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Banco de España

Las familias españolas pierden el 6% de su riqueza por la pandemia

La pérdida de activos financieros y bursátiles es la principal causa del descenso. La deuda de empresas y familias se redujo al 129,9% del PIB, 3,7 puntos porcentuales inferior al año anterior

La riqueza financiera neta de las familias y empresas españolas, que se mide por la diferencia entre los ahorros y las deudas que tienen, se redujo más de un 6 % al cierre del primer trimestre, hasta situarse en 1,527 billones de euros, coincidiendo con el inicio de la pandemia de coronavirus. La caída es exactamente del 6,26 % respecto a finales de 2019, cuando la riqueza financiera neta de familias y empresas ascendía a 1,628 billones de euros, aunque en tasa interanual la cifra apenas varía ya que entonces el dato era de 1,549 billones de euros.

Según las Cuentas Financieras de la economía española del primer trimestre publicadas este miércoles por el Banco de España, la riqueza de las familias aunque ha disminuido al comienzo de 2020, dejando atrás el máximo alcanzado al cierre de 2019, todavía se sitúa muy por encima de los niveles previos a la crisis económica, ya que en el primer semestre de 2007, justo antes del comienzo de la recesión, rozaba el billón de euros. Este descenso fue el resultado de una adquisición neta de activos financieros de 43.000 millones de euros en el último año, pero de unas revalorizaciones netas negativas de 68.000 millones de euros, debido, fundamentalmente, a la caída del precio de los activos de renta variable en el último trimestre como consecuencia de la crisis.

El retroceso de la riqueza está muy vinculado a la pérdida de valor de los activos financieros con la caída de los mercados por culpa de la pandemia. La riqueza financiera neta se obtiene deduciendo de los pasivos o deudas el valor de los activos financieros totales y en marzo equivale a un 123,2% del PIB, ratio que es 4,4 puntos porcentuales inferior al registrado un año atrás. Por el lado del patrimonio, el saldo de los activos financieros de los hogares alcanzó al término del primer trimestre un importe de 2,288 billones, lo que implica un retroceso interanual del 1,1% por la caída de la bolsa.

El descenso fue el resultado de compras netas de activos financieros por valor de 43.000 millones en el último año y de unas revalorizaciones netas negativas por valor de 68.000 millones, fundamentalmente debidas a las caídas del precio de los activos de renta variable con la crisis del covid-19. En relación con el PIB, los activos financieros totales de los hogares representaron un 184,7% a finales del marzo, lo que significa 5,9 puntos porcentuales menos que un año antes.

La mayoría del patrimonio financiero de las familias se encuentra en efectivo y en depósitos (un 40% del total); seguido de participaciones en el capital (27%), seguros y fondos de pensiones (16%) y participaciones en fondos de inversión (13%). El efectivo y depósitos fue elcomponente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares y lo hizo en dos puntos porcentuales, mientras que el peso de las participaciones en el capital fue el que más cayó, con un descenso interanual del 1,8%.

La deuda consolidada de las empresas y los hogares alcanzó los 1,610 billones de euros en el primer trimestre de 2020, el 129,9% del PIB, 3,7 puntos porcentuales por debajo de la ratio registrada un año antes. Desglosando el dato, la deuda consolidada de las empresas no financieras representó el 73,1% del PIB (si se incluyese la deuda interempresarial, la ratio sería un 93,7%), mientras que para los hogares e ISFLSH fue un 56,9%. En el primer trimestre de 2020 el flujo neto acumulado en los últimos cuatro trimestres de financiación consolidada recibida por las empresas y los hogares e ISFLSH fue de 5,7 billones de euros, lo que representó el 0,5% del PIB. La financiación nueva captada por las sociedades no financieras registró, en términos netos, un flujo del 0,6% del PIB, mientras que en los hogares e ISFLSH representó el -0,1% del PIB.

Las operaciones financieras netas de los sectores residentes (empresas, hogares, instituciones financieras y administraciones públicas) registraron en el primer trimestre de 2020, en términos acumulados de los últimos cuatro trimestres, un superávit de 30.000 millones de euros, equivalente al 2,4% del PIB, frente al 2,3% observado al cierre de 2019. Obtuvieron un saldo positivo las instituciones financieras (+2,9% del PIB) y los hogares (+2,7%), mientras que en las empresas fue nulo y en las Administraciones Públicas mostraron un saldo negativo del 3,2% del PIB.