FC Barcelona
Guerra abierta con Alba, Piqué y Busquets: las cifras que los colocan en el disparadero
Las duras declaraciones de Joan Laporta en la Asamblea General Ordinaria de este fin de semana les señala la puerta de salida
En el club ya apuntaban hace meses que la revolución del Barça para lograr un equipo competitivo que funcione debía pasar por la salida de Sergio Busquets, Gerard Piqué y Jordi Alba, tres de los cuatro capitanes del equipo que están bajo sospecha por su rendimiento y su alto coste. Pero ahora, la guerra ya es pública y notoria. El Barça ya no se esconde y la sentencia sobre los pesos pesado del vestuario es clara. La presente temporada en Can Barça es sin duda la del cambio en el terreno deportivo, económico y, por supuesto, de imagen, muy dañada en los últimos tiempos. Una de claves es dar un vuelco a la plantilla y empezar el adiós definitivo de las ‘vacas sagradas’ del vestuario.
Rifirrafes en el vestuario
Durante las últimas semanas ha hablado mucho de los encontronazos de Xavi y Laporta especialmente con Piqué y Jordi Alba. Hace unos días, medios catalanes, revelaban un nuevo enfrentamiento entre el entrenador y el futbolista que deja entrever la delicada situación de Piqué. Habría ocurrido en el descanso de la derrota frente al Bayern Múnich, por la Liga de Campeones de Europa. A Piqué se le habría escapado una frase enfadado por no disponer de minutos: “No juego ni a la petanca”. Y Xavi lo habría escuchado. Las versiones indican que el entrenador le respondió sin cortarse ni un pelo: “¡Pues menos vas a jugar!”. Toda una declaración de intenciones que vuelve a poner sobre la mesa la intención del club de forzar su marcha.
Casi idéntica situación con Jordi Alba. El lateral catalán fue uno de los protagonistas en el último día del mercado de fichajes del FC Barcelona, donde pudo irse cedido al Inter de Milán. Una negociación que no gustó nada al jugador que no dudó en estallar contra Laporta días después.“A mí me gusta ir de cara y que me vayan de cara. En este mundo del fútbol ya no me sorprende nada”, dijo sin tapujos.
Y a ello se suma un encontronazo con Xavi -filtrado hace unos días- que acabó con una lapidaria frase que resume a las claras el desencuentro. El último partido del Barça 2021/22 fue un amistoso en Australia. Xavi Hernández y la mayoría de la plantilla volaron en chárter a Sydney durante más de 10 horas. El viaje, contando la diferencia horaria, supuso casi un día entero. Un esfuerzo considerable —para 90 minutos de fútbol contra una selección de estrellas del país oceánico— que despertó críticas de la plantilla. Entre los más molestos con la obligación de formar parte de la expedición estaba Jordi Alba, uno de los dos capitanes que cogieron el avión (Piqué y Sergi Roberto estaban lesionados). El lateral catalán no dudó en quejarse del amistoso ante los compañeros, algunos de los cuales eran jóvenes del filial. “Preguntaba por qué se tenía que hacer ese viaje y la respuesta de Xavi fue muy clara: “Para pagar contratos como el suyo”, según filtraron al diario Ara desde el vestuario culé.
En este escenario, la negativa de los capitanes a bajarse el sueldo ha hecho estallar definitivamente la caja de los truenos y la guerra, que antes disimulaban de puertas hacia fuera, ahora es pública y notoria. Si el pasado jueves, el el vicepresidente económico del club, Eduard Romeu, admitía admite que los sueldos de las “vacas sagradas” eran un lastre para el club y advertía que no habrá “equilibrio hasta 2025″, fecha en la que ya habrían finalizado los contratos de contratos Gerard Piqué, Jordi Busquets y Jordi Alba; ese fin de semana Joan Laporta les daba la puntilla.
Laporta ha lamentado que algunos jugadores, sobre todo los capitanes, se negasen a modificar sus condiciones económicas: En ese sentido, Laporta ha lamentado que algunos jugadores, sobre todo los capitanes, se negasen a modificar sus condiciones económicas: “Lo hemos intentado. Hemos hablado con algunos jugadores para negociar una rebaja y no se ha dado. Lo aceptamos con deportividad. Y hemos hecho salidas. Hemos tenido que avalar con 10 millones para poder inscribir a Koundé”.
Los capitanes se defienden asegurando que ya han perdonado mucho dinero al club e incluso Jordi Alba sigue insistiendo que no le pidieron una rebaja salarial este verano pero la realidad que suponen un agujero inmenso para las arcas blaugranas.
El agujero económico de los capitanes
El salario de Alba y Busquets ascendería hasta los 20 millones de euros brutos por temporada, y el de Piqué estaría rondando los 30, lo que hace la suma de 70 millones de euros anuales para pagar a tres futbolistas, según adelantan medios catalanes. Además, explica la citada información que el club les sigue adeudando cerca de un 70% de las cantidades que aceptaron diferir en su momento, que es un total de 80 millones de euros.
El central catalán firmó una renovación en la que su salario era progresivo: Así, Piqué cobraría 18 millones de euros brutos en la campaña 20/21, 27,7 en la 21/22, 29,5 en la 22/23 y 40,8 en la 23/24.
Es justo decir que el defensa blaugrana ha perdonado mucho dinero al club pero aún así el dineral que el Barça debe abonarle es impactante. Según adelantó Culemanía, El Barça debe 31,6 millones brutos a Piqué.
Teniendo en cuenta que el Barça hace dos pagas, lo que cobrará esta temporada ronda los ocho millones brutos. Esa cantidad aproximada, sumada a los 19,6 millones (70%) que ha diferido este curso, da un montante final de 28 millones brutos, que fue lo que le firmó por contrato Bartomeu en 2018.
Una cifra que algunas fuentes aseguran que puede llegar a los 40 millones de euros incluyendo derechos de imagen y otros conceptos como el bonus de fidelidad.
El pasado mes de agosto el club le pidió una nueva rebaja salarial que no llegó a concretarse.
Sus compañeros Busquets y Alba tienen salarios un poco más bajos. El actual capitán del primer equipo percibe, por contrato, unos emolumentos de 23 millones de euros brutos. El 70% que se ha diferido implica que el Barça le deberá 16,1 millones para la próxima temporada. Mientras que de la temporada anterior aún se le deben los 9,9 millones diferidos (42,9%) en noviembre de 2020. En el caso de Jordi Alba, con un salario de 20 millones brutos, se le deben 8,6 millones de la temporada 20-21 y 14 millones del curso 21-22. Por lo tanto, el Barça deberá el año que viene 26 millones a Busquets y 22,6 millones al lateral de L’Hospitalet.
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