Entrevista

Manuel Leyes: «Una lesión de rodilla tiene consecuencias también en el cerebro»

El doctor, que fue uno de los ponentes en el World Football Summit, destaca la importancia del factor psicológico en la recuperación

El doctor Manuel Leyes, en el World Football Summit
El doctor Manuel Leyes, en el World Football SummitWorld Football Summit

Por las manos del doctor Manuel Leyes han pasado las rodillas de varios de los mejores deportistas de España. El último de ellos, Dani Carvajal, aunque la entrevista se hizo antes de la última operación, durante el World Football Summit, el congreso futbolístico que se celebró a mediados de octubre en Madrid y en el que el doctor Leyes intervino como ponente en uno de los paneles.

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¿Hay más lesiones ahora?

Últimamente estamos teniendo más lesiones que en el pasado. Yo creo que influyen varios factores. Por una parte el juego ha cambiado un poco, cada vez es más físico, cada vez son más rápidos, más fuertes. Se juega más, muchas veces no hay el descanso suficiente entre partidos. También ha cambiado la pretemporada, ahora mismo se hacen giras con partidos bastante exigentes al principio de la temporada. De hecho vemos muchas lesiones que se dan en la pretemporada. También ha aumentado mucho también la participación de las mujeres en el fútbol, eso también ha disparado las lesiones. En algunas patologías el riesgo de lesiones es muchísimo mayor. El ligamento cruzado, que es una de las lesiones más frecuentes, es como tres o cuatro veces más frecuente que en los hombres con el mismo tiempo de exposición. Yo creo que todos esos factores han concluido en que hayan aumentado las lesiones. Antes la estadística de la UEFA decía que se rompía un cruzado por equipo cada dos temporadas. Y ya en los últimos años hemos tenido equipos en los que ha habido dos y tres cruzados en la misma temporada. Yo creo que sí que han aumentado la incidencia de lesiones.

Todo eso, la pretemporada, el exceso de partidos, ¿influye también en que se repitan las lesiones como el cruzado?

La recidiva, o la rerrotura del cruzado, siempre la hemos tenido. No es una cosa nueva. Es verdad que ahora nos hemos vuelto más conservadores en cuanto a la vuelta a la competición. Solíamos dejarles jugar a los seis o siete meses y ahora lo normal es que se vuelvan a jugar, si son mayores de 20 años, al octavo o noveno mes. Y los que son más jóvenes, que tienen un riesgo mucho mayor de volver a romperse, no vuelven a jugar hasta el año. En ese sentido ahora somos más conservadores. También tenemos más medios para realmente medir cómo está el jugador. Ya no sólo utilizamos el calendario, sino que tenemos un montón de tecnologías que nos permiten valorar si el jugador está en disposición de volver a jugar.

¿También cuenta la falta de entrenamiento, que se sustituya por partidos?

Claro, influye. Es un poco de lo que hablamos en el World Football Summit. Hay que poner el foco también en proteger al actor fundamental del fútbol, que es el jugador. En el fútbol hay multitud de intereses, pero es imprescindible cuidar al jugador. Y muchas veces también es culpa del jugador, que no quiere parar y no es fácil, pero es el actor principal del fútbol y es fundamental cuidarlo. Prevenir lesiones, darle educación en cuanto al bienestar, cuidar la salud mental, que siempre, tradicionalmente, la habíamos olvidado. Siempre era, bueno, hay que jugar, te duela o no, tira para adelante. Ahora esto se cuida mucho más para conseguir que tenga una carrera más larga.

¿Por qué se recuperan antes los veteranos?

No es que se recuperen antes, es que tienen menos riesgo de rerrotura. El joven al octavo mes ya se encuentra pletórico y estaría perfecto para jugar, pero la estadística nos dice que se rompen con mucho más frecuencia. Entonces tenemos que esperar a que madure más el ligamento y también existen cambios que se producen en el cerebro cuando rompes el cruzado. Y hay que recuperar esa plasticidad neuronal. No es sólo una lesión de la rodilla sino que tiene consecuencias también en otras zonas como el cerebro. Y eso cada vez somos más conscientes de que hay que reentrenarlo. También influye el miedo. Una vez que vuelven a jugar tardan un tiempo en perder por completo el miedo cuando entran a un balón dividido, por ejemplo. Eso tarda. Nosotros solemos decir a los jugadores que la mayoría, el 90 y mucho por ciento, vuelve a jugar. Pero volver a jugar al mismo nivel que tenían antes de la lesión lo hace aproximadamente un 70 por ciento. Y depende mucho de la posición en la que jueguen. En general, cuanto más explosivo sea el jugador le cuesta más. A un delantero, por ejemplo, le cuesta más volver al nivel que a un defensa. Por otro lado, el defensa se lesiona más veces porque no lleva la iniciativa de la jugada, tiene que responder al imprevisto que le haga el delantero.

Los giros, ¿no?

Los giros, sí. El defensa se lesiona más, pero es más fácil que vuelva al nivel que tenía antes.

«Antes se rompía un cruzado cada dos temporada en un equipo; ahora vemos dos y tres por temporada»

¿Por qué hay más lesiones en mujeres que en hombres?

En el tema del cruzado influyen muchos factores. Por una parte, la anatomía. Influye también el tamaño del lugar donde pasa el ligamento, que se llama la escotadura. Ese espacio es menor en las mujeres. La masa muscular, en general, es más grande y más fuerte en los hombres. Y también hay factores hormonales que aumentan el riesgo. Se junta todo y al final, para el mismo tiempo de exposición, las mujeres se rompen tres o cuatro veces más.

Dice que las lesiones afectan también al cerebro. ¿Tienen que trabajar con psicólogos los jugadores para perder el miedo?

Sí. De hecho, cuando se lesionan, al poco tiempo, les pasamos una escala de miedo. Esa escala de miedo se pasa recién lesionado y después al principio de rehabilitación. Y hemos visto que esa escala se correlaciona después con el rendimiento que va a tener una vez que esté curado. A los pacientes que tienen más miedo en esa escala les cuesta más volver. Y por eso ahora tienen apoyo psicológico desde el principio. En los que vemos que puntúan muy alto, el psicólogo está muy encima de ellos. Es verdad que una vez que has pasado por una rotura de cruzado, por todo lo que implica el proceso de recuperación, de rehabilitación, el tiempo que estás fuera del campo, hay muchos jugadores que tienen mucho miedo de volver a lesionarse.

¿Esa recuperación es más complicada que la de la rodilla en sí?

Yo no diría que es más complicada porque la de la rodilla también es dura. Yo diría que es tan importante. Es muy importante hacerlo porque condiciona la vuelta a la competición, la vuelta al nivel que tenía. Incluso puede afectar a la nueva lesión. Si el hecho de tener miedo le cambia mucho la mecánica al jugador, podría propiciar que tenga otro tipo de lesiones.

¿Cuál es la lesión más complicada que ha tenido?

En general, las lesiones más complicadas no suelen ser en el ámbito del fútbol, sino que suelen ser en traumatismos de alta energía, más frecuentes en precipitaciones, en accidentes. En el mundo del fútbol son difíciles de solucionar las lesiones de cartílago.

Una lesión como la rótula de Contador, ¿es más complicada que un ligamento?

Alberto tuvo una fractura que no era quirúrgica porque no afectaba en la superficie de carga, pero tuvo problemas con la herida. Se hizo una herida en la caída en el Tour y se suturó sobre la marcha para intentar que siguiese la etapa, pero después la herida se acabó abriendo y necesitó una limpieza y un deslizamiento. Y eso lo hicimos pocas semanas antes de que comenzase la Vuelta, pero los ciclistas, son distintos, pueden con todo. Y Alberto, a pesar de que estaba siendo operado pocas semanas antes, acabó ganando la Vuelta a España. Pero su lesión no es que fuese muy grave, lo complicado era cuándo ocurrió y el momento que era.

«De las cosas más raras que he visto en mi vida es Carlos Soria. Su cabeza lo puede todo»

¿Cuál es el caso más curioso que ha tenido?

Yo creo que de las cosas raras que he visto en mi vida es el caso de Carlos Soria. Que con 86 años, con una prótesis de rodilla, haya sido capaz ahora de subir el Manaslu, un ochomil a los 86 años, eso yo creo que es irrepetible. No creo que nadie vuelva a hacerlo porque necesitas tener una genética envidiable, una dedicación, un esfuerzo que es... Yo no conozco a nadie de esa edad que pueda hacer una gesta como la que hizo Carlos. Yo creo que no lo veré en mi vida.

Pero incluso sin prótesis, con esa edad.

Sí, incluso sin prótesis. Carlos, aparte de la prótesis, tiene una fractura compleja que casi le cuesta la vida. Ha tenido un montón de cosas, pero es excepcional lo que ha hecho. Yo creo que es irrepetible.

¿Operó usted a Carlos?

A Carlos lo operé dos veces. Lo operé en la prótesis y después cuando se rompió la tibia en el Daulagiri. Pero afortunadamente su cabeza puede con todo. Yo siempre le digo, Carlos, aunque te hubiese cortado la pierna, yo creo que subías igual. Y se ríe, pero yo creo que Carlos es capaz de hacer eso.

Igual a algún futbolista le vendría bien una charla con Carlos Soria por la escala de miedos.

Carlos te llena de energía positiva. La verdad es que es una suerte conocerle y un gusto tratarle.

El pubis que tanta guerra le da a Lamine Yamal, ¿es complicado?

El pubis es una lesión muy frecuente del futbol. Se produce generalmente por una descompensación entre la masa muscular de los abdominales y los adductores. Cogido a tiempo se maneja con tratamiento conservador, pero a veces se vuelve crónico y hace falta operarles. Es muy típica del futbol, es muy molesta para ellos y muchas veces no les deja rendir. Tradicionalmente hacíamos una cirugía en la que soltábamos los adductores, pero ahora hemos aprendido que hay que reforzar también la pared abdominal. Esa es la clave. Es una cirugía que da buenos resultados. Al final la mayoría de los que operas vuelven a competir, pero lo ideal es tratarlo a tiempo para que no acabe un quirófano.

¿Eso es más frecuente o es más complicado en futbolistas jóvenes?

Yo diría que no es más complicado, es muy parecido. Lo vemos en la patología por sobreuso y no es tan frecuente verlo en jugadores muy noveles. Son gente que ya está bastante baqueteada, bastante trabajada. Pero yo creo que se recuperan parecido, tanto los jóvenes como los más mayores.

¿Se pueden prevenir lesiones como los ligamentos?

Sí, sí, sobre todo en el fútbol y también en el balonmano se han hecho muchos estudios y se han hecho pautas de programas de prevención de la lesión de cruzado que funcionan. En algunas estadísticas disminuyen hasta el 50 por ciento el riesgo de lesión. La FIFA tiene un programa que es el FIFA 11, que incluso tiene una adaptación para los niños. Y en otros deportes como el balonmano también existen programas específicos para disminuir lesiones. Se entrenan gestos, la forma de recepcionar, los saltos, cómo evitar movimientos de la rodilla en los que la metes hacia adentro. Realmente son programas que funcionan si los aplicas.

¿Condiciona la forma de operar o sobre todo la forma de recuperar el deporte o incluso la posición dentro del mismo deporte?

Sí, nosotros siempre hablamos de que la cirugía del ligamento cruzado anterior es un traje a medida. No hacemos la misma reconstrucción en un jugador de rugby que en una gimnasta, que en un saltador o que en un futbolista. Incluso en el mismo deporte, en el fútbol, dependiendo de las lesiones previas que haya tenido un jugador, utilizamos un injerto o utilizamos otro. Eso varía mucho. No es la misma cirugía para cada jugador ni para cada deporte.