Polémica en Roland Garros: lanza la raqueta, rebota y golpea en un niño... No fue descalificada (vídeo)

La polémica por los ataques de ira de los y las tenistas que tienen consecuencias con el público, los jueces de línea, etc. tuvo un nuevo capítulo en Roland Garros. La rumana Irina-Camelia Begu perdió su saque en el tercer set contra la rusa Alekxandrova y lo pagó con la raqueta. Se acercó a su silla, la tiró contra el suelo, rebotó, fue a parar a la grada y golpeó en un niño, que se asustó y se puso a llorar.

El encuentro estuvo detenido durante un rato, bajó el supervisor para interesarse por el niño y preguntó a los padres que cómo estaba su hijo, y le confirmaron que no tenía nada; con Begu allí al lado pendiente de todo. Finalmente fue sancionada con una advertencia, no con una descalificación. Eso indignó también a su rival, que iba venciendo ese parcial definitivo por 0-2 y terminó cediendo el set y el partido (6-7 [3/7], 6-3 y 6-4). “Estoy decepcionada por dejar el torneo así”, afirmó la rusa. “Espero que después del partido del partido de hoy se mejoren las reglas para la seguridad de todos. Somos responsables de nuestra raqueta”, añadió.

Por su parte, Begu pidió perdón de forma reiterada. “Es un momento vergonzoso para mí. Solo quiero disculparme. En toda mi carrera no hice nunca algo como esto, y me siento muy mal y muy arrepentida. Así que voy a decirlo de nuevo: perdón por el incidente”, aseguró la rumana. “Tiras la raqueta contra la arcilla, pero nunca esperas que vuele tanto”, explicó. Al acabar el encuentro se volvió a dirigir a la zona en la que estaba el niño y se hizo unas fotos con él.

No es la primera vez que sucede algo parecido recientemente. Este año, el caso más sonado ha sido el Alexander Zverev, que lo pagó a raquetazos con la silla donde se sienta el árbitro después de perder un partido de dobles en Acapulco. Fue descalificado y multado y está advertido de que como repita esa conducta le van a sancionar durante más tiempo. El más trascendental fue en 2020, el US Open, con el famoso pelotazo de Djokovic a un juez de línea que le costó que le expulsaran del torneo. Fue durante un partido contra Pablo Carreño, que iba ganando 6-5 en ese momento y pasó directamente a los cuartos de final. El título lo acabó celebrando Dominic Thiem. Se jugó sin público, al ser el año de la pandemia.