Demanda de conciliación
Jordi Sànchez reclama a Casado 24.000 euros de indemnización para no querellarse contra él por calumnias
Insta al líder del PP a reconocer que “nunca intentó el uso de la violencia” en el “procés” para no seguir adelante con su denuncia por llamarle “delincuente condenado por dar un golpe de estado”
El líder de Junts per Catalunya (JxCat), Jordi Sànchez, reclama a Pablo Casado 24.000 euros de indemnización y que se retracte de sus manifestaciones en las que se refirió al secretario general de la formación independentista como “un delincuente condenado a nueve años de prisión por dar un golpe al Estado y destrozar patrullas policiales” para no querellarse contra él por calumnias.
Su defensa ha presentado una solicitud de conciliación en los juzgados de Madrid -paso previo a la interposición de la anunciada querella- en la que insta al líder del PP a “reconocer” -tanto en su cuenta de Twitter y en el del PP como en una rueda de prensa- que Sànchez “no dañó los coches de la Guardia Civil aparcados ante la Conselleria de Economía” durante los graves incidentes del 20-S de 2017, que “nunca intentó el uso de la violencia durante el proceso de autodeterminación catalán” ni “ha enaltecido el terrorismo ni ha apoyado a Terra Lliure”, como tampoco “ha incitado al odio de los catalanes y catalanas que no comparten el proyecto político independentista”.
Además, reclama la indemnización referida cuyo importe, adelanta, destinará en su caso “a organizaciones sin ánimo de lucro dirigidas a promover la lengua catalana”. Según asegura, no quiere llevar la denuncia a la vía penal “excepto que sea estrictamente necesario para preservar la verdad y su honorabilidad”.
La polémica arranca el pasado día 17, cuando en un acto del PP en Galicia Casado criticó la postura del Gobierno tras la decisión del Tribunal Supremo que avaló que al menos el 25% de las clases en Cataluña se impartan en castellano. El dirigente popular se refirió en concreto al acoso que ha sufrido un menor en Canet después de que sus padres exigiesen el cumplimiento de la resolución judicial. “¿Se puede tolerar de verdad que a un niño de cinco años se le pueda apedrear, aislar en clase? ¿Se puede tolerar que haya profesores con instrucciones para no dejar ir al baño a niños porque hablan en castellano?”, se preguntó Casado, que responsabilizó de esa situación a ERC, JxCat y la CUP y “al partido que les hace imprescindibles a nivel nacional, que es el Partido Socialista”.
Tras anunciar JxCat y Sànchez al día siguiente la interposición de una querella por delitos de odio, injurias o calumnias, Casado aseguró en un acto en Zaragoza: «Que un señor que ha sido condenado a 9 años de cárcel, que ha destrozado un coche de la Guardia Civil y se ha subido con un megáfono a instigar a la violencia contra las administraciones del Estado a mí no me va a dar lecciones de legalidad ni de democracia».
“Acusaciones gravísimas”
Y ese mismo día escribió en su cuenta de Twitter: «El mundo al revés: un delincuente condenado a 9 años de prisión por dar un golpe al Estado y destrozar patrullas policiales denuncia a quien exige cumplir la ley y la convivencia”. Casado se refirió en un acto ese mismo día irónicamente a “los que gritan viva a un grupo terrorista como Terra Lliure, haciendo pintadas y señalando a las familias para que se boicoteen sus negocios” como “los moderados con los que hay que pactar”.
Para el político independentista -que fue condenado a nueve años de prisión por el Tribunal Supremo por su papel en el proceso soberanista-, “se trata de acusaciones gravísimas, absolutamente delirantes y sin ningún tipo de punto de contacto con la realidad”. “No sólo atentan contra el honor de Jordi Sànchez y del resto de integrantes de las fuerzas políticas catalanas aludidas, sino que desprecian el honor y la dignidad de las víctimas del terrorismo, en la medida en que frivolizan su sufrimiento y lo instrumentalizan vilmente, con fines exclusivamente partidistas”, asegura su defensa.
Para el líder de JxCat “el carácter delictivo de las declaraciones de Pablo Casado radica en que el político era plenamente consciente de la manifiesta falsedad de las imputaciones criminales que estaba formulando”. La difusión de sus palabras, subraya, fue “máxima” y además “las imputaciones se encuentran publicadas en plataformas digitales de manera permanente, lo que perpetúa la lesión del honor denunciada”.
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