Coronavirus

«Estamos en vilo,no sabemos cómo iremos a votar»

Los vecinos de la comarca de A Mariña viven entre la resignación y la responsabilidad tras detectarse un rebrote. A día de hoy no tienen claro si el proceso electoral se desarrollará con normalidad o si algunos verán restringido su derecho al sufragio

Pruebas de COVID-19 desde el coche en un municipio de A Mariña
Pruebas de COVID-19 desde el coche en las inmediaciones de BurelaCarlos CastroEuropa Press

Tienen restringida su movilidad pero no están confinados. El día a día en A Mariña transcurre bajo cierta normalidad, con medidas restrictivas que recuerdan a las vividas en todo el territorio nacional durante la Fase 2 de desescalada. Los vecinos de los 14 concellos que componen esta comarca pueden salir de casa pero los locales, especialmente los supermercados, vuelven a registrar largas colas y algunos negocios han decidido echar el cierre. Los establecimientos de restauración y hoteleros, por su parte, son los que más temen que la recuperación que habían iniciado en junio quede en nada por culpa de este nuevo confinamiento quirúrgico que durará al menos hasta el próximo viernes. «Desde que se declaró el confinamiento se han cancelado 200 noches», asegura a LA RAZÓN, el director Hotel Resort Thalasso Cantábrico Sirenas, José Pereira, situado en la comarca de Viveiro a 24 kilómetros del epicentro del brote, localizado en Burela.

Hoy arranca su tercer día de confinamiento decretado por el gobierno autonómico en los 14 concellos, aunque en cinco de ellos no hay ningún caso activo. En general, la población, pese a la dureza que supone dar un paso atrás en la desescalada entiende que se tomara esta medida cuando empezaron a registrarse más y más positivos. «Es una medida proporcional y sirve como lección para que no bajemos la guardia», asegura Pereira.

La comunidad gallega fue la primera en abandonar el estado de alarma y estrenar la nueva normalidad. Quizás, por ello, todos los vecinos sintieron cierta inmunidad a la Covid-19 y se relajaron. A ese relax ayudó la llegada de veraneantes y turistas. Castellano leoneses, asturianos y gallegos del sur tienen en esta zona del norte de Galicia su segunda vivienda vacacional. «Se veía venir y más después de que confinaran a Lérida», asegura Pereira.

Hablar de A Mariña Lucense es trasladarse a la playa de las Catedrales, una de las maravillas naturales de la comunidad gallega que cada año recibe miles de turistas. Sin embargo, esta zona esconde muchos otros tesoros que convierten a este emplazamiento de la costa de Lugo en uno de los destinos vacacionales nacionales con mayor encanto. Es por ello que para la hostelería mariñaña corren tiempos complicados, al igual que para el resto del país. Sin embargo, lejos de lamentarse entienden la decisión de La Xunta de cerrar a cal y canto la comarca. Según describe José Pereira, parte de la población, en especial, los jóvenes se habían relajado en los últimos días, en parte por la poca incidencia que tuvo el virus en la región durante los días más duros de la pandemia. «Nos fastidia porque a nivel económico y anímicamente es un palo. Pero hay que atajarlo y esto no servirá para que nos demos cuenta de que el virus está ahí, pensábamos que éramos inmunes», describe el director del Hotel Resort Thalasso Cantábrico Sirenas.

A pocos kilómetros, en la localidad de Foz, Marcelino, regente de una ferretería, describe a LARAZÓN que «no le sorprendió la medida porque llevaba una semana registrando casos y la cosa iba cada día a más». Asegura que «la gente se relajó, llegaron muchas personas de otras comunidades y había mucha gente por la calles». Se muestra preocupado por la incidencia de la pandemia en los mayores porque en la comarca hay mucha población de riesgo. «En el Hospital de A Mariña hay pocos respiradores y si la cosa va a más será difícil atender a la población».

Con la vista puesta en el proceso electoral que se celebra el próximo domingo, Marcelino asegura que «a día de hoy estamos en vilo, no sabemos si podremos ir a votar». No en vano, él se encuentra en una de las cuatro municipios más afectados por el brote y es una incógnita cómo se llevarán a cabo el proceso electoral en la comarca de A Mariña.

Precisamente, ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, adelantó que el gobierno gallego trabaja con la idea de que si la evolución a la baja se mantiene, podría reducir el cerco sanitario a sólo a los municipios más afectados. Aunque el gobierno autonómico ya aseguró que el derecho a voto de los confinados está garantizado, los vecinos viven bajo la incertidumbre de cómo se desarrollará la votación, especialmente aquellos que tienen el virus. Su derecho al sufragio activo no puede desconoctarse sin más, pero si acuden a los centros pueden poner en peligro la salud del resto de personas.