Gobierno

PSOE y Podemos se disputan la bandera del «no a la guerra»

Se enredan por mostrarse defensores de la vía diplomática para solucionar el conflicto bélico y tratan de rebajar la tensión

La crisis entre Rusia y Ucrania y la postura que debe tener España en caso de un conflicto bélico comenzó el pasado viernes a tensar a los dos componentes del Gobierno de coalición. Si bien ahora, PSOE y Unidas Podemos han tratado rebajar la tensión latente después de que Defensa autorizase el envío de cazas adelantadas a Bulgaria, ahora ambos partidos tratan de reivindicarse y acogerse a la bandera del «no a la guerra» que protagonizó la contienda en Irak. Unidas Podemos fue el primer partido en rodearse de este lema el pasado viernes al salir en tromba contra la parte socialista del Gobierno por su beneplácito a apoyar a la OTAN. «España es el país del no a la guerra», comenzaron a explicar en tromba los cargos principales de Podemos tanto en el partido como en el Gobierno en contra de la participación de España así como de una posible intervención de la OTAN si Rusia decide invadir Ucrania.

Ahora, la parte socialista ha adoptado la misma actitud y se ha reivindicado como el partido del «no a la guerra». «Los ciudadanos saben que este partido es el partido del no a la guerra», dijo ayer el portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, en Ferraz, recordando que fue un gobierno socialista el que retiró las tropas de Irak. «El PSOE siempre ha apostado por la vía del diálogo», quiso dejar claro. Un mantra en el que los socialistas quieren incidir ahora para no quedarse atrás ni desdibujados ante la estrategia de los morados que arrancaron el viernes censurando al PSOE por su implicación en el conflicto al ceder tropas a la OTAN. Una hoja de ruta que también tiene una lectura electoral, no de cara a los comicios en Castilla y León, sino de cara a las elecciones generales previstas para 2024. Fuentes de la coalición creen que de no seguir esta línea, las consecuencias –en votos– pueden perjudicar al resultado de ambos partidos.

Ello se produce a la par que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha multiplicado sus contactos internacionales, que seguirán en los próximos días. Para el PSOE, decir «no a la guerra» no es incompatible con respaldar las acciones de la OTAN, se defienden. La posición que enarbola Moncloa es la de poner en el foco la vía diplomática para tratar de rebajar tensiones entre Rusia y Ucrania. Ayer mismo, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares se reunió con los ministros europeos de su área y defendió la diplomacia como forma de evitar un nuevo conflicto entre Ucrania y Rusia. Y hoy dará cuentas en el Congreso de los Diputados sobre la postura adoptada por el Gobierno en la crisis. De la misma manera, la ministra de Defensa, Margarita Robles, aseguró que España está «por la paz» y por las misiones de disuasión y desescalada.

Un posicionamiento que ha hecho a Unidas Podemos rebajar el tono crítico contra su socio. En la formación ven un «viraje» en la posición del PSOE durante este fin de semana y en sus declaraciones de este lunes. «Celebramos que el PSOE haya rectificado, haya cambiado de tono y por fin hable de desescalada y de diálogo diplomático», dijo ayer el coportavoz de Podemos Pablo Fernández, que al tiempo criticó que esta postura no fue la defendida por el PSOE el viernes. «No comenzó hablando de diplomacia, diálogo y paz». Los morados limitan así las críticas, aunque las enmarcan dentro de un posicionamiento ventajoso para su socio de Gobierno de cara a la cumbre de la OTAN en junio. Aún saludando ese supuesto «viraje», en el espacio confederal se confiesan molestos con la actitud inicial del PSOE por no haber consensuado una posición con ellos. Los morados subrayan que no han sido desleales ni han generado «ruido» en la coalición, por sus demandas a favor de evitar las maniobras militares.

Sin embargo, desde la cuota mayoritaria en Moncloa se les recuerda que estuvieron presentes en la renovación de los acuerdos con la OTAN y con la Unión Europea del pasado 21 de diciembre. Se les pide, además, un «esfuerzo de reflexión y contención» con el fin de que las declaraciones de una y otra parte del Ejecutivo «no alteren las relaciones diplomáticas». Ayer, ministros socialistas no dudaron en señalar al ex líder de Podemos, Pablo Iglesias, por sus intervenciones contra el Ejecutivo. Así, la portavoz gubernamental, Isabel Rodríguez aseguró que «respetaba» que cada partido «elija su portavoz» –a pesar de estar fuera de la política–, mientras que la ministra de Defensa aseguró que se trataban de unas declaraciones «desde el tiempo libre (de Iglesias) y ausencia de responsabilidad». Podemos acabó desautorizando a su ex líder, asegurando que la posición de partido la marcaba su secretaria general y sus portavoces. De la misma manera, los morados reconocieron que ellos también se debían a la OTAN. «Ahora mismo España forma parte de la OTAN y nosotros formamos parte del Gobierno y respetamos aquellos acuerdos en los que está inmerso nuestro país», dijo Pablo Fernández, quien no quiso desvelar cual será la posición de Podemos respecto a la OTAN por ahora. «Ese debate no toca ahora», zanjó.