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Lukaku, un futbolista nacido de la rabia

El delantero belga llega a la Eurocopa en su mejor momento. Tras una infancia dura, es el tercer jugador que más dinero ha movido en traspasos

Lukaku, durante un entrenamiento antes del debut de Bélgica en la Eurocopa ante Rusia
Lukaku, durante un entrenamiento antes del debut de Bélgica en la Eurocopa ante RusiaSTEPHANIE LECOCQEFE

Romelu Lukaku mide 191 centímetros y pesa más de 90 kilos. Es un jugador grande, enorme, el delantero «más difícil de cubrir», opinó Vicente del Bosque en «La Gazzetta dello Sport». Ese cuerpo que tiene ahora da problemas a los rivales, pero cuando era pequeño le daba problemas a él. Sus padres son del Congo, él nació en Amberes y cuando jugaba en infantiles tenía que escuchar aquello de que tenía más años de los que aparentaba. Incluso una vez se vio obligado a mostrar el carnet a los padres de los chicos del equipo contrario para demostrarlo. Claro que ésa no fue la mayor dificultad que pasó cuando era un niño, según relató él mismo en «The Players Tribune». Su infancia fue dura. De padre futbolista, al final de su carrera el dinero empezaba a escasear y las primeras señales fueron que la televisión por cable desapareció: ya no podía disfrutar del fútbol, incluso recuerda que todo el mundo hablaba de la volea de Zidane al día siguiente de la final de la Champions de 2002 y él tuvo que hacer como que la había visto, cuando no pudo. Los cortes de luz durante algunas semanas o la falta de agua caliente fueron las siguientes pistas. Pero la definitiva llegó el día que al volver de la escuela para comer vio cómo su madre mezclaba la leche con agua porque no les daba para toda la semana. Él tenía seis años.

212 millones de euros

Todo eso lo transformó en rabia y en más ganas de querer ser futbolista, de querer jugar en el Anderlecht, equipo con el que debutó a los 16 años y donde empezó una carrera que le ha llevado por el Chelsea, el West Brom, el Everton, el Manchester United y el Inter de Milán, y a ser titular y uno de los referentes de la selección de Bélgica. Es el tercer jugador que más dinero ha movido en traspasos en la historia. Esa lista la encabeza Neymar, con 310,2 millones de euros (o más, pues su fichaje por el Barça fue un tema oscuro que acabó en los juzgados), seguido de Mbappé con 230 y con Romelu en tercer lugar con 212 y sin que el PSG haya sido uno de sus equipos, como en los dos que le «superan». Muchas veces ha sido objeto de críticas por no llegar al rendimiento que quizá se esperaba de él, y a ratos se le mete entre los delanteros más letales del mundo, aunque, por ejemplo, en el videojuego FIFA no lo vean así, de lo que el propio atacante se quejó el pasado diciembre. «¿81 en velocidad? ¿Habéis visto mi segundo gol contra el Shakhtar Donetsk? ¿Qué es esta mierda?», escribió en redes sociales. Lukaku puede alcanzar los 35 kilómetros por hora y una estadística que salió en febrero decía que superaba los 25 kilómetros por hora 28 veces por partido. En el Inter ha llegado este curso a su momento de mayor esplendor: ha sido campeón de la Serie A y nombrado el mejor jugador de la liga, con 24 goles y 11 asistencias.

La Eurocopa de 2021 puede ser su campeonato. Es el máximo goleador en la historia de Bélgica con 60 goles en 93 partidos y en él confían para que la selección que dirige Roberto Martínez dé un salto más, después de ser semifinalista en el pasado Mundial. Con Hazard lesionado y De Bruyne tocado, Lukaku será el capitán en el estreno de los «diablos rojos» hoy contra Rusia. «No es el mismo jugador que hace tres años. Defenderlo ahora es más difícil. Puede crear más espacio para los compañeros. Tenemos que aprovechar esto al máximo», piensa Martínez. Al lado del entrenador español vuelve Thierry Henry, que ya estuvo con el conjunto belga en la Copa del Mundo de 2018. Allí ya empezó a mejorar a Lukaku y ahora puede seguir haciéndolo crecer.