Índice PMI

La actividad industrial apenas crece y aumenta el temor a la estanflación

El índice PMI del sector manufacturero español aumentó apenas cinco décimas en mayo, hasta 53,8 puntos, marcado por el estancamiento de los nuevos pedidos, una caída de las exportaciones y la persistencia de los cuellos de botella

Imagen de una industria conservera gallega
Imagen de una industria conservera gallegalarazon

La actividad industrial apenas se movió en mayo y mantiene sin despejar las sombras de estanflación por el estancamiento de los nuevos pedidos, una caída de las exportaciones, la persistencia de los cuellos de botella y los retrasos en la entrega de suministros. La actividad del sector manufacturero de España aceleró “ligeramente” su expansión en el mes de mayo, al subir apenas cinco décimas, a 53,8 puntos desde los 53,3 de abril, ampliando así a 16 meses consecutivos el periodo de crecimiento, aunque con claras evidencias de que el estancamiento de la demanda, el parón del consumo y la inflación disparada conducen a la “amenaza real de la estanflación”, según detalla el índice de gerentes de compra (PMI).

A pesar de que la producción manufacturera siguió aumentando en España, los nuevos pedidos no variaron ni crecieron y las exportaciones fueron “ligeramente inferiores”. Asimismo, se siguieron creando puestos de trabajo, aunque “solo levemente”, mientras que “persistieron los desafíos de capacidad” en medio de los continuos retrasos en la entrega de suministros. A estas trabas al crecimiento habría que añadir la presión inflacionaria por el despegue de los precios, que “siguió siendo considerable”, mientras que “las expectativas de producción se vieron algo atenuadas por la preocupación con respecto a la inflación y la incertidumbre geopolítica”. Por ello, el informe determina que “las empresas continuaron haciendo acopio de existencias en un intento de esquivar el aumento de precios y la escasez de materiales”.

Así, los excedentes de compra aumentaron por duodécimo mes consecutivo, registrando un ritmo récord del estudio en mayo, y el crecimiento de la producción fue sólido, lo que ayudó a las empresas a poner prácticamente al día las cargas de trabajo, “aunque los pedidos pendientes de realización continuaron aumentando”. La inflación de los precios de los insumos “siguió siendo notable” y los precios de las materias primas, la energía y los alimentos aumentaron desde el mes anterior. Otros de los desafíos del sector son los confinamientos en China debido a una nueva ola de la pandemia, la guerra en Ucrania y el exceso de demanda.

El director económico de S&P Global Market Intelligence, Paul Smith, reconoce en el comunicado del índice que “el estancamiento de la demanda y las persistentes severas presiones inflacionistas” han generado “preocupaciones constantes sobre la salud subyacente del sector”. Esa preocupación por la inflación y también por la incertidumbre geopolítica provocaron en mayo una moderación en las expectativas de producción, mientras que las empresas continuaron “haciendo acopio de existencias en un intento por evitar el aumento de precios y la escasez de materiales”.

Smith también constató que las empresas reconocen que “no tuvieron otra opción que trasladar sus costes crecientes” a las tarifas finales, lo que “está teniendo un impacto perjudicial en las ventas y sugiere que el espectro de la estanflación es una amenaza real y creciente para la estabilidad económica”. Desde S&P Global Market detallan que los fabricantes subieron sus precios por decimoctavo mes consecutivo, lo que provocó una reducción en los pedidos de exportación.