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Dudas, rumores y enemigos: 100 días a oscuras en la Ciudad de la Luz

El central sigue siendo un enigma en el PSG. Las lesiones, los rumores y el hartazgo del club y de los aficionados han convertido el sueño con el que aterrizó en el aeropuerto parisino de Bourget en una pesadilla

Del sueño a la pesadilla: los 100 días de ramos en París
Del sueño a la pesadilla: los 100 días de ramos en ParísArchivoLa Razon

El 8 de Julio de 2021 se anunciaba a bombo y platillo el fichaje de Sergio Ramos por el París Saint Germain. Se cerraban así 16 años de leyenda en el Real Madrid y arrancaba un proyectazo para que el central siguiera compitiendo al máximo nivel una vez cumplidos los 35 años. Llegaba en medio de una gran expectación por parte de los aficionados y hasta se atrevía con sus primeras palabras en francés. “El mejor lugar para seguir soñando” afirmaba el central, que desconocía que pronto se tornaría en pesadilla.

13 de agosto: una fecha fatal

El camero no pisó con el pie derecho al aterrizar en el aeropuerto parisino de Bourget y los malos augurios no tardarían en hacerse realidad. El 13 de agosto el PSG confirmaba la baja de Sergio Ramos para al menos cuatro semanas por una lesión en el soleo de su pierna izquierda, pero las recaídas lo han mantenido hasta el día de hoy en el dique seco y su situación sigue siendo un enigma.

En menos de un mes el ex capitán del Real Madrid vio como el club parisino comenzaba a buscar su relevo y filtraba supuestos malos rollos en el vestuario motivados por la actitud del central. En club no ocultaban su malestar con la actitud del camero desde que el español recalase en el equipo parisino y su nueva lesión tampoco ayudaba. Desde el entono del club aseguraban que Sergio Ramos había llegado “crecido”. “Ha habido detalles con gente del staff del equipo, miembros del club que trabajan para los jugadores, que no han gustado y a eso se han unido algunas exigencias que no han sido precisamente bien recibidas. Ramos es una estrella pero hay más estrellas como él por encima y ya no es el capitán”, contaban a todo aquel medio que quería escucharlos.

“Ha llegado crecido”

Ramos no solo ha tenido que luchar contra su estado físico sino por adaptarse a un vestuario repleto de egos y dividido ante su llegada. De hecho, según publicaba “Le Parisien” nada más hacerse oficial su contrato, la noticia de su fichaje cayó como una bomba dentro de la plantilla que dirige el argentino Mauricio Pochettino y provocó una marcada división en el vestuario. Algunos consideraron que su contratación es innecesaria, ya que esa zona del campo se encontraba cubierta. El rotativo explicaba que Kimpembe, internacional con Francia, podría ver reducidos sus minutos dentro del campo de juego y esto generó un gran malestar del defensa con la directiva del club. Un caso similar es el del otro central: Marquinhos. El brasileño no veía una estrategia clara dentro del mercado de fichajes.

De puertas hacia dentro colea todavía la manera en que se marchó Thiago Silva, cuya relación con los jugadores del PSG sigue siendo magnífica. La plantilla no entendió tras lo sucedido con Thiago Silva, que el club fichara a Sergio Ramos, con unas exigencias económicas altas. Además de Marquinhos y Kimpembe, el club de la capital francesa cuenta en esa misma zona de influencia en el campo con Thilo Kehrer, Abdou Diallo y Timothée Pembélé.

Mutismo en redes sociales

Todo esta situación, unida al retraso de su debut y a los problemas de su familia para adaptarse a su nueva vida en París han acabado por afectar al ánimo del camero que optó por el mutismo más absoluto en redes sociales. Durante su etapa en el Real Madrid era habitual que subiera contenidos prácticamente a diario e incluso su actividad se volvió frenética en las semanas previas a su fichaje por el PSG. Ahora, su número de publicaciones se ha reducido drásticamente. En Instagram, sus mensajes brillaban por su ausencia desde hacía 10 días, algo que ha acabado con lo que parece ser un grito de desesperación. Y mucho más alarmante es su Twitter, donde no publica nada desde el 15 de agosto cuando agradeció la bienvenida en París. Ni un solo “tuit” sobre su trabajo de recuperación o de felicitación a sus compañeros tras una victoria.

Ayer, un nuevo mazazo oficial aguardaba al central: 10 día más de aislamiento y ni un solo dato positivo sobre su recuperación. No se ha incorporado al grupo y no jugará hoy contra el Angers ni tampoco ante el Leipzig el martes. Los médicos del PSG no ceden a las presiones del defensa español que ha roto su silencio con un elocuente mensaje en Instagram.

El sevillano ha realizado varios intentos por probarse y poder disputar sus primeros minutos pero por el momento sin resultado positivo. Sigue entrenando en solitario y en el club parisino no están dispuestos a arriesgar y vivir la situación que se vivió en el Real Madrid cuando forzó su presencia en el encuentro de la selección ante Kosovo el pasado 31 de marzo de 2020 donde volvió a recaer. Posteriormente, el 5 de mayo jugó en Stamford Bridge el encuentro completo contra el Chelsea (2-0) en la vuelta de la semifinal de la Liga de Campeones. Fue su último partido con el Real Madrid y, hasta ahora, el último que ha disputado. Por ello, a pesar de sus reiteradas peticiones al club, los servicios médicos del PSG se muestran inflexibles y desaconsejan forzar a Ramos. El motivo: el serio riesgo de una recaída importante.

Desde L’Équipe, aseguran que Ramos quiere jugar ya con el PSG y que su entorno lo está filtrando en España, pero que la realidad dista mucho de las pretensiones del ex madridista.

El grito de Ramos en Instagram

Tras el infortunio que parece perseguir a Ramos desde su llegada a París, el defensa español ha roto su silencio con un mensaje en su Instagram que ha sido interpretado por los aficionados como la señal definitiva de que no traviesa su mejor momento. Tras un mutismo casi absoluto en redes sociales, el central ha publicado una imagen con la palabra “valentía” escrita en su frente y un mensaje que ha alarmado a sus aficionados sobre cual puede ser su situación real en el PSG, donde continúa aislado del grupo.

“Son muchas las ocasiones en las que he sentido que era valiente. Pero sin duda son más aquellas en las que he hecho caso a lo que había #EnMiMente y he hablado con mi gente de lo que me preocupaba. Porque nuestras emociones y pensamientos no tienen que ser un tabú. Porque ponerlos en palabras hace que sea mucho más fácil gestionarlos. Cuenta lo que pasa por tu mente. Habla de tus emociones. Hablar es de valientes”, ha escrito el camero.

De momento, Ramos sigue a oscuras en París.