Transportes
Varapalo de la Comisión Europea a Puente por las rutas de autobús
Un dictamen del comisario de Transportes asegura que no puede impedir el cabotaje de líneas internacionales como ha hecho hasta ahora
Bruselas ha dado un paso que puede ser decisivo para que España autorice finalmente el cabotaje en las líneas internacionales de autobús. En un dictamen de la Comisión Europea al que ha tenido acceso LA RAZÓN fechado el pasado 16 de abril, el comisario de Transportes y Turismo, Apostolos Tzitzikoscas, concluye que el Ministerio de Transportes de España no puede seguir anteponiendo la ley española de transportes (LOTT de 1987) a la regulación de la Unión Europea para frenar esta práctica dado que el cabotaje "no puede prohibirse ni limitarse mediante procedimientos o condiciones nacionales que contravengan lo establecido en el Reglamento" 1073/2009 que regula la materia.
El dictamen de Tzitzikoscas viene a resolver una reclamación contra España interpuesta por la compañía FlixBus. En junio de 2024, la empresa alemana solicitó permiso tanto para realizar cabotaje en la línea que iba a lanzar entre Tréveris (Alemania) y Madrid con paradas en Barcelona, Zaragoza y Guadalajara. El cabotaje permite que (de forma regulada) un operador de transporte pueda aprovechar las plazas vacías de su autobús para transportar pasajeros entre dos ciudades/regiones de un mismo país.
Tras remitir las autoridades alemanas la documentación con la solicitud al Gobierno español, el Ministerio de Transportes rechazó la petición haciendo hincapié en que la legislación española lo prohíbe y que, además, prevalece sobre la europea. Sin embargo, Bruselas ha rechazado la tesis española. Según argumenta el dictamen, España interpreta que el cabotaje está sujeto a la normativa del Estado miembro de acogida en relación con autorizaciones, licitaciones, conexiones obligatorias, frecuencia, regularidad y trazado. No obstante, añade después, "el cabotaje no puede prohibirse ni limitarse mediante procedimientos o condiciones nacionales que contravengan lo establecido en el Reglamento".
Fuentes del sector explican que el efecto práctico de esta decisión es que abre la puerta para que Alemania conceda el permiso a FlixBus para hacer cabotaje en la referida línea. Y que, añaden, muy probablemente, otras compañías soliciten con posterioridad autorización para realizar cabotajes en otras rutas.
La decisión de la Comisión Europea ha llegado poco antes de que el Congreso de los Diputados debata su futuro en España. El próximo miércoles se debatirá en comisión una enmienda impulsada por partidos como Sumar, BNG o Bildu que pide que quede regulado siempre que el porcentaje de pasajeros nacionales no supere el 49% del pasaje del autobús en cuestión.
Defensa
Patronales como Anetra y Direbus, que representan a las pequeñas y medianas empresa del sector, defienden el cabotaje porque, en su opinión, tiene varias ventajas. La primera, que supone un aumento de frecuencias en las rutas en que se aplica. Además, añaden, reduce las emisiones de CO2 gracias a un mejor aprovechamiento de las plazas e incrementa las opciones de transporte asequible para muchos ciudadanos, mejora la conectividad internacional por autobús y contribuye a la vertebración territorial.
Igualmente, rechazan como oponen sus detractores que elimine o reordene las líneas o paradas actuales y que lesione el sistema concesional, que ya compite con opciones como el coche compartido y el perfil de usuarios de unos y otros servicios, aseguran, es diferente.
Los defensores del sistema aseguran en este sentido que hay países europeos como Bélgica, Países Bajos o Croacia que mantienen sistemas concesionales como el español en los que se permite el cabotaje.