Real Madrid-Valencia (2-0): La victoria más profesional

El Real Madrid ganó al Getafe y el conjunto de Bordalás pareció un equipo pequeño y huidizo. El Real Madrid derrotó Valencia y el equipo ché dio la impresión de ser un grupo de futbolistas sin alma y que nacieron cansados de la vida. Puede ser que los dos rivales de los de Zidane sean así o puede ser que el Real Madrid haya encontrado ya su modo de estar y así despacha los partidos sin dar una opción a los rivales. Es una gran noticia que los blancos empiecen a sumar puntos sin sobresaltos y que hayan encontrado al fin la velocidad justa para circular y, sobre todo, para competir en LaLiga.

No es un equipo brillantísimo, pero si es eficiente, aprovecha sus recursos, va al grano y no deja que los rivales espabilen. Hace unas semanas, el Real Madrid estaba a una galaxia de ser algo así. Al Valencia lo aniquiló con un gol de Benzema y otro de Kroos en la primera mitad y no necesitó forzar la máquina en ningún momento. Aplicado atrás, con todos los futbolistas al mando de la voz ronca de Casemiro y resolviendo las veces que llegó con claridad arriba, el equipo de Zidane va dejando muescas de que esto le importa más de lo que parecía no hace mucho. Ha sido en lo peor, con muchas bajas y después de las tormentas de enero, cuando ha encontrado la personalidad que mejor le va en estos tiempos austeros: trabajos profesionales para sumar puntos y estar donde tiene que estar cuando llegue la hora de decidirlo todo.

El objetivo de Zidane es mantener este tono todos los días y también contra rivales que aprieten. Si el entrenador francés consigue convencer a los suyos, como hizo el año pasado, el Madrid va a competir con seriedad hasta el último segundo, lo que no es poco a estas alturas. Con un cambio de sistema respecto al último choque, pues Zidane volvió a los cuatro defensas y los tres centrocampistas, no perdió actitud el equipo, dominador todos los minutos y manejando los tiempos sin excesiva dificultad.

Se aprovecha del buen estado de forma de Kroos, que es una máquina exacta para encontraro al hombre mejor colocado, y del esfuerzo de todos por el objetivo común. Por ejemplo, Vinicius. El brasileño ha perdido resolución arriba, porque las palabras nunca pasan sin dejar una huella y se ha cortado con la pelota, quizá dando vueltas a lo que hace tiempo dijo Benzema. Es más tímido cuando ataca, pero más ordenado cuando defiende. Puede que sea una fase de aprendizaje y ahora ayuda al equipo todo el rato, al menos en defensa. Falta que aparezca el futbolista diferente cuando corre con la pelota.

No hizo falta Vinicius para ganar el partido. Bastó con que Benzema encontrase acomodo en una esquina del área. Si al resto de delanteros centros del mundo se les pregunta qué zona del campo les gusta, dirán que lo más cerca de la portería, puede que entre el área grande y la pequeña. Si se le pregunta a Karim, lo más probable es que conteste que él es feliz en las esquinas del área, donde baja a recibir, despista a los centrales y encuentra las llaves. Por allí le vio Kroos, cuando el Madrid tenía la pelota todo el rato y buscaba el modo de hacer daño. Se la dio y Benzema se dejó de tonterías: a gol.

No hubo más emoción porque el Valencia no sabía lo que quería. Tardó 59 minutos en hacer que Courtois se estirara. No hizo nada antes, no hizo nada después. Se supone que el plan (pero se supone, pues nada se vio) era esperar al Real Madrid. Sin embargo, para eso hace falta ánimo y nervio, al menos dar la impresión de que te importa algo lo que está sucediendo. Pero no perseguía o si lo hacían era como si fuera lo último que se les ocurría.

El Madrid encontró sitio por la banda derecha con Lucas Vázquez, que tuvo que salir por un desafortunado Carvajal. Volvía tas su lesión y se volvió a lesionar cuando no se llevaba ni media hora de juego. Lucas estuvo a tope para hacer lo de siempre: cosas muy buenas y cosas inexplicables. De repente da un pase atrás que es un balonazo que pone en peligro a su defensa, como que participa en las jugadas más peligrosas de ataque. De su banda nació el tanto de Kroos. Otro que tampoco se anda con tonterías: tiró, hizo el segundo y el Valencia no lo sintió porque, qué más daba.

Se relajó el Madrid en la segunda parte. Pudo marcar Mendy y Courtois paró una muy buena para demostrar que estaba en el partido. Falta muy poco para días duros, el Madrid se está afinando.