El PP contraataca contra el cierre de las centrales nucleares de Cofrentes y Almaraz

Contraataque del Partido Popular en varios frentes para tratar de prolongar la vida de las centrales nucleares de Cofrentes (Valencia) y Almaraz (Cáceres). Para empezar, los populares presentarán en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley para evitar el cierre de Almaraz, cuya unidad uno cerraría en 2027 para hacerlo en 2028 la unidad dos, según los planes del Gobierno. El PP califica ese calendario de «letal para los municipios del entorno y lesivo para el sistema energético de España». Para el coordinador de la Ponencia del Congreso de los Diputados encargada de las relaciones con el Consejo de Seguridad Nuclear, Guillermo Mariscal, el PP pretende «exigir a los órganos competentes del Gobierno de España que expliquen la cuantía económica que supondría el cierre para la zona y para la estabilidad del sistema energético español» antes de seguir adelante con el apagón nuclear.

Almaraz representa el 7% de la demanda eléctrica en España y proporciona electricidad a cuatro millones de hogares, recuerda el PP, que además alerta de la pérdida de un 60% en ingresos para los cuatro principales municipios de la comarca de Campo Arañuelo si se cumplen los planes de cierre.

Asimismo, la Comisión de Industria y Comercio, Turismo y Nuevas Tecnologías de las Cortes Valencianas demanda al Ejecutivo regional que inste al Gobierno central a prorrogar y garantizar la extensión de la vida útil de la central nuclear de Cofrentes y promover la extensión de la vida útil de todas las centrales nucleares existentes en España. Además, a propuesta del Grupo de Vox en las Cortes Valencianas se exhorta a que el Gobierno de Sánchez cancele el calendario de cierres previsto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), siempre que la seguridad y costes lo permitan.

[[H3:Energía «limpia y sostenible»]]

La resolución de las Cortes Valencianas pide «reconocer la energía nuclear como una fuente de energía limpia y sostenible, imprescindible dentro de nuestro mix energético» así como elaborar un «plan nacional de soberanía energética que persiga alcanzar la soberanía energética de España aprovechando todas las fuentes de energía y recursos disponibles que contribuyan a dicho objetivo mediante una planificación estructurada y en línea con el interés

nacional». Estas demandas se unen a las expresadas por la patronal catalana Foment del Treball para mantener operativos los cuatro reactores que hay en Cataluña.