Sector aéreo

El impuesto europeo al queroseno le costará a España 7.700 millones pero las aerolíneas no ven un apoyo unánime del Gobierno para frenarlo

Las compañías prevén un verano de tráfico récord tras programar un 13,5% más de asientos, hasta los 240 millones

Pasajeros en el Aeropuerto de Madrid Barajas
Pasajeros en el Aeropuerto de Madrid Barajas. David JarDavid JarFotógrafos

Las aerolíneas que operan en España sienten cierta frustración ante la posición del Gobierno sobre el impuesto europeo al queroseno que se quiere aplicar a los vuelos europeos. Como ha afirmado el presidente de la patronal ALA, Javier Gándara, en sus reivindicaciones para que no se aplique cosechan "un éxito dispar dependiendo del ministerio con el que hablemos". Y eso que los efectos de su implantación para España no serían menores. Según un reciente estudio encargado por la asociación de Airlines for Europe (A4E) y por la patronal de las aerolíneas regionales europeas (ERA), su introducción podría costarle a España 7.700 millones de euros en términos de PIB y 53.000 empleos en 2033.

Con todo, Gándara ha subrayado que no existe unanimidad en el Ejecutivo a la hora de articular una postura común contra la nueva tasa. "En Transportes e Industria lo ven con preocupación", ha explicado. Pero en "otros" ministerios ven "otra serie de retos", ha añadido en alusión, aunque sin citarlo, al de Transición Ecológica.

El impuesto al queroseno forma parte del denominado "Fit for 55", el plan de la UE para realizar la transición energética en el continente. Entre las medidas que recoge para el sector de la aviación, incluye el uso de una cuota creciente de combustibles sostenibles para la aviación (SAF), que es entre tres y seis veces más caro que el convencional; la restricción de los derechos de emisión del CO2 (ETS) y la aplicación de un impuesto al queroseno a la aviación de 7,53 euros/gigajulio.

Negociación

La aplicación del impuesto todavía no ha sido aprobada porque requiere de la unanimidad de todos los países de la UE. Y aunque desde ALA admiten que resulta complicado que España lo vete, sí que creen que el Gobierno podría al menos empujar para modularlo. Su diagnóstico es que esta tasa, que se aplicaría a vuelos europeos, los encarecería y desviaría tráfico con origen en el continente a destinos del norte de África en los que no tendría efecto con importantes efectos en el sector turístico nacional.

Frente a este impuesto, Gándara cree que el uso del SAF, la implantación del cielo único europeo, que reduciría un 10% las emisiones en toda Europa; o la intermodalidad serían mucho más efectivos para descarbonizar el sector. El presidente de ALA tampoco cree que la idea de PSOE y Sumar de reducir vuelos cortos vaya a tener efecto alguno. "Si se es serio con el problema de la descarbonización, vamos a implantar el cielo único europeo, que técnicamente es posible y no se aprueba por falta de voluntad política; y no a prohibir vuelos de corto radio", ha dicho Gándara.

Irán, los precios o las huelgas de controladores franceses, factores de riesgo para lograr el récord

El presidente de la patronal aérea ha hecho estas consideraciones durante la presentación de las previsiones de las aerolíneas de la campaña de verano, que espera sea récord para el sector. Las compañías han ofertado 240 millones de asientos, un 13,5% por encima de lo operado en la temporada de verano de 2023. "Las cifras de tráfico aéreo que venimos registrando en lo que llevamos de año y estas cifras que pronostican un muy buen verano constatan las ganas de los pasajeros de viajar y confiamos en superarnos en esta temporada estival", ha afirmado Gándara.

Que se batan o no los registros dependerá en gran medida de que se superen las incertidumbres que rodean al sector. Entre estas, el presidente de ALA ha situado el conflicto entre Irán e Israel, que, paradójicamente, podría beneficiar a España si parte del turismo que tiene por destino Oriente Medio percibe la región como peligrosa y cambia sus preferencias por la Península. Gándara también ha aludido a la fluctuación del precio del combustible, ahora al alza; la evolución de la inflación o, en su caso, un deterioro de la situación económica como incertidumbres.

Además, ha añadido que deben tenerse en cuenta algunos factores de riesgo que podrían alterar la buena marcha del tráfico aéreo en España. En concreto, y más en el escenario europeo, la temporada alta podría verse impactada por las huelgas en el control aéreo en Francia, que podrían provocar cancelaciones, retrasos y caídas en la puntualidad. El pasado ejercicio, estos paros provocaron 1,5 millones de minutos de retraso, tres o cuatro veces más que antes de la pandemia, según Gándara. Una incidencia que considera que no es de recibo, por lo que ha pedido que se garanticen los vuelos que sobrevuelan el país vecino con origen en otros en periodo de huelgas como hacen España o Italia, si bien Gándara ha expresado que no tienen excesiva fe en lograrlo.