Fórmula Uno
La lección magistral de Alonso en los Países Bajos
Solo Verstappen pudo con el piloto de Aston Martin, que regresó al podio en una carrera trepidante marcada por la lluvia. Sainz terminó quinto
Cuando Fernando Alonso decidió regresar a la F-1 lo hizo convencido de que podía ganar el ansiado tercer título y que la edad no era un contratiempo grave. El Aston Martin que conduce este año se mostró muy rápido en las primeras carreras y lleva atravesando altibajos varios meses. Es cierto que el coche no está en su mejor momento, pero si las condiciones de la prueba se complican es cuando los pilotos deben dar el máximo. Y en este sentido, en Zandvoort brillaron dos con luz propia: Max Verstappen, con otra victoria, y Fernando Alonso, con la segunda plaza.
Hace un mes el responsable de Red Bull afirmó que sólo un piloto podría hacer frente al vigente campeón y ese no era otro que el asturiano. Así lo confirmó en los Países Bajos. El regreso de la Fórmula Uno deparó una de las carreras más intensas de los últimos años por la aparición de lluvias intermitentes y un gran chaparrón que obligó a neutralizar la carrera a seis vueltas de final para reiniciarla poco después en unas condiciones mejores, sobre todo, de visibilidad, que es el verdadero peligro para los pilotos.
¿Qué hizo Alonso en Zandvoort y no hicieron los demás? Su conducción fue clínica, sin errores y mantuvo el ritmo ante el Red Bull de Verstappen con un coche que no es el mejor. Sobrevivió sobre asfalto seco y dio una lección de conducción bajo la lluvia. Mantuvo la frialdad y sólo el neerlandés, que pilota un monoplaza muy superior, pudo superarle. Alonso fue segundo porque, entre cosas, un joven como Sergio Pérez no supo competir con el mejor coche de la parrilla y se salió de pista en el peor momento, cuando tenía la segunda plaza asegurada. Fue bajo una lluvia torrencial que, en las mismas condiciones, Alonso gestionó mejor. Es el podio 105 para el español y una vez más demostró que todavía es uno de los mejores pilotos de la F-1... y todo 22 años después de su debut en la categoría reina del automovilismo.
Poco después de la salida ya era tercero por detrás de los Red Bull, pero el español sabía que Pérez podía ser una presa fácil si las condiciones se complicaban. Y así fue. Cumplió bien con la estrategia y en el momento más crítico, cuando otros rivales apostaron antes por poner neumáticos intermedios, cuando empezó a llover fuerte, el ovetense se mantuvo en pista un giro más, al igual que Verstappen, algo que no les costó posición alguna. Si hubieran sido otros la salida de pista estaba asegurada porque en pleno chaparrón sobrevivieron con ruedas de seco ya desgastadas mientras los demás ya rodaban con las de agua.
La carrera se neutralizó por una salida de pista del chino Zhou y en la resalida, lanzada, Verstappen mantuvo el tipo por delante de Alonso. Puestos a suponer, ¿qué hubiera pasado si Alonso y Verstappen compartieran equipo? La F-1 encontraría el maná porque a igualdad mecánica los dos demostraron que están a un nivel similar. Por supuesto, muy lejos del resto de la parrilla. Con lluvia es cuando la calidad de un piloto sale a relucir, cuando se ve a los pilotos buenos y a los menos buenos y eso se mantiene a día de hoy.
Pierre Gasly, con un coche que tampoco atraviesa su mejor momento, fue capaz de subir al tercer cajón del podio. Peor lo tuvo Carlos Sainz, que acabó quinto con un coche que no funciona y que está provocando una seria crisis dentro de Ferrari. Es el único que da la cara dentro del equipo porque la estrella de Maranello, Leclerc, el que provocó los cambios esta temporada, debió retirarse después de tener un fin de semana para olvidar con accidente incluido el sábado. Y el próximo domingo corre en casa, en Monza, en Italia...
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