Acorralado

Rubiales cambia de planes y dimitirá hoy

La falta de apoyos y las críticas unánimes, incluida la de la FIFA, han llevado al todavía presidente de la Real Federación Española de Fútbol a cambiar su decisión

Luis Rubiales ha cambiado de opinión y presentará este viernes 25 su dimisión como presidente de la Real Federación Española de Fútbol. La catarata de reacciones a todos los niveles provocada por sus gestos en la celebración del título de España como campeona del mundo ha provocado que Rubiales modificara sus intenciones. El expediente disciplinario que la FIFA le abrió fue un elemento determinante que se sumó a las críticas recibidas desde todos los niveles. Políticos, instituciones, clubes, federaciones territoriales, jugadores, entrenadores... Rubiales, como no podía ser de otra forma, no veía otra salida.

El beso a Jenni Hermoso, sin consentimiento, en la entrega de medallas tras la conquista del Mundial, sumado a los gestos y el comportamiento desde el palco de Rubiales, provocaron la censura política, una serie de denuncias –hasta tres a la Fiscalía General del Estado–, y una serie de sucesos que derivaron en reacciones casi unánimes en las últimas horas. La declaración de Jenni Hermoso pidiendo a través del sindicato FUTPRO «medidas ejemplares» contra el presidente, la falta del apoyo esperado en las territoriales antes de la Asamblea General Extraordinaria de hoy y el expediente de la FIFA alteraron el plan de Rubiales. Pese a que su idea inicial no era dimitir, durante el jueves cambió de opinión y lo comunicó por la tarde a su equipo de confianza.

La petición de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, la unión de los partidos políticos en la petición de dimisión, la denuncia de la Liga Profesional de Fútbol Femenino (Liga F) ante el Consejo Superior de Deportes (CSD), solicitando la inhabilitación por su «bochornoso comportamiento» y el expediente abierto por FIFA a la par que perdía apoyos en el fútbol español, han dado forma a la decisión que Rubiales comunicará hoy en la Asamblea que en principio se convocó para obtener un respaldo que no llegaría en ningún caso.

El Gobierno, además, había prometido «actuar» si no se tomaban medidas. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, aseguró que «las cosas no pueden quedar así». Esa idea ya la había expresado a Efe el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, cuando advirtió que el Consejo Superior de Deportes (CSD) actuaría ante las denuncias recibidas para tomar medidas. También la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, expresó su condena en los últimos días en redes sociales.

Rubiales esperaba cuando convocó la Asamblea que el mundo del fútbol le apoyara, pero a horas de su celebración, a la RFEF no le constaba que se pudiera llegar al quórum, con la presencia de 70 de los 140 asambleístas convocados entre miembros natos, el propio presidente, el secretario general Andreu Camps y presidentes de las Federaciones de ámbito autonómico, once clubes profesionales de Primera que no acudirán, nueve de Segunda más 29 clubes de categorías inferiores del fútbol español, trece futbolistas profesionales, 18 no profesionales, 11 árbitros, 16 entrenadores, 12 representantes del fútbol sala.

El orden del día no presentaba la continuidad de Luis Rubiales en sus seis puntos establecidos. La Asamblea tenía previsto comenzar con la «Constitución una vez verificado el quórum mínimo necesario», la «Designación de los tres miembros de la Asamblea para verificar el acta», el «Informe del Mundial Femenino 2023», la presentación de «Nuevo plan estratégico del Fútbol Femenino», para cerrar con la «Creación del Comité Estratégico de Desarrollo del Deporte Femenino» y un punto final de ruegos y preguntas. El cambio de opinión de Luis Rubiales en las últimas horas y la inminencia de su renuncia acabarán con una presidencia que comenzó en 2018.