Opinión

Ayudas a los agricultores: mucho ruido y pocas nueces

Algunas tienen bastante de promesa electoral, pero para ver su eficacia habrá que ver su desarrollo

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, interviene en el acto, a 12 de mayo de 2023, en Jaén, (Andalucía, España). El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, participa en el marco de Expoliva en la inauguración de la jornada 'Grupo Operativo AOVE Tradicional'. En el salón de actos Sierra Mágina-Caja Rural de Jaén. Después visita Expoliva. Le acompaña el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes. En Ifeja. 12 MAYO 2023 Juan de Dios Ortiz / Europa Press 12/05/2023
Luis Planas durante su participación en el marco de Expoliva de este añoJuan de Dios OrtizEuropa Press

El paquete de medidas anunciado por el Gobierno la semana pasada para hacer frente a la sequía hizo mucho ruido, o al menos eso intentaron desde el Consejo de Ministros, pero con pocas nueces. Y, además, llega tarde y mal. Lo primero, hay que situar el «paquete Planas-Ribera» en su justo contexto: esperaron para aprobarlo pocas horas antes del comienzo de la campaña electoral para las municipales y gran parte de las autonómicas y lo hicieron mediante la convocatoria de una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros. Desde La Moncloa consiguieron con ello tomar la iniciativa y que este asunto figurase en la agenda pública durante cuarenta y ocho horas. Los problemas vinieron después. El primero, para el Gobierno, es que el citado paquete quedó bastante perdido en la maraña de anuncios y el baile de miles de millones de euros que va repartiendo Pedro Sánchez y su equipo a diestra y siniestra. Y el segundo, para el campo, es que, cuando se entra a analizar en detalle el contenido del Real Decreto publicado el viernes en el BOE, se comprueba que algunas de las medidas tienen bastante de promesa electoral, pero para conocer cuál será su eficacia habrá que esperar a su desarrollo.

Quizás lo más importante a corto plazo, dada la urgencia, sea la ampliación del plazo para solicitar las ayudas de la PAC hasta el 30 de junio de este año. Puede parecer un asunto menor, pero no lo es, porque tanto los agricultores y ganaderos que tienen que pedirlas, como los que se encargan de su tramitación y las comunidades autónomas estaban muy agobiados. Y es que este año, tras la entrada en vigor de la nueva PAC, se ha triplicado en la mayor parte de los casos la cantidad de tiempo que se debe dedicar al papeleo y «no se llegaba». El reparto del dinero para la ganadería, que dependerá en casi todos los casos de la clasificación de las diferentes zonas en función del grado de sequía, ha despertado muchas quejas por parte de los que se han quedado fuera. Y, del resto de medidas, ya habrá tiempo de hablar, pero, de momento, mucho ruido y pocas nueces, dada la situación.