Los autónomos perderán 2.400 euros con la nueva prestación extraordinaria de Escrivá

La tensión y los nervios empiezan a pasar factura a una paz social que el Gobierno se empeña en llevar al límite por la falta de acuerdo en la negociación de la prórroga de los ERTE y de la prestación extraordinaria de los autónomos. La última propuesta para prorrogar los ERTE ha contado con el rechazo de la patronal y tampoco las asociaciones de autónomos están en buena sintonía con la última propuesta sobre la nueva prórroga de la prestación extraordinaria por cese, que ha sido rechazada al dejar a decenas de miles de trabajadores por cuenta propia sin protección.

La intención del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, es suprimirla desde el 1 de octubre para autónomos con pérdida de facturación si no han cotizado lo suficiente y de limitar las prestaciones extraordinarias a cambio de mejorar las exenciones de las cuotas a la Seguridad Social para incentivar el mantenimiento de la actividad no ha sentado nada bien.

Según se defiende desde el Ministerio, «el nuevo esquema de ayudas propuesto permitiría que el grueso del colectivo de autónomos afectados disfrute de exoneraciones en las cotizaciones para apoyar la reactivación». Pero existe una letra pequeña: estas prestaciones quedarían limitadas a quienes tienen suspendida su actividad, a los autónomos de temporada con bajos ingresos y a quienes pueden acceder a la prestación de cese ordinaria compatible con la actividad por reunir los requisitos de carencia de cotización –unos 85.000–. El resto, más de 140.000, se quedaría directamente fuera.

ATA y UPTA reclaman una solución cuando apenas quedan tres días para que se cumpla el plazo de su prórroga. El presidente ATA, Lorenzo Amor, cargó ayer contra este «recorte» y pidió prorrogar las ayudas actuales ya que, según sus cálculos, supondrá una pérdida de casi 2.400 euros en las ayudas a autónomos «que no se han recuperado y que aún siguen afectados por limitaciones y restricciones de su actividad». Amor criticó la propuesta de Escrivá porque dejaría a los 141.000 autónomos que todavía cobran las prestación extraordinaria por cese de actividad con una ayuda total de 690 euros, en vez de los 472 euros de prestación y 287 euros de cotización cada mes que cobran ahora –en cuatro meses de prórroga 3.036 euros–.

En la misma línea se pronunció el presidente de UPTA, Eduardo Abad, que vería como «un auténtico fracaso del sistema de protección social que se abandonase en el último momento a quienes siguen estando en una situación de máxima vulnerabilidad». Entre las actividades que más se verían afectadas por la expiración de las prestaciones al continuar «semiparados» se encuentran los «profesionales de las atracciones de feria, músicos, agencias de viajes, guías turísticos, fotógrafos de estudio, sector souvenirs y otros trabajadores relacionados con el ocio y el entretenimiento».

Pero desde Seguridad Social se mantienen en su postura de reducir las exoneraciones «porque estamos en un contexto distinto de fuerte crecimiento y de levantamiento de restricciones». Según facilitados por el Ministerio, ahora mismo hay 220.000 autónomos protegidos con prestación y otros casi 220.000 con exoneraciones, «una cifra bastante superior al número de personas en ERTE, cuando el régimen RETA, que agrupa a 3,3 millones de afiliados, es la quinta parte de los que tienen acceso a los ERTE», defiende fuentes ministeriales. Según recuerdan, desde marzo, la nómina total abonada en concepto de estas prestaciones suma 7.372 millones de euros, a la que se suman otros cerca de 3.000 millones en exoneraciones de cuotas aplicadas a los autónomos con ayudas

Desde el pasado jueves, Seguridad Social está ultimando una nueva propuesta que debería estar lista hoy o mañana como muy tarde si quieren presentarla en plazo en el Consejo de Ministros del martes, el último del mes y al filo de cumplir el plazo máximo para prorrogar la prestación, aunque las asociaciones no creen que vaya a cambiar mucho respecto a la última.