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Teatro

Se vende palco del Royal Albert Hall por 3 millones

Quien se haga con estos 12 asientos podrá disfrutar de los eventos celebrados en la icónica sala de conciertos durante los próximos 843 años

Vista exterior del Royal Albert Hall de Londres
Vista exterior del Royal Albert Hall de LondresWikimedia

El Royal Albert Hall de Londres es quizá la sala de conciertos más icónica y reconocida del mundo. Se inauguró en marzo de 1871, y se construyó para cumplir un sueño del príncipe Alberto, consorte de la reina Victoria, quien imaginaba un espacio que fuese utilizado para promover las artes y las ciencias. Desafortunadamente, no sobrevivió a su construcción, pues falleció mientras se desarrollaba el proyecto. En su memoria, recibió su nombre, y hasta el día de hoy no ha parado de celebrar la cultura: han pasado por su escenario artistas reconocidos a nivel internacional, de música clásica o incluso de rock, así como ha acogido galas benéficas, entregas de premios o incluso torneos de tenis. Por tanto, se trata de un lugar icónico, y de obligada asistencia para todo aquel amante de las salas de espectáculos. Ahora, desde el teatro ofrecen una oportunidad que para nada es común: se vende un palco privado del Royal Albert Hall, por nada menos que 3 millones de dólares.

Se trata de un espacio de 12 asientos, y aquella persona que los adquiera podrá asistir a conciertos y eventos del mundialmente famoso recinto durante los próximos 843 años. No se vive tanto ni en la ficción, pero es que así funcionan las normas en este lugar. Originalmente, las normas de arrendamiento de las zonas de la sala se realizan por 999 años. Este palco privado que se vende pertenece a Brendan Parsons, séptimo conde de Rosse, y a su esposa, Alison, quienes viven en un castillo en Irlanda. Les quedan 843 años del contrato, y aunque pertenece a su familia durante generaciones, parecen que no le van a dar el uso que merecen, y de ahí la millonaria venta.

Las mejores vistas

El Royal Albert Hall ha sido desde el principio financiado por parte de personas a las que se les asignaron asientos a cambio de una inversión. Actualmente, son empresas, organizaciones benéficas y otros individuos quienes son los titulares de los asientos actuales, algunos de los cuales son propiedades familiares que se remontan al siglo XIX. El tiempo pasa, las cosas cambias, y eso es lo que habrá, quizá, llevado a los condes de Rosse a vender sus asientos, algo que desde el teatro indican como "una oportunidad única de comprar un magnífico palco Grand Tier de 12 asientos en la sala de conciertos más prestigiosa del mundo. Ofrece las mejores vistas del escenario principal, donde se puede entretener a invitados con estilo".