Elecciones
PSOE y Sumar se disputan los tres millones de votos LGTBI
Sánchez y Díaz buscan movilizar al colectivo agitando el miedo a Vox tras la guerra de banderas
La celebración del orgullo LGTBI+ se produce este año en un contexto de polarización política y de clima electoral, entre la digestión de los resultados del 28M y la campaña de las elecciones generales. Todas las fuerzas políticas miran al colectivo, que concentra un grueso de hasta tres millones de votantes, para dirigir sus mensajes e instrumentalizar las últimas actuaciones de Vox para agitar la expectativa de un futuro Gobierno en el que puedan llegar a tener influencia. La decisión de los de Santiago Abascal de retirar las banderas en aquellos ayuntamientos en los que gobiernan ha avivado la polémica y se utiliza por parte de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz para tratar de movilizar a su electorado.
Según el estudio «El estado LGTBI+ en España» realizado por 40db para la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más presentado el pasado 20 de abril, un 27,8% personas LGTBI+ votaría al PSOE y un 22,6% a Unidas Podemos por lo que ambas formaciones aglutinarían cerca del 50% del voto de este colectivo, mientras que otro 20% votaría al PP, un 7% a Vox y casi un 5% a Ciudadanos, que no se presentará a las elecciones. Las 800 personas encuestadas creen que el espacio morado está "muy comprometido" (29,5%) o "bastante comprometido" (26,3%) con sus derechos y que el PSOE está "muy comprometido" (12,4%) o "bastante comprometido"(33,8%). Por el contrario, un 65% de las personas encuestadas consideran que Vox estaba "nada" comprometido con los derechos del colectivo y un 39,5% piensa igual sobre el PP. Mayoritariamente, prefieren apostar por aquellos partidos que son percibidos como “comprometidos” con los derechos del colectivo.
Esta percepción del compromiso con el colectivo causa cierto desasosiego entre los socialistas, porque son quienes hasta ahora habían abanderado la defensa de los derechos LGTBI en solitario. Sin embargo, tras la irrupción de Unidas Podemos y en especial, derivado de los últimos choques con el Ministerio de Igualdad, a cuenta de la Ley Trans, el PSOE ha visto amenazada su posición. De hecho, ha sufrido manifestaciones en su contra a las puertas de la sede federal por parte del colectivo trans, que entendía que sus intentos de dar mayor seguridad jurídica al texto eran, en esencia, un freno a sus reivindicaciones. En el partido mayoritario del Gobierno siempre mantuvieron que la ley debía ser “muy sólida” jurídicamente porque se enfrentaría a recursos ante el TC por parte de PP y Vox.
Las leyes de Igualdad no solo han generado problemas con los morados, en quienes aprecian cierto “cálculo electoral”, sino que también han provocado un profundo quebranto dentro del seno del propio socialismo, con la corriente más clásica, cuyo estandarte es Carmen Calvo y que ha mostrado su oposición a la autodeterminación de género que recogía la norma. En este clima de intentar volver a recuperar la confianza del electorado LGTBI, Sánchez despliega ahora su estrategia de voto útil intentado trasladar la idea de que la única garantía para que PP y Vox no lleguen al poder, y desmonten los derechos del colectivo, es votar al PSOE.
El votante LGTBI+ es uno de los nichos donde los partidos a la izquierda del PSOE creen llevar ventaja y será la principal baza para atacar al PP por sus pactos con un partido que «ha tirado a la basura» los derechos de este colectivo, en referencia a la pancarta de Vox. En Sumar lo ven como un balón de oxígeno para reivindicarse en campaña electoral, en un momento en el que el PSOE y el PP tratarán de presentarse como el voto útil. Desde Podemos buscan resucitar el lema del «miedo a Vox», alertando de que si llegan a las instituciones «van a llenarlas de machistas, antiabortistas y lgtbifobia». El porcentaje de votos de este colectivo que acabe eligiendo la papeleta en Sumar será el activo que los morados defenderán como propio tras el 23-J en una coalición en la que asumen un papel "modesto" tras la pugna por el poder con los de Yolanda Díaz.
En Sumar, prometen «ampliar» la Ley Trans. Entre sus promesas está la de incluir a las personas «no binarias» que se quedaron fuera tras la negociación con el PSOE. A falta de conocer su programa electoral, Sumar busca aglutinar el voto de este colectivo y para ello toma como referente a la activista trans, Carla Antonelli, en el pasado dirigente socialista, que ahora se encuentra en las filas de Más Madrid.
A su vez, el apadrinamiento a este colectivo es un motivo de disputa en Sumar. La mayoría critica el veto de Yolanda Díaz a Irene Montero, artífice de su ley. La manifestación de hoy será un termómetro para medir su fuerza. La ministra de Igualdad liderará la carroza de Podemos mientras que la vicepresidenta tendrá una propia en el desfile.
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