Mundial de Clubes
El Real Madrid se toma un respiro y termina goleando al Al Ahly (1-4) en el Mundial de Clubes
Los goles de Vinicius y Valverde parecían sentenciar el partido, pero marcó Maaloul y los de Ancelotti sufrieron hasta los tantos de Rodrygo y Arribas
Hay momentos de la temporada en los que todo parece mucho más complicado y el Real Madrid está en eso. Nada le sale fácil como antes y tiene que esforzarse el doble para conseguir victorias, si es que las consigue. Fue mejor contra la Real Sociedad y no le sirvió de nada, vivió una tortura casi literal en el campo del Mallorca y ganó con más dificultad de lo que el rival y el marcador anunciaban contra el Al Ahly en la semifinal del Mundial de Clubes. Apenas pudo relajarse porque le costó todo el primer tiempo encontrar el gol y porque no le duró mucho la ventaja de los dos tantos. Eso provocó que el choque se le hiciera más largo de lo prevista y con más intervenciones de Lunin de lo pensado. Es que hasta tuvo un penalti al final para que Modric cerrase el encuentro y como Asensio en Mallorca, lo paró el guardameta rival. Tuvo que ser un taconazo de Ceballos y la salida de Arribas las que lo aclararan.
Ganó el Madrid algo que no consiguió hacer el otro gran favorito, el Flamengo y ahora al Madrid le queda la final del sábado contra el Al Hilal, un equipo también inferior a priori. Pero también era mejor y con más jugadores experimentados el equipo brasileño y se quedó en el camino. No está el campeón de Europa para fiarse de nadie porque no está ni para fiarse de sí mismo. Tienen lesionados que desdibujan al equipo, falla penaltis, no hace tantas ocasiones como antes y le cuesta imprimir su ritmo en los partidos. Tiene que exigirse el doble que antes para ganar y no siempre le da.
No disfrutó durante mucho tiempo el Real Madrid. En la primera parte porque no supo cómo hacer daño, algo que le pasa mucho en estos tiempos y eso que Rodrygo y Vinicius mostraron complicidad, pero para que diera resultado hubo que esperar más. En la primera mitad pasaron los minutos sin que nada sucediera, con un Madrid al ritmo de Kroos y Modric, quizá titulares en la final o quizá no, pero esa decisión puede tener cierta profundidad: es una final y eso marca la jerarquía del equipo. Si Ceballos no es titular, sabrá que, otra vez, ha pasado al segundo plano, pese a todos sus esfuerzos y pese al pase de tacón en el tercer gol del partido.
Con un Madrid sin excesiva claridad tuvo que ser Vinicius, fresco, sin patadas ni persecuciones, sin que le acusen de ser culpable de recibir patadas, el que cambiara el paisaje aprovechando un error rival para aprovechar su velocidad y su remate y poner por delante al equipo español. El encuentro se tuvo que poner cuesta abajo ya con el tanto de Valverde, que celebró con rabia, porque era algo que llevaba tiempo buscando. Un gol de llegada al área por sorpresa, su mejor virtud y que había dejado de lado. Si Valverde toma confianza con ese tanto, pueden cambiar las noticias, y para el Madrid.
No sucedió lo esperado, sin embargo, el rival, quizá porque ya se veía derrotado, se tiró para arriba sin miedo y por el lado de Camavinga, que no pudo mostrar las virtudes de otros días. Sufrió el francés de lateral en la banda izquierda y por ahí sufrió el Madrid al que los dos tantos a favor no le pareció una distancia suficiente. Llegó el rival mucho más de lo esperado y sufrió el Madrid. Y más cuando Camavinga llegó tarde e hizo un penalti que ni hizo necesario ni que lo viera el VAR.
De repente, el equipo egipcio se vio en el partido y lo estuvo, con otra ocasión clara que se marchó fuera. El Madrid temió lo peor unos instantes, pero la salida de Ceballos le cambio el ritmo vital, por eso es tan necesario el futbolista andaluz.
Respiró el Madrid y por fin pudeo tomarse el partido de otra manera: hasta Ancelotti sacó a un canterano, Arribas, con lo que le cuesta al italiano. Y la joven promesa marcó al salir al campo. No está mal una alegría en estos tiempos del Madrid.
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