Empleo

Patronal y sindicatos recibirán una propuesta única del Gobierno para la reforma laboral

Sánchez la cerrará mañana con Díaz y Calviño para ajustar «algunas de las cosas que se hicieron mal»

Las vicepresidentas del gobierno de Economía Nadia Calviño y Trabajo Yolanda Díaz
Las vicepresidentas del gobierno de Economía Nadia Calviño y Trabajo Yolanda DíazChema MoyaEFE

Habrá una propuesta de reforma laboral «única», «sin opción a interpretaciones» y «definitiva». Fuentes gubernamentales explicaron a LA RAZÓN que esos serán los tres puntos que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pondrá mañana sobre la mesa en la reunión que mantendrá con la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y la de Trabajo, Yolanda Díaz –a las que se sumarán los ministros de Hacienda, Seguridad Social y Educación–, previa a la próxima negociación con los agentes sociales. La intención del presidente es fijar una posición única del Gobierno. No quiere más enfrentamientos internos ni en los medios de comunicación y sellará mañana una propuesta «definitiva».

Sánchez evita citar la palabra «derogación» y se limita a hablar de «modernización laboral». Ayer, en Roma, ciudad en la que se encuentra asistiendo como invitado a la reunión del G20, apeló a la «responsabilidad de país» del conjunto de los actores sociales «para llegar a un acuerdo antes de final de año» sobre la reforma laboral comprometida con Bruselas. «Llegar a un acuerdo con ellos será fundamental para lograr la actualización de nuestro modelo de relaciones laborales». También abogó por «reconstruir» los puentes rotos y reformar «algunas de las cosas que hicieron mal» con la reforma del PP de 2012, aunque insistió en «mirar hacia adelante».

Así las cosas, el Gobierno ha marcado la hoja de ruta que debe tener la aprobación de la reforma laboral para cumplir con las exigencias de Bruselas: cerrar un acuerdo con los agentes sociales antes de que acabe el mes de noviembre; tramitar por decreto la nueva normativa en diciembre para que, finalmente, entre en vigor a partir de enero. Así lo confirmó este fin de semana en declaraciones a los periodistas la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, que afirmó que «estamos en la fase decisiva de la negociación. Hemos acordado el procedimiento que vamos a seguir para la coordinación de la posición del Gobierno y para poder lograr la mejor reforma posible».

La vicepresidenta primera dejó fijados los cinco aspectos esenciales que habrá que consensuar durante la negociación para llegar a un acuerdo: simplificación de contratos, subcontratación, temporalidad, convenios colectivos y la implantación definitiva de los nuevos ERTE.

Cinco líneas básicas

Con la lección bien aprendida, Calviño insistió en que el Gobierno hablará con una sola voz y centró aún más las cinco líneas de actuación sobre las que van a girar las conversaciones: la simplificación de contratos y la reducción de la temporalidad excesiva, una adecuada regulación de la subcontratación, el reequilibro de las partes en la negociación colectiva, y el establecimiento de un mecanismo permanente de flexibilidad interna de las empresas y de estabilización del empleo inspirado en la experiencia positiva de los nuevos ERTE.

«Estos son los temas en los que se ha venido trabajando y en los que tendremos que llegar a un acuerdo en las próximas semanas, y es normal que haya reuniones con el presidente del Gobierno para ver cómo orientamos esta negociación», defendió Calviño, que espera que la negociación dé sus frutos ates de acabar este mes noviembre, que en diciembre se apruebe y que en enero entre en vigor.

Calviño quiso dejar muy claro que ya se ha acordado con los socios de coalición el procedimiento que se va a seguir para garantizar la coordinación en el proceso. Por si a alguno no le quedara claro, Sánchez se encargará mañana de recordárselo a todos.