a dar dos vueltas al ruedo, como compensación por la negativa del palco a otorgar el merecido doble trofeo.

Menos mal volvió Florito

Después de mencionar al que fue premiado como el mejor toro de la feria, cabe recordar que el regreso del emblemático mayoral de la plaza se ha notado en la presencia del ganado elegido para la feria. Cierto es que el juego y la fuerza que puedan traer sólo se puede verificar una vez haya pisado el ruedo, pero se nota que el listón se ha vuelto a poner arriba, por mucho que los veterinarios hayan dejado colar algún animal que seguramente no debió lidiarse en esta plaza o se pusieran estupendos para hacer que otros, de impecable trapío, tuvieran que ser regresados a la finca. También es cierto que esa mayor exigencia ha hecho que se multiplique la cifra de toros de cinco años cumplidos presentados en Madrid, que este año ha llegado a los 87 ejemplares, lo que representa el 58% del total. Corridas como las de Fuente Ymbro, El Parralejo, La Quinta, Toros de El Torero, Juan Pedro Domecq, Victorino Martín y Adolfo Martín, fueron íntegramente cinqueñas.

No obstante, aunque se anunciaron 29 hierros, se terminaron lidiando hasta 38, debido a que cuatro corridas de toros y una novillada debieron remendarse con algún toro de una divisa diferente, y que debieron saltar a la arena hasta 8 toros y 3 novillos sobreros para sustituir los devueltos por problemas de fuerza en su mayoría. Así, los hierros de El Pilar, José Vázquez, Luis Algarra, Torrestrella, Juan Manuel Criado, Chamaco, Torrealta, Torrehandilla y Villanueva, terminaron entrando en unos carteles en los que no aparecían en un principio.

En total se lidiaron 168 reses (150 toros y 18 novillos), de las que 93 (76 toros y 17 novillos) correspondieron al encaste Domecq, es decir, el 55.3% de todo lo lidiado en la feria. En su orden, le siguieron las estirpes de Albaserrada con un 1.7% (18 toros), Murube (14 toros) para un 8.3%, Núñez (11 toros y 1 novillo) con el 7.1%, a Atanasio-Lisardo le correspondió un 4.2% por sus 7 toros, mientras que Santa Coloma, Torrestrella, Miura y Contreras, cada uno con seis toros, representaron un 3.6% de lo lidiado en la feria por cada encaste.

En cuanto a los pesos, los toros lidiados a pie tuvieron dieron un la báscula un promedio de 565 kilos, los de rejones llegaron a los 568, mientras que los novillos redondearon los 500 kilogramos. Por encaste, los más pesados fueron los toros de Miura con una media de 591 kilos, luego aparecen los de Atanasio (579 kg), Santa Coloma (574 kg), Torrestrella (571 kg), Murube (568 kg), Domecq (564 kg), Núñez (561 kg), Albaserrada (558 kg) y Contreras (547 kg).

Pero, sin duda, lo más notable ha sido la cantidad de reses silenciadas o pitadas en la feria, lo que da una imagen del pobre juego que dieron en la arena, pues de las 168 lidiadas, 106 se arrastraron sin reconocimiento. Así, 28 animales recibieron pitos en el arrastre, mientras que a 78 se les silenció. Por lo tanto, los 22 trofeos otorgados en el ciclo, fueron cortados entre los otros 62 animales que sí fueron aplaudidos (49) u ovacionados (13). Entre ellos, además de «Dulce», cabe recordar a los «Bastonito», «Rebeco», «Experto», «Tejonero», «Orgulloso», «Bromista», «Periquito» y «Cubanoso», como artífices de lo más recordado de San Isidro 2024.

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Los clarines y timbales sonaron de más

►Uno de los aspectos que más destacó durante el serial isidril ha sido la gran cantidad de avisos que han sonado. Cada vez parece más normalizado que las faenas se extiendan de más. Es cierto que los toros, algunos, ha desarrollado un fondo importante, pero lo que se ha visto en Madrid por estos días han sido muchas faenas anodinas, apuradas hasta llegar a escuchar el recado presidencial cuando aún no han tomado la espada y, en otros casos dejando sonar los clarines por temor a perder un trofeo con el uso del descabello. Sea como sea, se han escuchado un total de 79 avisos, siendo Roca Rey el torero que más escuchó, con 6, tres de ellos en un mismo toro, seguido de Miguel Ángel Perera, con 5 y Sebastián Castella con 4. En total, sólo una faena, la del peruano, apuró los tres recados, mientras que el doble aviso sonó en 11 faenas y otras 54 labores hicieron sonar los clarines y timbales.