Movilidad
España, a la cola de Europa en el avance del coche eléctrico
Solo hay tres países en peor situación, las ventas siguen cayendo y uno de cada cinco puntos de recarga no funciona
Al final del primer semestre del año el índice que indica la penetración del vehículo electrificado en España se situó en un valor de 21,4 puntos sobre cien, lo que supone una reducción de tres puntos respecto a la medición anterior y uno de los más bajos de Europa. Ello es debido al descenso en la matriculación de vehículos electrificados, que se deja notar cada vez más en este barómetro que lleva a cabo la asociación de fabricantes Anfac.
Con este índice, España se sitúa solo por delante de Hungría (20), Italia (19,3) y República Checa (16). De media, en la Unión Europea este indicador ha retrocedido cuatro décimas con respecto al trimestre anterior, ya que la decisión de Alemania, que eliminó los planes de estímulo a la compra de vehículos eléctricos a finales de 2023, provocó una caída de 1,7 puntos, mientras que Portugal continúa al alza y supera a Francia y Alemania gracias a un incremento de 1,1 puntos.
El estudio de los fabricantes registra un aumento de cuatro décimas en el llamado indicador global de electromovilidad, que valora conjuntamente la penetración de los vehículos electrificados y las instalaciones de infraestructuras de recarga de acceso público. Se sitúa ahora en 15,1 puntos, lo que coloca a nuestro país en aproximadamente la mitad del valor de la media europea (29,1 puntos). Un dato que pone de manifiesto que es preciso acelerar el proceso de electrificación y descarbonización, como ocurre en la Comunidad de Madrid, a la cabeza en este proceso.
Y es que las matriculaciones de coches eléctricos están descendiendo en los últimos meses y no se cumplen las expectativas previstas. En la primera mitad del año se vendieron 55.883 turismos electrificados, lo que supone un 20% del cumplimiento del objetivo anual de este ejercicio, establecido en 280.000. Algo que coloca a España muy lejos de los objetivos establecidos por el «Fit for 55». Por ello, los fabricantes han insistido numerosas veces al Gobierno que las ventas de turismos electrificados necesitan reactivarse si se quieren cumplir sus objetivos de reducción de emisiones. La cuota de mercado de este tipo de turismos se situó en agosto de 2024 en el 10,9%, con un descenso del 18,6% en sus ventas. Y ello a pesar de las ayudas establecidas en el Plan Moves, que ha renovado los fondos, y de la continuidad de la deducción fiscal del 15% en el IRPF (hasta 3.000 euros) por la compra de un coche eléctrico hasta final de año. Pero falta transmitir un mensaje al ciudadano de estabilidad en las ayudas, ya que se desconoce si el año próximo continuarán estos incentivos.
La infraestructura de recarga de vehículos es otro de los puntos a trabajar, ya que el indicador de infraestructura de recarga obtiene una valoración de solo 8,7 puntos sobre cien. Es decir, menos de la mitad de la media europea, situada en 18 puntos. A pesar de que los puntos de recarga públicos han aumentado en 3.276 y el número total se fija en 35.698, esta cantidad es insuficiente para abastecer un parque de vehículos electrificados en el nivel que se requiere. Por otra parte, también han aumentado los puntos de recarga que están fuera de servicio, y que ahora suman 9.145 cargadores. La red de puntos de recarga española sería mucho más extensa de no ser por estos puestos que ahora no están operativos, ya sea porque no están en buen estado, no funcionan de forma correcta o que directamente no se han conectado a la red de distribución eléctrica. Suponen un 20,4% sobre los 44.843 puntos instalados en el país. Por todo ello, España ocupa uno de los últimos puestos de la UE en recarga eléctrica, solo por detrás de Italia, República Checa y Hungría.
Otro inconveniente es que, de los puntos de recarga pública instalados, únicamente el 6,7% son considerados de carga rápida con potencia igual o superior a 150 kw. Hay solo 2.412 cargadores potentes, un número que se considera muy escaso. Se hace necesario el avance de este tipo de cargadores para poder acercar los tiempos de recarga a los de repostaje de un vehículo de motor de combustión, así como para facilitar el desarrollo de la actividad de vehículos de mercancías y de pasajeros. Y es que solo la tercera parte de los cargadores en funcionamiento cuenta con una potencia superior a los 22 kw, cuando lo lógico es que fueran al menos la mitad de los instalados. Porque la realidad es que en más del 70% de los puntos de suministro operativos, el tiempo de espera para la recarga está estimado en unas 3 horas.
600.000 eléctricos al año para la descarbonización
España necesita matricular más de 600.000 vehículos eléctricos al año para reemplazar 5,5 millones de unidades de combustión interna hasta 2030, de un parque actual de 30 millones, y no perder el ritmo de la descarbonización, según el director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica en la Península Ibérica, Arturo Pérez de Lucía. El director de AEDIVE cree que también es fundamental trabajar en la ampliación de los puntos de recarga, especialmente en las grandes ciudades.
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