Los Veintisiete dan luz verde a eximir de sanciones y controles ambientales de la PAC a los pequeños agricultores

Mientras los agricultores europeos volvían a bloquear el barrio que alberga las instituciones comunitarias en su tercera protesta en los dos últimos meses, los Veintisiete han aprobado flexibilizar las medidas medioambientales que el sector debe seguir para tener acceso a las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC).

La propuesta aprobada este martes por los ministros de Agricultura de los Veintisiete exime a los pequeños agricultores, con plantaciones de menos de 10 hectáreas, de los requisitos de estas normas específicas. Esto significa que no sufrirán inspecciones ni tampoco estarán sujetos a multas. Según los datos del Ejecutivo comunitario, esto beneficiará al 65% de los beneficiados por las ayudas pero no menoscabará la lucha contra el cambio climático, ya que esta cifra tan sólo supone el 10% de las superficies.

El titular de Agricultura español, Luis Planas, calcula que esto repercutirá en un total de 345.000 agricultores españoles, lo que supone más de la mitad. Tras la luz verde de los Veintisiete, se espera que el Parlamento Europeo apruebe su posición en el mes de abril y que la legislación pueda entrar en vigor antes de las elecciones europeas del 9 de junio y con carácter retroactivo desde el 1 de enero.

Entre las medidas, Bruselas propone dar más flexibilidad ante situaciones climatológicas adversas en aspectos como la cobertura mínima de suelo, la rotación de las tierras de cultivo o el porcentaje mínimo de barbecho. Además, la Comisión Europea también permitirá exenciones específicas para poder restaurar pasos permanentes en la superficies protegidas dentro de la red Natura 2000, cuando sufran daños debido a depredadores o especies invasoras.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha calificado de “avance positivo” el acuerdo y ha relacionado este paso a las movilizaciones de todo el continente. “Europa no ha podido quedarse de brazos cruzados ante la revuelta del campo. Este es el primer gran éxito de las movilizaciones”, ha asegurado la organización mediante un comunicado.

Quienes no estaban tan satisfechos con estas medidas eran los agricultores que han vuelto a colapsar el barrio europeo con alrededor de 250 tractores. Aunque el número de congregados era sensiblemente inferior a las dos manifestaciones anteriores, la policía belga se ha visto obligada a utilizar gases lacrimógenos y tanques de agua para dispersar las protestas que han contado con algunos incidentes violentos contra los cámaras que estaban capturando imágenes.

A pesar de los avances tras las protestas de los últimos meses, la Coordinación Europea Vía Campensina considera que las propuestas del Ejecutivo comunitario “ son insuficientes para atacar las causas profundas que motivan desde hace meses las manifestaciones de los agricultores en toda Europa”.

Los agricultores se quejan de que el sistema de fijación de precios actual les obliga a vender por debajo del coste de producción y que los productos de terceros países acceden al territorio europeo sin cumplir los mismos requisitos medioambientales que los producidos dentro, lo que constituye competencia desleal.

La Ley de Restauración de la Naturaleza, bloqueada

Con la vista puesta en las elecciones europeas y en cómo partidos considerados eurófobos pueden canalizar al ira agraria, la Comisión Europea ha multiplicado los gestos en los últimos meses. La propia presidenta del la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció la retirada de la normativa sobre pesticidas y está dispuesta a negociar un nuevo texto con el sector de cara a la nueva legislatura. Además, la semana pasada el Ejecutivo comunitario también propuso la puesta en marcha de un observatorio para analizar los costes de producción, los márgenes y las prácticas comerciales dentro de la cadena de suministro. Se espera que la primera reunión pueda tener lugar durante el verano.

A pesar de esto, las tensiones entre la lucha contra el cambio climático y las repercusiones económicas para el sector agrícola siguen marcando el debate europeo. Como muestra, la Ley de Restauración de la Naturaleza para reparar los hábitats dañados está bloqueada después de que en el último momento Hungría decidiera el pasado viernes pasarse al bando de los países contrarios a la normativa, lo que ha permitido constituir lo que en la jerga comunitaria se conoce como “minoría de bloqueo”.