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Se prevén nuevas subidas en el diésel

Es previsible que arrecien las protestas de los profesionales

Hoy 5 de febrero entra en vigor la prohibición total de importar cualquier producto petrolífero de Rusia, medida que se suma al tope límite de 60 dólares por cada barril transportado por mar, que entró en vigor el pasado diciembre. Una de las lecturas que hacen de este hecho los expertos de Bank of América es que, como consecuencia de la caída de la oferta mundial, el precio del gasóleo se va a disparar de nuevo, si bien podría ser una subida temporal, ya que la desaceleración global de la economía frenará también la demanda de diésel. El gasóleo ha estado cotizándose estos días cinco céntimos por encima de la gasolina, si bien esa diferencia es mayor en algunas estaciones de servicio. Dado que Europa aún sigue dependiendo en exceso del diésel ruso (hasta la invasión de Ucrania suponía el 46% del total) la previsión es que continúe su tendencia alcista, muy relevante ya en el acumulado, un 20% superior al precio de hace un año.

Salvo que la gente salga a la calle a llenar los depósitos de forma descontrolada, cosa que no ocurrirá, no es previsible que se den problemas de suministros. Eso sí, dado que gran parte de los consumidores son profesionales de sectores agrícolas, ganaderos, pesquero, transporte, etc, es previsible que arrecien las protestas en estos ámbitos, ya perjudicados por la desaparición de la ayuda de 20 céntimos al combustible. La ayuda de 300 euros por profesional, aun por especificar la forma de hacerla efectiva, no parece que vaya a solventar los problemas derivados del mayor encarecimiento. Así que, ojo al diésel.