Moción de censura

Sánchez pide a Casado que vote “no” para no regalar un “éxito a Vox”

El presidente define la moción de censura como un “acto de propaganda para difundir el odio” y a Abascal como “un depredador sin escrúpulos”: “Usted odia a España tal y como es”

El presidente del Gobierno ha tomado hoy la palabra en la moción de censura, una vez concluida la exposición el líder de Vox, Santiago Abascal, para dar la réplica al candidato a la Presidencia. La consigna del Ejecutivo ha sido hacer una intervención “con mucho respeto” a Vox, pero con la contundencia suficiente para “desmontar” todos sus argumentos y los ataques que se han vertido al Gobierno durante las tres largas primeras horas de pleno, según anticipaban a LA RAZÓN fuentes gubernamentales. Sin embargo, a lo largo del debate el tono de Sánchez se ha ido recrudeciendo y ha acabado acusando a Abascal de ser “un peligro”, “un depredador sin valores y sin ningún tipo de escrúpulos”.

El presidente ha comenzado su alocución más calmado, defendiendo la constitucionalidad de la moción de censura, un instrumento que él mismo utilizó para llegar a La Moncloa en 2018, pero cuestionando que lo que hoy y mañana se debate en el Congreso de los Diputados tenga la condición de ser “constructivo”. “No ha hecho ninguna propuesta, bueno sí, ha habido una, sobre como tienen que ir vestidos los diputados. Ustedes dicen que Vox no es el fascismo, es el estilismo”, ha señalado.

El presidente del Gobierno se ha preguntado “¿qué hacemos aquí?”, en alusión al reconocimiento explícito por parte de Vox de que su moción no iba a servir para censurar al Ejecutivo. En este punto, Sánchez ha señalado que esta iniciativa “se dirige contra Casado, como una OPA hostil hacia el PP”, y ha “convertido el Parlamento en un gran plató de televisión". “Un despliegue claro de propaganda dirigido a sembrar el odio y la discordia entre los españoles, algo que no beneficia a la España que dice defender”, ha afeado el presidente, recordando que las energías deberían estar enfocadas en vencer al virus, en plena segunda ola de la pandemia.

Sánchez ha señalado que Vox es “un peligro” porque contagian sus ideas a la derecha tradicional, “que obedece acomplejada” a todo lo que le impone la ultraderecha. “Peligro es no tomarles en serio, porque si tienen una mínima capacidad de poder, llevan sus ideas a cabo”, ha señalado, recordando la retirada de la placa de Largo Caballero en Madrid, a su iniciativa. En este punto, el presidente del Gobierno ha hecho un llamamiento claro a Pablo Casado para que vote “no” a la moción de censura. “Le pido que no se deje llevar por la tentación, que no le regale un éxito a Vox, que pare esta deriva”, ha demandado, en una apelación para que el principal partido de la oposición “no se ponga de perfil”, con una abstención, ante una iniciativa que “va a ser un fracaso”.

En Moncloa dotan de máxima trascendencia a esta moción de censura, pese a su estéril resultado, y lo consideran uno de los debates “más importantes de la historia de la democracia española”, porque entienden que “contrapone las dos visiones de España”. “Por un lado, una comprensión inmovilista, autoritaria, centralista, desigual, privilegiada, privada, negacionista, predemocrática y tramposa, que es minoritaria: la minoría reaccionaria”, señalan las citadas fuentes. Estas alusiones a que Vox es un partido “heredero” del franquismo también ha sido uno de los hilos conductores de la intervención de Sánchez, cuando ha cuestionado que el suyo sea el peor gobierno en 80 años, peor que la dictadura de Franco. “Usted odia a España tal y como es, señor Abascal. A un patriota no le sobran la mitad de sus compatriotas”, le ha espetado.

En contraposición a esta visión, está la, según Moncloa, la “comprensión de España que es democrática, progresista, igualitaria, solidaria, paritaria, publica y transparente, que es mayoritaria: la nueva mayoría social española”. “Se debate qué somos y qué queremos ser. La España que nos merecemos”, reivindican desde el Ejecutivo. Sánchez ha defendido que los “españoles rechazan su proyecto de odio, furia y choque” y eso se verá en la votación que se producirá mañana en el Congreso. “Esta moción sí será constructiva en la medida que cierre el paso a su proyecto. Hoy no vencerá ni convencerá”, ha finalizado Sánchez.