Previsiones
El Banco de España alerta del riesgo de crisis para los hogares y de un “deterioro” del crédito
Advierte a los bancos de que deben utilizar los beneficios actuales para protegerse ante lo que se les viene encima, “impuestazo” incluido
La fuerte subida de los precios ha contribuido al deterioro de la posición económica y patrimonial de empresas y hogares, en particular, de algunos segmentos más vulnerables. Así lo considera el Banco de España, que señala que la posible reducción de la demanda ante la mayor incertidumbre, la reducción de las rentas reales y las peores condiciones financieras amplifica los riesgos de contracción de la actividad económica. Bajo estos escenarios, según el informe de Estabilidad Financiera de otoño del organismo, se produciría un “deterioro adicional de la capacidad de repago de las deudas por parte de empresas y de hogares, que podría incidir negativamente sobre los balances de las entidades financieras” ya que no se prevé que la inflación se modere hacia un nivel cercano al 2% hasta 2024.
A esto se suma el elevado endeudamiento público existente, que supone una “vulnerabilidad de la economía española, más aún con el encarecimiento de los préstamos por la normalización de la política monetaria, lo que eleva también el coste financiero de la deuda pública. Entre diciembre de 2021 y octubre de 2022, los tipos de interés a uno y a diez años de las nuevas emisiones de deuda pública española han aumentado, respectivamente, en 258 puntos básicos y 284 puntos básicos. En términos de la ratio de deuda pública sobre el PIB, se espera que esta se mantenga estable en 2022 con respecto al valor observado al cierre de 2021 (118,4% del PIB) y que la expansión del PIB nominal permita una cierta reducción hasta 2024 (109,9% del PIB).
De acuerdo con las últimas previsiones del Banco de España, el PIB cerrará el año 2022 alrededor de 2,3 puntos porcentuales por debajo del nivel anterior a la irrupción de la pandemia. Además, en adelante la recuperación será menos intensa que la proyectada anteriormente, debido al fuerte ascenso de los precios y de los costes.
Ante esta situación, con elevada inflación y endeudamiento público, la institución recomienda “focalizar” las medidas de política fiscal en los hogares de rentas más bajas, que son los que más padecen el impacto de la inflación, y en las empresas más vulnerables a esta perturbación. Además, las medidas deben ser de “carácter temporal para evitar un incremento adicional del déficit público estructural”.
Pérdidas en el medio plazo para la banca
Por su parte, el organismo emisor recomienda a la banca una política prudente de planificación de provisiones y de capital, que permita destinar el incremento de los beneficios que se está produciendo en el corto plazo a aumentar la capacidad de resistencia del sector. Esto permitiría afrontar en mejor situación las posibles pérdidas que se producirán en el medio plazo derivadas de la evolución negativa del crecimiento económico.
Sobre el impuestazo a la banca, que estaría en vigor en el período 2023-2024, el Banco de España recuerda que, según sus análisis, el tipo impositivo del 4,8% sobre la suma del margen de intereses y las comisiones netas correspondientes a 2022-2023, que pretende recaudar 1.500 millones anuales, representa el 12% del resultado neto en el negocio en España de las entidades afectadas y que “un escenario adverso podría incrementar el impacto relativo de la medida” con impacto en la solvencia de la banca.
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