Choques
Iglesias-Errejón: Enemigos íntimos desde hace tres años
El vicepresidente y su ex número dos han pasado de fundar Podemos a trabajar en proyectos separados. Las elecciones en la Comunidad de Madrid parecían el propicio para “cerrar cicatrices”, sin embargo, tras el portazo de Más Madrid a confluir con Podemos aleja esa posibilidad, de nuevo
La relación de amistad y política del vicepresidente segundo Pablo Iglesias y el diputado de Más País Íñigo Errejón se fraguó en la Universidad Complutense de Madrid, en al facultad de Ciencias Políticas, hace 16 años. Entonces, el primero tenía 24 años y el segundo 19. Desde allí fraguaron una amistad que después saltaría a la política, años después, al 15-M en la Puerta del Sol y que se consumaría con el tándem Iglesias-Errejón para fundar Podemos hace ya siete años. Sin embargo, desde hace tres años, la relación entre el líder morado y su número dos se encuentra rota, tras las discusiones internas de poder entre ambos y el portazo de Errejón con Podemos en las elecciones autonómicas de 2019, donde pasó a formar Más Madrid junto a la ex alcaldesa Manuela Carmena.
Fue en la tesis doctoral de Iglesias, donde mencionó a Errejón en sus agradecimientos. Desvelando que le conoció “comiendo pan con azúcar en el puesto de chuches” de la facultad. “Yo llegué a la Facultad de Políticas después de haber hecho Derecho y me habían hablado de un chaval muy listo que entonces aparentaba como seis años. O sea, imaginad la edad que podía aparentar Íñigo cuando tenía como 19 años, que es cuando yo le conozco. Él tenía 19 y yo 24 o una cosa así. Y le veo allí, sentado en la puerta de la cafetería, con un trocito de pan y al trocito de pan le estaba echando un sobrecito de azúcar. Y no pude evitar acercarme y decirle: ‘Pero, ¿por qué comes pan con azúcar?’. Y me dice el pobrecito: ‘Es que es como un suizo’. Claro, en ese momento me dieron ganas de adoptarle y, efectivamente, le adopté”, decía entonces el hoy vicepresidente. Poco después, el ex número dos de Podemos le corrigió, asegurando que tenía prisas porque debía acudir a una cita de estudiantes y cogió de la cafetería lo primero que encontró a mano.
Un reconocimiento, que Errejón le devolvió años después -también en su tesis doctoral asegurando que en Iglesias había encontrado “un compañero de mente incisiva y voluntad bolchevique, así como un permanente estímulo intelectual. Él me enseñó que el arte de la guerra se practica con método y tesón, haciendo más que diciendo, como me quiere. Esta tesis y su autor le deben mucho más de lo que cabría en estas líneas»”
A partir de ahí trazaron una relación de amistad que se trasladaría al Congreso de los Diputados en 2015, donde Podemos entró como tercera fuerza política en la Cámara Baja. Sin embargo, tras las elecciones de 2016, y el rechazo de Unidas Podemos a investir a Pedro Sánchez con el apoyo de Ciudadanos fue el punto de inflexión que se saldó con la división entre Iglesias y su número dos.
La fusión de Podemos e Izquierda para las elecciones generales de 2016, fraguada por el líder de Unidas Podemos y el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, y bautizada como “el pacto de los botellines” tampoco gustó al número dos Íñigo Errejón y supuso un nuevo encontronazo entre ambos. Entonces, Errejón avisó de que esa ecuación no tenía porque sumar, y tenía razón. En las elecciones generales del 26 de junio, los morados se quedaron en los cinco millones de votos, uno menos que por separado y también, sin el “sorpasso” de Podemos al PSOE.
El salto de Errejón a Madrid
La separación entre ambos se vislumbró en la celebración de la segunda Asamblea Ciudadana de Podemos, donde Iglesias y Errejón enfrentaron sus proyectos políticos para disputar el liderazgo de Podemos. Iglesias acabó imponiéndose a su número dos en 2017. Días más tarde, relevó a Errejón como portavoz en el Congreso de los Diputados y alzó a la dirigente de Unidas Podemos Irene Montero como su número dos. Fue muy visible, Errejón quedó relegado a la segunda fila de los escaños del grupo parlamentario en el Congreso.
Errejón solo podía optar a ser candidato de Podemos a las elecciones de la Comunidad de Madrid del 26 de mayo de 2019. Y fue ahi cuando decidió orquestar su venganza contra su todavía secretario general. Optó por aliarse con la alcaldesa Manuela Carmena en su plataforma Más Madrid para la presidencia de la Puerta del Sol. En su carta de renuncia, Errejón justificaba su alianza con la alcaldesa madrileña asegurando que quería llevar a cabo un “proyecto que renueve la ilusión y confianza de la mayoría, ya que hay que abrir y sumar yendo más allá de las siglas porque Andalucía ha sido un toque de atención y necesitamos un revulsivo”.
Entonces Podemos tildó la decisión de “deslealtad”. El propio Pablo Iglesias contestó con una carta dirigida a Errejón reconociendo la “indignación natural y lógica” y la “falta de respeto a los espacios políticos” de la formación por parte de Errejón. En aquel momento afirmó que el ya exdiputado «no es Carmena» y que Podemos le presentaría batalla con una lista alternativa en la región.
Tras las elecciones autonómicas, donde Más Madrid logró 20 diputados frente a los siete escaños autonómicos obtenidos por Unidas Podemos, Errejón decidió dar el salto al Congreso de los Diputados bajo la marca de Más País. Un intento de volver a rivalizar con la formación de su ex secretario general, a pesar de que fracasó, al obtener tan solo tres escaños en la Cámara Baja con su alianza con Compromís y Equo.
En el Congreso de los Diputados, el apoyo de Más País a la investidura de Pedro Sánchez sirvió para aupar el Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. Parecía una oportunidad también para restañar heridas en la relación Iglesias-Errejón, sin embargo, en varias ocasiones, Errejón ha reconocido que la relación con el todavía vicepresidente es nula y ha achacado a la difícil convivencia del Gobierno de coalición con sus socios de investidura la falta de interlocución entre partidos.
Ahora, tras el paso dado por el vicepresidente de abandonar el Gobierno para disputar la Puerta del Sol a la presidenta Isabel Díaz Ayuso parecía ser la oportunidad decisiva para ambos dirigentes, después de que este lunes Iglesias llamara a la unidad de los partidos de la izquierda en la Comunidad de Madrid con la petición a Más Madrid -el partido de Errejón- de crear una candidatura de unidad para evitar la fragmentación del voto. Sin embargo, esta misma mañana, la líder de Más Madrid, Mónica García, ha comunicado su decisión de presentarse en solitario a las elecciones del próximo 4 de mayo.
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