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¿Cómo funciona el permiso retribuido recuperable?

El periodo del permiso se extenderá entre el 30 de marzo y el 9 de abril, y los trabajadores recuperarán las horas perdidas cuando finalice el estado de alarma

El presidente Pedro Sánchez lo anunciaba ayer y hoy se ha hecho oficial tras el Consejo de Ministros extraordinario. La ministra portavoz, María Jesús Montero, junto a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunciaron que, “desde mañana y hasta el 9 de abril, ambos inclusive, quedan suspendidas todas las actividades no esenciales para frenar la propagación del Covid-19”. En total ocho días laborables, ya que hay que tener en cuenta los festivos de Semana Santa. Esta decisión, aprobada a través de un nuevo real decreto ley, lleva aparejada otra, también de carácter excepcional: la aprobación de un permiso retribuido recuperable y generalizado, que evitará que los trabajadores que desarrollaban su trabajo en las empresas que aún se mantenían operativas y que ahora están obligadas a parar su actividad no pierdan su salario. Eso sí, todas las plantillas tendrán que recuperar las horas perdidas una vez que se levante el Estado de Alarma. El Gobierno quiere minimizar al máximo la actividad económica y reducirla a los servicios esenciales para evitar que aumente la movilidad y se rebaje el confinamiento de la población con la llegada de las jornadas festivas de la Semana Santa, se pongan en peligro los beneficios conseguidos hasta ahora y repunten los contagios, la curva de infecciones y el número de hospitalizados. “Debemos convertir todos los días de las dos próximas semana en domingos, para reducir al máximo la movilidad", reiteró Yolanda Díaz, en su turno de palabra.

En una nueva declaración institucional desde el Palacio de la Moncloa, ambas ministras confirmaron que todos los trabajadores de actividades no esenciales tienen “la obligación de quedarse en casa" las dos próximas semanas. Se les dispensa oficialmente de acudir a sus centros de trabajo para reducir al máximo los desplazamientos, y se les asegura el cien por cien de su sueldo mediante ese permiso retribuido recuperable. Esto significa que una vez que termine este periodo de parón y confinamiento obligatorio, todos los trabajadores afectados estarán obligados a recuperar las horas de trabajo no prestadas. Este nuevo decreto especifica que esta recuperación de jornadas deberá realizarse de forma “paulatina y espaciada en el tiempo”. Aunque cada empresa podrá decidir el tiempo y la forma, todas las horas deberán estar recuperadas antes del 31 de diciembre de este año. “Cada empresa y cada sector debe negociar cómo debe ser la devolución de las horas. El Gobierno no va a imponer nada, sólo facilitar y flexibilizar las medidas”, matizó Díaz.

Esta medida no tiene efecto para los trabajadores que estén desarrollando su actividad profesional en los sectores denominados esenciales, como el personal sanitario, fuerzas de seguridad, distribuidores de abastecimientos básicos, entre otros, ni sobre los que ya están teletrabajando desde sus propios domicilios. Tampoco los trabajadores que se encuentran de baja médica o por maternidad y paternidad, por incapacidad temporal o los que han sufrido expedientes de regulación temporal. “Todos los demás deben quedarse desde en casa”, abundó. Díaz también quiso especificar la situación de los que se hayan acogido a la reducción de jornada. “Estos trabajadores sí pueden acogerse al permiso retribuido”.

La ministra de Trabajo quiso dejar claro que este nuevo decreto no cierra la puerta a que las empresas puedan seguir presentando sus expedientes de regulación y solicitando las prestaciones correspondientes a sus trabajadores. “Lo que queremos es paralizar la movilidad y la actividad empresarial no esencial. Las empresas que se vean obligadas a cesar en su actividad pueden presentar un ERTE si lo necesitan”. Como colofón a su intervención, la titular de Trabajo quiso recordar que "estamos defendiendo el interés general. Es un decreto en el que todos, trabajadores y empresarios, tenemos que ceder. Nadie pierde derechos porque es un decreto muy flexible para todos”, concluyó.

Por su parte, Montero ha vuelto a insistir en que el Gobierno sigue “reorientando” los distintos sectores industriales -como el del “automóvil, del alcohol, aeronáutico y el textil”, especificó- para que dedique toda su actividad y su producción a material sanitario. El textil ya fabrica “batas o mascarillas”; la industria del alcohol trabaja en la “producción de geles desinfectantes”; y la del automóvil y de la aeronáutica “están trabajando para desarrollar los componentes de los respiradores y de material de asistencia mecánica médica”. De esta manera, el Gobierno intenta dar solución a los problemas de abastecimiento de productos médicos y de protección que se está encontrando en los mercados internacionales, tanto por el precio -que se ha disparado- como por la falta de existencias. “Es muy importante entender la dificultad de encontrar material sanitario en el mercado y por ello estamos reorientado la actividad industrial para tener una producción nacional que nos autoabastezca”.