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¿Cuál es la diferencia entre monopolio y oligopolio?

La competencia en un sector se mide por la cantidad de empresas que lo forman, su tamaño y el número de clientes, entre otros factores

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La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos ha demandado a Facebook por mantener de forma ilegal un monopolio en el sector de las redes sociales tras la compra de Instagram y Whatsapp. La compañía de Mark Zuckerberg se puede ver obligada a deshacerse de estas aplicaciones si su adquisición se considera una conducta anticompetitiva. Pero, ¿qué significa exactamente monopolio y en qué se diferencia de otros términos que miden la competencia en un sector?

Antes de definir el concepto de monopolio hay que entender a qué nos referimos cuando hablamos de un sector. Un determinado mercado, como puede ser el de las redes sociales, está formado por todas las empresas que ofrecen productos similares y que pretenden satisfacer el mismo tipo de necesidad al consumidor.

Por otro lado, la estructura del sector (monopolio, oligopolio, competencia perfecta, etc.) está definida por la cantidad de empresas que lo conforman, su tamaño, el número de clientes, las barreras de entrada y salida o el grado de diferenciación, entre otros aspectos.

¿Qué es un monopolio?

Monopolio es un concepto derivado del griego «monos» (uno, único) y «poleín» (vendedor). Por lo tanto, se trata de una situación de mercado en la que solo existe una compañía que ofrece un producto. En un entorno de monopolio, la empresa tiene tanto poder sobre el mercado que podría fijar el precio que desee para maximizar beneficios, modificando la oferta si fuera necesario.

¿Qué es un oligopolio?

Un oligopolio se asemeja bastante al entorno de monopolio, pero con la diferencia de que la oferta está en manos de un reducido grupo de vendedores. En España, la normativa que impide la aparición de monopolios es la Ley de Defensa de la Competencia. Algunas de las prácticas que no están permitidas son los acuerdos entre empresas para falsear la competencia o el abuso de posición dominante, como por ejemplo con la fijación de precios o los pactos para limitar la producción.

La adquisición de una empresa o la fusión entre varias compañías también puede dar lugar a una situación de monopolio, tal y como sospecha la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos en el caso de Facebook. En España, el artículo 8 de la Ley de Defensa de la Competencia establece que la competencia está en peligro cuando “se adquiera o se incremente una cuota igual o superior al 30% del mercado relvante de producto o servicio en el ámbito nacional o en un mercado geográfico definido dentro del mismo”.

Además, también hay riesgo de monopolio cuando “el volumen de negocios global en España del conjunto de los partícipes supere en el último ejercicio contable la cantidad de 240 millones de euros, siempre que al menos dos de los partícipes realicen individualmente en España un volumen de negocios superior a 60 millones de euros.