Entrevista

Francia avisa: en el futuro hará falta mucha más energía y la nuclear es "la fuente más adecuada para asegurarla"

Olivier Becht, ministro delegado de Francia de Comercio Exterior, Atractivo y Franceses en el Extranjero, asegura que es "abundante y barata" y que no les ha generado problemas

Imagen de la central nuclear francesa de Flamanville
Imagen de la central nuclear francesa de Flamanvillelarazon

La invasión rusa de Ucrania ha puesto patas arriba el suministro energético de buena parte de Europa. Aunque a algunos, como a Francia, les pilló preparados. Al otro lado de los Pirineos se apostó desde la década de los 70 del siglo pasado por la nuclear como fuente fundamental para asegurarse el suministro energético. Una decisión con la que París cree que ha acertado y en la que profundizará a pesar de que países como Alemania o España -al menos, el actual Gobierno de Pedro Sánchez- renieguen. "Francia respeta la estrategia de desarrollo energético de cada país", asegura Olivier Becht, ministro delegado de Francia de Comercio Exterior, Atractivo y Franceses en el Extranjero, en conversación con LA RAZÓN en el marco de la visita que realizó a España hace unos días. Pero de la misma forma que, según asegura, "admira mucho" la política española de apostar por la eólica o la renovable para producir energía verde, también pide "respeto" para la decisión francesa de apostar por la nuclear porque, en su opinión, responde a los desafíos actuales y a los que vienen. "Francia no tiene las ventajas [climáticas que tiene España] y decidió apostar por la nuclear, que ha sido muy beneficiosa en los últimos cuarenta años. No hemos tenido problemas y hemos logrado energía eléctrica abundante y barata superando crisis mientras otros despendían del gas", explica Becht.

Olivier Betch, ministro delegado de Comercio Exterior, Atractivo y Franceses en el Extranjero
Olivier Betch, ministro delegado de Comercio Exterior, Atractivo y Franceses en el ExtranjeroLa Razón

Pero el ministro francés mira a largo plazo al defender la estrategia nuclear francesa y asegura que con los minigeneradores nucleares de nueva generación que tienen proyectados -seis- tendrán "capacidad de seguir produciendo energía eléctrica sabiendo que necesitaremos más en el futuro". Becht apunta que el debate debería estar en qué fuente es más adecuada para asegurar ese incremento del consumo eléctrico que van a traer consigo la movilidad eléctrica o la inteligencia artificial -un centro de datos consume la energía que genera un módulo nuclear, explica a modo de ejemplo-. "Necesitaremos mucha más energía y nosotros confiamos en la nuclear", asegura Becht, que añade que eso no significa que vayan a dar la espalda a las renovables, que también formarán parte de su mix energético.

Francia no sólo quiere emplear su gran parque nuclear para generar la energía eléctrica suficiente para garantizarse la soberanía energética sino también para avanzar en el objetivo desustituir de forma paulatina los combustibles fósiles por el hidrógeno. "La decisión de los años 70 de construir un gran parque nuclear para tener soberanía energética ahora se podría trasladar a los combustibles si podemos sustituir petróleo y gas por el hidrógeno producido a partir de energía nuclear", explica Becht.

Respecto a la resistencia mostrada por países como España a que Francia utilice los hidroductos proyectados para Europa este hidrógeno por no ser de origen renovable, Becht asegura que "Francia siempre cumple con sus compromisos y apoyará su financiación". Eso sí, también abunda en que su estrategia pasa por producir su propio hidrógeno, también de origen renovable. "Habrá un mix", asegura el ministro galo.

Mercosur

Más que en materia energética, Becht tiene puestas sus miras en el acuerdo que la Unión Europea (UE) y Mercosur llevan negociando 23 años y que algunos creen podría cerrarse en el próximo semestre, coincidiendo con la Presidencia española de la UE. El ministro francés advierte a este respecto de que no tiene que ser "sí o sí" el momento de llegar a un acuerdo ahora, ya que se corre el "riesgo" de sacar adelante algo que "no satisfaga a ninguna de las partes". Francia ha sido acusada de bloquear dicho acuerdo, algo que Becht niega. "París no es proteccionista", advierte. Solo está pidiendo, según Becht, que el acuerdo que se firme entre Mercosur y la UE respete las condiciones medioambientales, sanitarias y laborales que se le piden a los países europeos para no generar un "dumping" que haga que los productos europeos dejen de ser competitivos.

El ministro francés asegura que uno de los principales inconvenientes de este acuerdo viene dado por la política de deforestación del Amazonas que se ha desarrollado en Brasil durante el anterior gobierno de Jair Bolsonaro y que, con la llegada de Lula Da Silva al poder, habrá que ver cómo evoluciona teniendo en cuenta que la mayoría del Congreso del país es bolsonarista. Becht tampoco considera de recibo las resistencias de países como Brasil a que se impongan sanciones por incumplir los puntos que recoge el acuerdo. "No sé si los estados de Mercosur van a aceptar las condiciones europeas y qué van a pedir a cambio", subraya.