Análisis
El Barcelona, más que una crisis
El entrenador que llegue el próximo junio al Barcelona lo hará a un club sin capacidad económica, con el Camp Nou a medio construir y con el "caso Negreira" acechando. Xavi anunció su adiós en busca de un golpe de efecto
"Sí", contestó Xavi. Y se hizo un pequeño silencio. La pregunta era si creía que su marcha del Barcelona el próximo 30 de junio, como acababa de anunciar unos instantes antes tras la derrota ante el Villarreal, era la solución a los problemas del club, y la respuesta fue clara. El entrenador jugó la última carta que le quedaba en la baraja para intentar enderezar el rumbo de una temporada que puede terminar en desastre total. El cuarto gol del "submarino" es la imagen perfecta de lo que le ha sucedido al equipo este curso muchas veces. Entre De Jong y Araujo regalan un balón en su área y nadie acierta a despejar, ni el portero Iñaki Peña, para confirmar el despropósito.
El Barcelona de Xavi ha tenido dos momentos en los que pensó aquello de "hemos vuelto". Lo dijo Piqué después de vencer por 0-4 en el Bernabéu en 2022, el primer curso de técnico al frente del equipo, aunque llegó en noviembre. Lo repitieron todos tras vencer también en un Clásico la Supercopa de 2023, y sobre todo por la manera de hacerlo, por el juego desplegado. Pero el despegue después de aquel título fue corto. Le aguantó para ganar la Liga con comodidad, pera ya al final de campaña sumó varias derrotas que anticiparon lo que estaba por venir. Desde ahí hasta ahora el equipo azulgrana ha ido a menos, sin continuidad, sin poso, débil sin importar el rival que tuviera delante.
Los jugadores defienden a Xavi
La marcha de Xavi, que entendía que ya no tenía control sobre la situación, ni soluciones, y que lo anunciara en este momento tan delicado busca tener un efecto de rebajar tensión en el club, y que se deje de hablar de su futuro, y liberar a los jugadores, que hagan piña y se unan para acabar la temporada de manera decente; que él sea un motivo más para seguir peleando. "Fuimos campeones el año pasado cuando veníamos de la nada. El míster se hizo cargo de un equipo que estaba hundido, que había perdido la filosofía… Y nos devolvió la identidad", afirma Araujo. "Está haciendo un gran trabajo, la culpa es de los jugadores", aseguró De Jong. Puede que lo que busca el técnico suceda, sí, pero dependerá sobre todo de si encadena algunos buenos resultados que levanten el animo de un equipo alicaído. Pero también puede pasar que los futbolistas se desconecten del todo, sabiendo que ya no van a tener que dar cuentas a Xavi el próximo curso; y que el ruido alrededor del club no pare con los nombres de los posibles aspirantes al banquillo.
Tres escenarios
Los cuatro meses pueden acabar en tres escenarios: el menos probable sería que el Barça acabara ganando la Champions, y eso acallaría todo. Quizá el más probable es que caigan en octavos o cuartos en Europa y aguanten en Liga. Y el terrible para la entidad sería dejarse ir y no conseguir un puesto para la próxima Liga de Campeones. Con el Girona arriba y el Real Madrid sólido, quedan dos puestos y están el Athletic Club con confianza, el Atlético, puede que la Real Sociedad...
No puede fichar
No está el Barcelona para pelear por los grandes nombres en el mercado de fichajes, ni por prestigio ni por lo boyante de sus arcas, y menos todavía después de haber hipotecado parte del club con las palancas. En teoría estas iban a servir para formar un equipo competitivo que tuviera un rendimiento inmediato, pero no está siendo así. Lo que es casi un milagro es que futbolistas como Gündogan hayan aceptado ir al Camp Nou en estas circunstancias, aunque el alemán ha estado lejos de su mejor rendimiento casi en todo momento. Fichó gratis, como Iñigo Martínez. Joao Félix y Cancelo están cedidos. El gasto importante ha sido en Vitor Roque (40 millones), un joven que todavía es una incógnita. La gran inversión fue el año pasado en Raphinha (58 millones), Koundé (50) y Lewandowski (45), todos ellos cuestionados, más Pablo Torre (5), que está cedido.
Los jóvenes, esperanza y riesgo
El futuro de la entidad pasa por los jugadores jóvenes, pero tampoco eso es fácil de gestionar. Necesitan tiempo para crecer y para jugar juntos y eso supone muchas derrotas que el club no se puede permitir salvo que cambie de modelo y acepte que va a estar unos años (o unos años más) en la sombra, algo duro tal y como está pensado ahora el negocio. Además, tampoco sería garantía de nada, sólo sería una apuesta que, eso sí, permitiría sanear el club. Lo de ir con remiendos de momento no le ha funcionado.
¿Como el Milan?
Se arriesga el Barça a ser un equipo a la deriva, a convertirse en un nuevo Milan, el dominador del continente a finales del siglo pasado y el comienzo de este que ahora está un escalón por debajo de la superélite. Y todo con el Camp Nou a medio construir y con el caso Negreira acechando. No es un panorama agradable para el técnico que llegue en junio. Así que la solución a todos los problemas del club no está solo en la marcha de Xavi. Al preparador catalán, leyenda del club, lo llamaron casi a la desesperada y ahora lo que parece milagroso es que ganara una Liga. Se ha quemado en el banquillo de un club con un futuro al menos inquietante.
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